La COP27 comenzará en Sharm El Sheik, Egipto, el 6 de noviembre y durará hasta el 18 de noviembre. Se trata de la conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, a la que acuden representantes de todo el mundo con el objetivo de acordar medidas para hacer frente a la crisis climática.
Schroders ha preguntado a sus expertos en inversiones su opinión sobre la conferencia, por qué es importante para los inversores y cuáles creen que serán los principales temas de debate.
Centrarse en la implementación de medidas, no en nuevos compromisos
No se espera que esta COP aporte nuevos compromisos o normativas destinadas a reducir las emisiones. La economista medioambiental de Schroders, Irene Lauro, dijo: "La COP27 se ha enmarcado como una cumbre de ejecución, por lo que es poco probable que las conversaciones se centren en nuevas medidas de mitigación para reducir las emisiones, sino en cómo implementar las acciones climáticas para hacer plenamente operativo el Acuerdo de París". Este acuerdo es un tratado internacional legalmente vinculante, acordado en la COP21 de París en 2015, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global muy por debajo de 2, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales.
Irene Lauro añadió: "Los debates en la COP27 se centrarán en cómo se pueden aplicar las decisiones y los compromisos que los países asumieron en la COP26 de Glasgow. Por lo tanto, no es probable que se endurezca la regulación".
La adaptación es una prioridad en la agenda
Pero, aunque los nuevos compromisos sean limitados, hay mucho que discutir. Yumna Yusuf, del equipo de engagement especializado en clima de Schroders, afirmó: "A diferencia de las anteriores COP, que se han centrado en gran medida en la mitigación del cambio climático, una de las principales prioridades de la COP27 es intensificar los esfuerzos mundiales en materia de adaptación y resiliencia y situarlos en primera línea de la agenda de acción climática”.
Esta es la primera COP que se celebra en África, un hecho que ha contribuido a configurar el programa de la conferencia. "África es uno de los continentes más afectados a causa de un planeta que se está calentando cada vez más", explicó Irene Lauro, "y la "adaptación", es decir, la forma de prepararse para los impactos del calentamiento global y los fenómenos meteorológicos más extremos, es uno de los puntos principales de la agenda de la COP27".
No es sólo la ubicación de la COP de este año, sino también los acontecimientos del año que han hecho que la adaptación ocupe un lugar destacado en la agenda. Irene Lauro recordó que en 2022 Europa vivió el verano más caluroso de los últimos 500 años, Pakistán declaró el estado de emergencia después de que dos tercios del país se inundaran y tanto Cuba como Filipinas fueron azotadas por tifones y huracanes simultáneamente.
Saida Eggerstedt, responsable de crédito sostenible de Schroders, dijo: "Con 2022 registrando temperaturas récord, así como inundaciones y sequías, espero que se preste mucha más atención a la adaptación al cambio climático en todos los sectores y países".
Maria Teresa Zappia, responsable de sostenibilidad e impacto de Schroders Capital, asistirá en persona a parte de la COP27. "Estaremos allí tres días con la delegación del Ministerio de Finanzas de Luxemburgo", dijo. "Los días que estemos allí serán en los que haya una serie de actividades en torno a la adaptación al clima".
La "transición justa" en el punto de mira
Además de la adaptación, nuestros expertos también destacaron la importancia de tener en cuenta el impacto más general de la reducción de las emisiones nocivas. "La extrema inseguridad energética que se ha vivido este año -relacionada con el suministro de combustibles fósiles que se utilizan como arma, entre otros- no sólo está reduciendo el potencial de crecimiento a nivel mundial, sino que además podrían perderse muchos puestos de trabajo como consecuencia de ello", afirmó Saida Eggerstedt. "Espero que la generación de energía renovable como porcentaje de la generación total de energía, así como la producción del consumo de energía y la eficiencia, sean ampliamente debatidas y aplicadas. Y no con objetivos a largo plazo, sino con acciones a medio plazo".
La necesidad de tener en cuenta a todas las partes interesadas a la hora de perseguir los objetivos climáticos es crucial para las empresas y sus inversores. Carol Storey, responsable de propiedad activa relacionada con el clima de Schroders, dijo: "Hablamos con muchas empresas de sectores intensivos en energía en los que el uso de energías renovables y de combustibles bajos en carbono es una opción cada vez más viable. Sin embargo, las empresas no suelen tener el mismo acceso a la energía baja en carbono en todas sus instalaciones. El simple hecho de cerrar las instalaciones y trasladarse a otro lugar puede ser devastador para las comunidades locales. Nos gustaría debatir sobre cómo los gobiernos, las empresas y los inversores pueden colaborar mejor para cubrir las lagunas en las infraestructuras de baja emisión de carbono o, alternativamente, desarrollar nuevas industrias sostenibles en estas áreas.
