El BCE va claramente a la zaga de los demás grandes bancos centrales, ya que la inflación en la zona euro sigue siendo récord, por lo que esperamos que el BCE siga aumentando los tipos de interés en 2022, y que este jueves se produzca una nueva subida de 75 puntos básicos. El BCE también ha manejado las expectativas en esa dirección, en su última reunión de política monetaria, dijeron que "en las próximas reuniones el Consejo de Gobierno espera subir más los tipos de interés para amortiguar la demanda y protegerse del riesgo de un cambio persistente al alza de las expectativas de inflación."
Las decisiones sobre los tipos de interés de la política monetaria dependen de los distintos datos y se adoptan en cada reunión. Esperamos que las proyecciones macroeconómicas de diciembre apunten a un panorama más sombrío que el publicado en septiembre. Después de todo, las proyecciones de crecimiento económico de septiembre preveían un crecimiento del PIB del 3,1% en 2022, seguido de un 0,9% positivo en 2023 y una recuperación del 2,3% en 2024. Sin embargo, nos preguntamos si son realistas y vemos la próxima reunión del BCE como una de las pocas que quedan para subir los tipos de forma significativa antes de que se cierre la ventana de oportunidad debido al empeoramiento del entorno económico.
No obstante, seguimos creyendo que hay buenas razones para que el BCE no se mueva hacia un territorio demasiado restrictivo, ya que al final la inflación en Europa está mucho más impulsada por la energía que por la demanda. Además, el riesgo de una espiral salarial en la zona euro está relativamente contenido. Por lo tanto, esto exigiría una senda de subidas de tipos menos agresiva en comparación con la de la Fed, y preveríamos un tipo máximo en la región del 2,25% para finales de año. Además, vemos que los precios del gas al contado se mantienen a la baja debido a las temperaturas más cálidas que se esperan en noviembre, los niveles de almacenamiento muy saludables y el deseo de los europeos de ahorrar energía.
No habrá más medidas de política monetaria hasta que los tipos sean estables
Este año no esperamos una reducción del balance o un endurecimiento cuantitativo (QT) después de que las compras netas de APP terminaran en julio de este año. Christine Lagarde había destacado en discursos anteriores que el BCE se planteará la reducción de su balance sólo después de haber completado la normalización de los tipos de interés y creemos que no será así antes de final de año.
El riesgo de fragmentación es actualmente limitado y podría reaparecer con los posibles debates en torno a la QT. Además de las reinversiones flexibles de los vencimientos de los PEPP, el BCE también ha aprobado el Instrumento de Protección de Transmisión (TPI) en julio de 2022, que puede activarse en caso de dinámicas de mercado injustificadas que amenacen la transmisión de la política monetaria.
La deuda pública italiana y, en general, la de la Europa periférica, ha sido históricamente la principal fuente de preocupación por la fragmentación. La formación del nuevo gobierno italiano, en el que los puestos clave van a parar a figuras moderadas y proeuropeas con buenos vínculos con la Comisión Europea, por ejemplo Giancarlo Giorgetti, que fue ministro de Industria con Mario Draghi, disminuye el riesgo de fragmentación.
Oportunidades en la renta fija europea
Creemos que hemos alcanzado el nivel máximo en los yields la eurozona, lo que ofrece a los inversores interesantes oportunidades de inversión, por ejemplo, bonos corporativos de sólidas empresas europeas que ofrecen atractivos cupones, dados los mayores diferenciales y los mayores yields. Actualmente, favorecemos a los bancos y compañías de seguros europeos, tanto en los niveles senior como inferiores.
También encontramos atractivos híbridos corporativos de grandes emisores consolidados de sectores como los servicios públicos, las telecomunicaciones o la energía.