Las valoraciones de las acciones sanitarias son atractivas teniendo en cuenta sus sólidos fundamentales.
En 2024, los inversores se distanciaron de un sector salud que se situó muy a la zaga de los mercados de renta variable globales y estadounidenses durante todo el año. Esto provocó que su representación en el índice MSCI World se redujera hasta el 10,7%, su nivel más bajo en más de 10 años (Gráfico).
Las acciones sanitarias acusaron la volatilidad provocada por factores como la incertidumbre relacionada con las políticas, que no se ha disipado desde las elecciones estadounidenses. Por tanto, son muchos los inversores que ahora se preguntan cómo afectarán a las empresas del sector salud los cambios en las políticas del nuevo gobierno.
Las acciones sanitarias están tocadas, pero son robustas
A nuestro juicio, esta preocupación no refleja la evolución de los valores fundamentales de las empresas del sector, que siguen siendo más resilientes de lo que se cree. De hecho, aunque las valoraciones PER del sector salud se han reducido, las estimaciones de beneficios han mejorado sustancialmente. Dadas las sólidas perspectivas, creemos que los inversores activos en renta variable todavía pueden encontrar empresas con un sólido potencial de crecimiento y a unos precios históricamente atractivos.
El sector salud es diverso, por lo que los inversores pueden ampliar mucho su radio de búsqueda para encontrar empresas de calidad. No obstante, la selección de valores sigue siendo fundamental, ya que, en condiciones similares, no todas las empresas del sector salud consiguen prosperar. Por ejemplo, algunas de ellas están estrechamente ligadas a las tendencias de consumo discrecional, mientras que otras tienen éxito gracias a avances tecnológicos como la inteligencia artificial. Asimismo, puede que una empresa tenga un modelo de negocio sólido y unas perspectivas favorables, pero siga asfixiada como consecuencia de una desaceleración económica en sus mercados principales.
Creemos que las empresas con productos y servicios innovadores, capaces de abordar los graves problemas a que se enfrentan los sistemas sanitarios, terminarán ganando. Para nosotros, invertir en crecimiento a largo plazo no consiste en encontrar la próxima cura revolucionaria, sino en descubrir empresas con negocios de alta calidad y una rentabilidad constante, ya sean proveedores de servicios sanitarios, fabricantes de equipos médicos u otros.
Ventajas del sector salud más allá de unos precios atractivos
Creemos que las valoraciones extraordinariamente bajas que tenemos actualmente apuntan a una vitalidad infravalorada que podría ofrecer puntos de entrada interesantes a los inversores que sepan dónde buscar. No obstante, el sector salud no solo ofrece valoraciones atractivas. Por ejemplo, el carácter defensivo de las acciones sanitarias también puede servir de contrapeso para una cartera en un contexto de incertidumbre económica, sobre todo si la inflación y los tipos de interés permanecen más tiempo en niveles altos. También está el potencial alcista de empresas con fundamentales sólidos que creemos debería recompensar el mercado a medida que empiece a ampliar su foco más allá de un grupo reducido de empresas tecnológicas.
¿El clima político neutraliza esas ventajas? Teniendo en cuenta la ajustada mayoría del partido Republicano en el Congreso, vemos improbable que en un futuro próximo se promulgue una legislación disruptiva para el sector salud. Además, el nuevo responsable del Departamento de Salud y Servicios Humanos ha relajado su postura sobre varios temas candentes, como las vacunas, y ha señalado que la seguridad alimentaria es una prioridad.
El sector salud podría seguir acusando volatilidad durante un tiempo y, sin lugar a dudas, hay que vigilar los riesgos políticos y de políticas a corto plazo para las acciones sanitarias. Sin embargo, creemos que centrarse en empresas de alta calidad en el conjunto del sector salud puede ayudar a los inversores a encontrar acciones con un potencial de rentabilidad a largo plazo que difícilmente se verá frustrado por los cambios en las políticas.