Nuestro interés por la ecología coincide con el objetivo del Gobierno chino de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2060, el cual no podrá lograrse sin importantes inversiones.
El Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional afirma que los esfuerzos de descarbonización de China requerirán unos 21,3 billones de dólares en inversiones para 2060. Alcanzar el objetivo también necesitará ingenio, coordinación e impulso en todos los sectores. Dicho esto, hay indicios claros de que China está a la altura de las circunstancias.
El país domina la capacidad mundial de fabricación de energía renovable y almacenamiento, incluido el 90% de la producción solar. China también produce la impresionante cifra del 75% de las baterías del mundo. Además, cuenta con numerosos líderes en ámbitos como las placas solares, las baterías y otros componentes para vehículos eléctricos, la automatización y la modernización de las redes eléctricas para un futuro renovable. Por tanto, para los inversores, la revolución verde ofrece importantes oportunidades a largo plazo.
¿Cómo se traduce esto en la práctica?
Cuando imaginamos el mundo ecológico del mañana, vemos elegantes vehículos eléctricos y campos de relucientes paneles solares. Lo que no solemos tener en cuenta es la tecnología menos glamurosa, pero no menos importante, que hace posible estas innovaciones. Dentro de este ecosistema de apoyo, hay una serie de atractivos valores de mediana capitalización que dominan sus respectivos nichos. Creemos que deberían crecer en importancia a medida que los líderes de la industria verde que confían en sus productos se conviertan en nombres conocidos.
Una empresa a destacar es StarPower. Es el principal fabricante chino de transistores bipolares de puerta aislada (IGBT). Son dispositivos semiconductores de conmutación que se utilizan para conmutar rápidamente con gran eficacia en numerosos dispositivos electrónicos. Sus aplicaciones incluyen vehículos eléctricos, inversores solares, parques eólicos, electrodomésticos, etc. Por tanto, StarPower está bien situada para aumentar su cuota de mercado a medida que crezca la demanda de estos productos. La empresa también fabrica sus propios microchips, en lugar de depender de proveedores internacionales. Esta autosuficiencia coincide con la ambición del gobierno de localizar la fabricación de tecnologías importantes, como los semiconductores.
Otra empresa especializada en tecnologías ecológicas es Dynanonic. Se trata de uno de los principales fabricantes de fosfato de hierro y litio (LFP), un material esencial para las baterías de los vehículos eléctricos. En este campo, Dynanonic se ha hecho un nombre con su revolucionario LFP de grado nanométrico. Su desarrollo ha llevado siete años, pero los resultados hablan por sí solos. El producto dura más y es más estable que las alternativas de la competencia. También ofrece un buen rendimiento en climas fríos, un sólido perfil de seguridad y la tan importante consistencia. Además, es más barato de fabricar que muchas otras alternativas. Y lo que es más importante, Dynanonic tiene la patente de este método de producción, lo que significa que ninguna otra empresa puede desarrollar nano LFP de este modo. Entre sus clientes se encuentran el fabricante de baterías CATL (que suministra a Tesla) y BYD Autos.
Los parques eólicos marinos son una excelente fuente de energía limpia. Sin embargo, los "granjeros" necesitan un modo fiable y seguro de transferir la energía a tierra. Aquí entra Ningbo Orient Wires & Cables. Es uno de los principales fabricantes chinos de cables eléctricos, sobre todo submarinos (tiene una cuota de mercado del 30%). Este sector está llamado a prosperar a medida que China aumente su capacidad eólica marina. Según nuestras estimaciones, el mercado de cables submarinos podría crecer un 30% anual hasta 2025 y en torno a los diez puntos porcentuales a partir de entonces. En términos más generales, la energía eólica está menos globalizada que la solar, lo que significa que China podría desempeñar un papel de liderazgo significativo en este espacio. Una vez más, las empresas expuestas a esta dinámica deberían obtener buenos resultados.
Dados los requisitos técnicos de los cables submarinos, el sector tiene grandes barreras de entrada y una rentabilidad atractiva. Dentro del sector, Orient Cables tiene una marca fuerte, métodos de producción eficientes y experiencia en ingeniería marina. La empresa también está ampliando su capacidad de producción en zonas que deberían experimentar un desarrollo significativo en alta mar, como Zhejiang y Guangdong.
¿Cuáles son las perspectivas a largo plazo?
China es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. Alcanzar la neutralidad de carbono en 2060 no será fácil. Sin embargo, el país está invirtiendo mucho en áreas como la energía solar, eólica y las baterías. Como resultado, muchas empresas chinas están a la cabeza de las tecnologías del mañana. Para los inversores con acceso a los recursos necesarios sobre el terreno y a los conocimientos locales, creemos que el impulso ecológico de China representa una oportunidad significativa.