Recientemente, el Reino Unido ha vuelto a protagonizar portadas por un conjunto de razones equivocadas, lo que ha vuelto a poner en aprietos a la "madre de todos los parlamentos".
Sin embargo, aunque entre bambalinas y pasando un poco desapercibido, el Comité de Política Financiera (FPC) del Banco de Inglaterra se ha dedicado a liderar y preparar la economía de una forma prudente para encarar el esperado fin de ciclo en 2023 y 2024. La función del FPC es supervisar y tomar medidas para eliminar o reducir el riesgo sistémico en el sistema financiero del Reino Unido. La semana pasada dio instrucciones a los mayores bancos y sociedades de crédito hipotecario del Reino Unido para que aumenten su colchón anticíclico (CCyB) del 1% al 2% dentro del periodo de transición normal de 12 meses, es decir, antes del 5 de julio de 2023.
Este colchón pretende crear una base de capital adicional y flexible para los bancos, que puede aumentarse en periodos benignos y liberarse en periodos de tensión económica, proporcionando así liquidez adicional al sistema cuando más se necesita. La decisión del FPC eleva el nivel del CCyB del Reino Unido a uno de los umbrales más altos de Europa, situándose sólo por detrás de Noruega, con un 2,5%, y alcanzando un punto significativamente más alto que Francia (0,5%) y que Alemania (0,75%).
Los bancos británicos no deberían tener muchos problemas para reservar este capital adicional en los próximos 12 meses y, de hecho, la mayoría podrá hacerlo mucho antes de la fecha límite, que se ha establecido en julio de 2023. Se calcula que, por cada aumento de 25 puntos básicos de los tipos de interés, los tres mayores prestamistas de High Street (Barclays, NatWest y Lloyds) experimentan un aumento total de los ingresos en 12 meses de alrededor de 1.000 millones de libras, debido al aumento de los márgenes de intereses netos, etc.
El 1% adicional de capital amortiguador no sólo reconfortará a los tenedores de bonos de los bancos, sino que también ayudará a la economía británica en general en caso de recesión económica, ya que los bancos tendrán más posibilidades de mantener el mecanismo de transmisión en pleno funcionamiento. Esta noticia es apenas digna de competir con las portadas de los tabloides, dados los acontecimientos actuales, pero es otra buena noticia para los inversores en bonos y debería ser aplaudida por los participantes en el mercado.