Las empresas nos han hablado de los retos que supone perseguir los objetivos climáticos y, al mismo tiempo, tratar de limitar el impacto sobre el empleo, la seguridad energética y la inflación. Otras han destacado los riesgos para los derechos humanos relacionados con los metales necesarios para la transición energética y los proyectos de compensación. Algunas empresas han expresado su preocupación por la posibilidad de que los mercados emergentes no puedan atraer el mismo nivel de inversión verde que los mercados desarrollados. Por tanto, se trata de un área compleja con una amplia gama de intereses que no siempre se alinean. Nos gustaría ver conversaciones que tengan en cuenta la Transición Justa desde todos los ángulos".
¿Puede la COP27 cumplir sus objetivos?
Algunos de nuestros expertos se muestran escépticos sobre la capacidad de la COP para aplicar las políticas necesarias para limitar el calentamiento global, según el Acuerdo de París. El gestor de renta variable global, Simon Webber, dijo: "Después de la COP26, el mundo ha avanzado muy poco en cuanto a la reducción real de emisiones necesaria para evitar un cambio climático peligroso. Además, este es un momento de aumento de las tensiones geográficas entre los principales actores económicos. Eso hace difícil ver que los negociadores tengan la voluntad política necesaria para tomar las difíciles decisiones y compromisos necesarios."
Andy Howard, responsable global de inversiones sostenibles, se hizo eco de esta opinión, diciendo: "En la práctica, no espero grandes cosas de la COP27. Parece muy improbable que se anuncien avances importantes o declaraciones de intenciones en el actual contexto político".
Esto también puede tener que ver con el hecho de que la COP26 en 2021 fue un evento tan importante, ya que en 2020 no se celebró ninguna COP debido a la pandemia de Covid-19. María Teresa Zappia dijo: "Tengo la sensación de que no habrá tanta gente como en Glasgow el año pasado. Las delegaciones de los gobiernos serán más junior, habrá menos presidentes. Creo que la última conferencia fue muy particular porque fue la primera después del Covid y muchas personas viajaron para reunirse. Ésta está casi tan cerca en cuanto a tiempo que algunas personas pueden llegar a pensar 'no he cumplido con lo que tenía que hacer entre la COP26 y la COP27, así que mejor no ir para no pasar vergüenza'".
La COP no es el único espacio para lograr avances
Pero, aunque las expectativas para la COP27 son moderadas, todavía hay progresos que señalar este año en el terreno de la regulación. Isabella Hervey-Bathurst, especialista sectorial de acciones globales: "Me sorprendería que la COP27 aportara algo más significativo que la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos o el paquete RePowerEU de la UE. Ambos planes representan ambiciosos objetivos de descarbonización y miles de millones de dólares de financiación para respaldarlos. Tal vez un motivo de optimismo sea que la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación debería reforzar el papel de EE.UU. en las negociaciones mundiales sobre el clima, ya que ahora pueden señalar un progreso político creíble a nivel nacional, algo que ha faltado en los últimos años".
Esta es una opinión compartida por Simon Webber, que dijo: "Lo más alentador en este momento es que, con la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU., hay más competencia e inversión mundial en las tecnologías climáticas. Es probable que esto acelere su ritmo de adopción en todo el mundo".
La presión para avanzar también puede venir de los círculos locales. Tom Walker, especialista en el sector inmobiliario, dijo: "Sigo creyendo que las ciudades tienen la respuesta al cambio climático. Si las ciudades consiguen hacer las cosas bien, podremos alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París. Hasta ahora, los acuerdos de las anteriores conferencias se han quedado cortos. Vemos esto como una oportunidad para que las ciudades adopten sus propias y ambiciosas políticas y aumenten la presión sobre los gobiernos nacionales y regionales para que actúen más rápido."
Aunque la COP27 en sí misma no consiga los avances que muchos desean, sigue representando una oportunidad para el debate entre los responsables políticos, las empresas y los grupos de la sociedad civil, entre otros. Carol Storey dijo: "Pasamos mucho tiempo hablando con las empresas sobre las medidas prácticas que están tomando para la transición de sus negocios. Un tema que se repite es que las empresas necesitan la cooperación de muchas partes interesadas para alcanzar sus objetivos de cero emisiones. En la COP27, me gustaría ver nuevas asociaciones entre sectores, cadenas de valor, inversores y gobiernos para apoyar a las empresas en la transición de forma justa y responsable".
También es una oportunidad para presionar para que se cumplan las promesas climáticas. María Teresa Zappia afirmó que "una cosa que resulta frustrante es el flujo de fondos que se sigue comprometiendo cada año, especialmente para los mercados emergentes, y que simplemente no llega. Las cifras son sorprendentes en cuanto a la diferencia entre lo que se comprometió y lo que se ha implementado. En mi opinión, el objetivo es simplemente asegurarse de que las acciones siguen su curso y de que algunos de estos compromisos se materializan. Se trata de mantener la presión sobre los responsables políticos y los gobiernos para que cumplan sus compromisos".