¿Qué implicaciones tiene para los inversores y para el país la decisión de JP Morgan de incluir los bonos indios a su índice de mercados emergentes? Lo analizamos.
Han sido unos meses espectaculares para la India. Primero aterrizó en la luna y luego celebró la reunión de líderes mundiales del G20. Pero, para los inversores, la noticia más importante ha sido la decisión de JP Morgan de añadir los bonos indios a su índice de referencia de mercados emergentes. JP Morgan anunció que incluirá 23 bonos gubernamentales indios -por valor de unos 330.000 millones de dólares- en su índice, a partir del 28 de junio de 2024, de tal manera que el país tendrá una ponderación máxima del 10% en el índice.
Creemos que esto reforzará las ambiciones globales de la India. Por su parte, el índice Bloomberg Barclays Global Aggregate Index (con unos 4 billones de dólares en activos) también está considerando la inclusión de la India. Dado el impulso actual, pensamos que será más pronto que tarde.
¿Qué significará esto para la India?
La inclusión en el índice JP Morgan debería reforzar la confianza tanto en las divisas como en los bonos. Esto ayudará al país a financiar su posición fiscal, a ampliar la base de propiedad de sus bonos y a mejorar la liquidez. El mayor escrutinio de los inversores también podría centrar los intentos del primer ministro Modi de reducir el déficit del país. Sin embargo, una desventaja de todo esto será probablemente el aumento de la volatilidad, especialmente si vemos un trastorno macroeconómico.
En general, esperamos que los inversores se adelanten a la curva y empiecen a asignar a esta clase de activos antes de la fecha oficial de inclusión, a mediados de 2024. De hecho, existen alrededor de 150 fondos en divisa local de mercados emergentes en la categoría Morningstar y pensamos que habrá una carrera para que estos fondos completen el difícil proceso de registro.
En cuanto se aprueben las cuentas, es probable que empiecen a crear posiciones. Esto podría ocurrir en un plazo de cuatro a seis meses para los fondos no pasivos de mercados emergentes. Dado el potencial de los bonos indios, creemos que muchos inversores querrán mantener posiciones sobreponderadas.
La tesis de inversión a favor de los bonos indios
Las cifras de rendimiento hablan por sí solas. En los últimos 10 años, el índice iBoxx India en divisa local ha ofrecido una rentabilidad del 86% en dólares estadounidenses, a finales de agosto de 2023. Esta cifra es superior a la de los mercados de renta variable emergentes y asiáticos. También supera al mercado global de bonos agregados, así como a la deuda general de mercados emergentes.
Por su parte, el Banco de la Reserva de la India ha acumulado unas enormes reservas de divisas de unos 600.000 millones de dólares, unas de las más elevadas del mundo. Las utiliza para gestionar la volatilidad de la rupia, que está cerca de su nivel más bajo en 18 años, el 3,4%. Es mucho menor que la del G10 y la de los mercados emergentes, y la más baja de Asia.
La inflación india alcanzó su punto álgido en 2022 y no ha dejado de bajar. Esto ha permitido al Banco de la Reserva de la India mantener los tipos desde febrero. La inflación de los alimentos ya está remitiendo, gracias a la mejora de las precipitaciones y a la conclusión de la temporada de cosechas. El índice de precios al consumo bajó del 7,4% en julio al 5% en septiembre. Creemos que la inflación alcanzará el 4,5% el próximo año, gracias a los fuertes efectos de base. Esto debería permitir al banco central recortar su tipo de interés oficial hasta 100 puntos básicos en 2024.
Un programa de reformas comprometido
Quizá el mayor atractivo sea el compromiso del Gobierno con su programa de reformas. Destaca la relajación de las restricciones a la inversión extranjera y la legislación sobre quiebras.
Mientras tanto, el Impuesto sobre Bienes y Servicios ha creado un mercado común en los 36 Estados de la Unión. El resultado ha sido una mayor eficiencia del comercio interior, así como el apoyo al crecimiento de los ingresos y la consolidación fiscal. El federalismo competitivo, en virtud del cual los Estados tienen más autonomía política, ha aumentado la atención prestada a la competencia local. Esto reduce el despilfarro y mejora la asignación de recursos.
Podría decirse que la política más fructífera de la India es su amplio ecosistema digital. Esto incluye la Infraestructura Pública Digital, una colección de plataformas digitales de cara al público que están mejorando muchos sectores de la economía. Los beneficios son considerables. Por ejemplo, según el Fondo Monetario Internacional, las cuentas bancarias vinculadas digitalmente redujeron drásticamente las pérdidas por corrupción en 34.000 millones de dólares, o más del 1% del producto interior bruto de la India, entre 2013 y marzo de 2021. Existen beneficios adicionales en áreas como el comercio electrónico, la ampliación del acceso a la banca y al crédito, y el fomento de la innovación.
Un último beneficio reside en China. Las crecientes tensiones con EE.UU. han provocado que la mayor economía del mundo pivote hacia India. Entre las áreas de cooperación destacan la tecnología y la transición a las energías limpias. Ambos son motores clave de crecimiento para India.
Implicaciones para la inversión
Creemos que el fortalecimiento de la economía india y las reformas en curso seguirán respaldando los fundamentales del crédito. A su vez, la creciente confianza en su capacidad para gestionar los principales riesgos crea un entorno receptivo para los inversores extranjeros. La decisión de JP Morgan de incluir a la India en su índice de referencia impulsará aún más las entradas.
Para los inversores, el aumento de la accesibilidad significa una mayor diversificación y exposición a un mercado de renta fija relativamente estable, de alto rendimiento y de gran tamaño, de un país en rápido crecimiento que ha obtenido sistemáticamente mejores resultados durante muchos años.