Esta semana los analistas volverán a pasar a la "temporada de resultados". Los modelos se actualizarán con nuevas proyecciones de gestión, se renovará una larga lista de ratios financieros y los analistas interrogarán a los equipos directivos sobre sus perspectivas para el resto del año. Aparte de nuestra lista habitual de temas en los que centrarnos, como las perspectivas de Jamie Dimon sobre la economía estadounidense, la formación de préstamos morosos (NPL) en los balances de los bancos, las tendencias de apalancamiento en High Yield y un sinfín de otros, habrá uno nuevo en las listas de varios participantes del mercado: los bancos regionales estadounidenses.
Los primeros de este grupo empiezan a presentar sus informes la semana que viene, con Charles Schwab y Citizens como dos de los principales destacados. Dado que el índice KBW Regional Banking ha registrado un repunte del 15% desde sus mínimos, creemos que varios de sus componentes serán objeto de gran atención. Desde un punto de vista macroeconómico, es probable que los mercados se centren en una serie de temas.
En primer lugar, y lo más importante en nuestra opinión, es en qué medida, si es que lo han llevado a cabo, los depósitos han vuelto en alguna magnitud al sector. Si los titulares de depósitos se sienten seguros de que su dinero está a salvo, los bancos que se encuentren bajo presión tendrán más tiempo para solucionar sus problemas, en lugar de tener que hacer frente a la venta de activos para satisfacer las retiradas de depósitos. Como se puso de manifiesto durante la minicrisis de los bancos regionales, y esperamos que siga siendo el caso, habrá más de un banco en el sector que no disponga de las coberturas de tipos de interés adecuadas. Como resultado, y con los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años cerca de los máximos del año, podría haber algunas preguntas sobre las pérdidas no realizadas en las posiciones de bonos del Tesoro (y otros) que los analistas querrán investigar.
En segundo lugar, aunque los bancos pueden llamar por teléfono a la Fed y utilizar el BTFP (Bank Term Funding Program) para evitar incurrir en pérdidas, esto no es gratis. En su último informe trimestral (primer trimestre de 2023), la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) estima que el rendimiento medio de los depósitos es de un escaso 1,42%. Aunque es lógico esperar que la cifra fuera más alta para ciertos bancos regionales incluso antes de la crisis, sólo con mirar el informe de la FDIC parece que en conjunto la cifra no estaba muy lejos de la media. Por el contrario, el coste del BTFP es el swap sobre el índice a un año más 10 puntos básicos, lo que representa actualmente alrededor del 5,48%. Dada la naturaleza del balance de un banco, la sustitución de pasivos que cuestan el 1,42% por alternativas que cuestan el 5,48% tendrá un gran efecto negativo en los márgenes netos de interés, especialmente si el tamaño es relativamente grande. Si se observa el saldo vivo de dicha línea de crédito, no hay muchas esperanzas. Desde su creación a principios de marzo, el saldo ha ido claramente al alza, alcanzando algo más de 100.000 millones de dólares en junio, con sólo un minúsculo descenso en julio. Por consiguiente, si los márgenes se reducen significativamente con escasos signos de mejora en el futuro, podríamos asistir a una nueva presión en el sector.
En tercer lugar, si los depósitos no han vuelto con fuerza y los bancos no quieren, como es comprensible, sustituir esta financiación por el BTFP, entonces podrían vender activos y reembolsar la elevada financiación. Se trata fundamentalmente de una reducción de plantilla, que no es lo que los accionistas desean escuchar, pero que podría ser una vía para proteger los márgenes. Por tanto, los mercados querrán saber qué planes tienen los equipos directivos para vender activos, de qué tipo y a qué precio. También esperamos que el tema de las fusiones y adquisiciones sea importante, ya que habrá ganadores y perdedores una vez que se asiente el revuelo de marzo.
Por último, habrá que estar atentos a la formación de morosidad, en particular en el sector inmobiliario comercial. Algunos bancos del sector tienen grandes porcentajes de sus libros en un sector que en general se considera como "no el lugar para estar" en esta etapa. Los titulares sobre REIT y otros inversores de capital que deciden entregar las llaves de oficinas y hoteles se han convertido en algo preocupantemente habitual en lo que va de año, ya que no es posible refinanciar sin un gran cheque de capital. En consecuencia, los analistas esperan un aumento de las provisiones, lo que supone un cargo directo en la cuenta de resultados y, por tanto, en los ratios de capital. Aunque no será una sorpresa, los mercados examinarán hasta qué punto el aumento de las provisiones resulta negativo.
En resumen, aunque los resultados de los bancos regionales podrían ser un motor para los mercados mundiales, hay mucho en juego y, aunque el pánico del primer trimestre podría haber finalizado por el momento, dudamos que lo hagan los malos titulares del sector. Hay una larga lista de temas que los analistas cuestionarán en la próxima temporada de resultados, y las respuestas a esas preguntas bien podrían impulsar la reacción del mercado, ya sea para bien o para mal.