La tecnología es sin duda una megatendencia trasversal que abarca prácticamente todos los sectores de la economía. Invertir en tecnología es por tanto un concepto muy amplio que deberemos concretar y en este caso nos vamos a centrar en el desarrollo de baterías. Las baterías son un requisito previo para muchas tendencias importantes, como la movilidad eléctrica y la transición hacia una economía sostenible. Invirtiendo en baterías nos estaremos posicionando tanto en el sector tecnológico puramente, como en la comunicación, movilidad sostenible o el desarrollo de energía renovable y alternativa. Las baterías, la mejora de su operatividad, eficiencia, sostenibilidad, capacidad, desarrollo y adaptabilidad marcarán el futuro de la economía en la misma medida que ahora lo está marcando el desarrollo y mejora de los microprocesadores. Varias empresas se dedican a investigar las tecnologías necesarias y ya producen baterías eficientes. Las empresas que suministran materias primas para la producción de baterías también forman parte de este universo de inversión.

La propuesta que hacemos para posicionarse en el negocio del desarrollo de baterías a largo plazo es a través del L&G Battery Value-Chain UCITS ETF (IE00BF0M2Z96), un ETF que replica el índice Solactive Battery Value-Chain comprando todos sus componentes, es decir, busca una réplica perfecta. Se trata de un ETF que cumple la normativa UCITS, con pasaporte europeo, cotizado en USD, de acumulación y por tanto no hay reparto de dividendo, sino que se acumulan y reinvierten en el fondo. Los activos gestionados a fecha de este informe suman 1.043,9 millones de euros, se lanzó el 23 de enero de 2018 y está domiciliado en Irlanda. Su cotización a fecha de este informe es de 17,10€/participación.

Sus 10 posiciones principales suponen el 40,75% de la cartera total del fondo:

Peso distribuido por países:

 Y por sectores:

En cuanto al riesgo, en la escala 1-7 de UCITS, este ETF tiene un riesgo de nivel 5. Con una volatilidad a 3 años del 18,54% y a un año del 17,44% y un máximo drawdown (o pérdida máxima) en los últimos tres años del -20,62% y del -13,56% en el último año. El Tracking Error (volatilidad de la desviación del fondo respecto a su benchmark) de 7 en cómputo trianual y 4,10 a un año, con Beta de 0,90.

Rentabilidad:

Medidas de rentabilidad ajustadas al riesgo: Ratio de Sharpe en 0,24 a tres años y 0,21 a un año; Ratio de información 0,16 a tres años y 0,80 a un año y Ratio de Sortino (relaciona la rentabilidad del ETF con la rentabilidad libre de riesgo) de 0,25 a tres años y 0,21 a un año.  Los gestores del ETF consiguen generar Alpha de 1,40 a tres años y 3,12 a un año.

Por el lado de los gastos, la ratio de gastos totales (TER) del ETF es del 0,49% sobre la inversión anual.  

Se trata de un activo por tanto que nos posiciona en la tecnología de desarrollo de baterías y componentes, con una buena diversificación por compañías, también por geografías y con buenos ratios de rentabilidad ajustados por riesgo.

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