2021 fue un año volátil en China

El país no solamente lidió con el surgimiento de la variante Delta, la escasez de energía, sino que también adoptó una serie de medidas severas auto-inducidas contra la expansión desordenada del capital. La experiencia de 2021 nos muestra que las autoridades chinas parecieron estar decididas a reducir la dependencia de la economía de la inversión en el sector inmobiliario y orientarla hacia el consumo de más bienes y servicios nacionales. Dado que esto claramente no funcionó según lo planeado, las autoridades chinas finalmente tiraron la toalla a finales de 2021 y movilizaron fuerzas para volver a estimular la economía.

Es así que la reestructuración económica de los recursos desde el sector inmobiliario hacia la agricultura, la energía y la tecnología será un proyecto a más largo plazo de lo previsto originalmente por China Inc.. Asimismo, es ampliamente evidente que, en 2022, el año del Tigre, las autoridades chinas tienen una agenda a favor del crecimiento que ha dado paso a una política renovada de flexibilización, estando dispuestas a utilizar las herramientas cuando sea necesario.

La baja presión inflacionista deja la puerta abierta para una mayor flexibilización monetaria
 

Las condiciones financieras favorables en China han sido un importante viento de cola para el crecimiento económico, lo cual debería reflejarse en 2022. La inflación parece ser menos preocupante en China que en EE.UU. Los resultados del IPC más reciente (inflación de precios al consumidor) y la inflación de precios al productor (IPP) de China fueron más bajos de lo esperado en diciembre, lo que permitiría al Banco Popular de China (PBoC) una mayor flexibilidad para la economía de modo más pronunciado y revertir el debilitamiento de la demanda. Además, la brecha IPP-IPC debería reducirse aún más en 2022, respaldando una mayor expansión del margen en sectores industriales clave de la economía. El 16 de enero de 2022, el PBoC recortó la tasa de préstamos a medio plazo (MLF) de 1 año y la tasa repo inversa a 7 días en 10 puntos básicos (pbs) e inyectó 290 mil millones en liquidez.

Según Reuters News, se espera que el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano-Rural redacte un posible plan de nuevas reglas relacionadas a la supervisión local de las cuentas de fideicomiso, lo que permitiría un acceso más fácil a los fondos de fideicomiso para ayudar a los desarrolladores inmobiliarios cumplir con sus obligaciones de deuda, pagar a los proveedores y financiar operaciones. Mirando hacia adelante, esperamos ver una mayor flexibilización monetaria a través de una reducción de los tipos de interés de 25 pbs, seguida de un recorte de la RRR de 50 bps durante el primer semestre de 2022. 

Convicción de China en el año del Tigre

En 2021, el MSCI China quedó muy rezagado con respecto al índice MSCI World en un asombroso 43%. La incertidumbre en torno a los obstáculos regulatorios que enfrentaron las empresas chinas a nivel doméstico, la crisis inmobiliaria y las distorsiones relacionadas con la COVID-19 han sido algunos de los motivos clave que explican el bajo rendimiento de China frente al resto del mundo. Si bien es difícil descartar la posibilidad de más obstáculos regulatorios, esperamos que disminuyan con la culminación del 20º Congreso Nacional del Partido Comunista chino, tal como ha sucedido en ciclos políticos anteriores.

Curiosamente, el rendimiento de las acciones de Clase ha variado a lo largo de los años, tal como se puede observar en el gráfico a continuación. Por lo tanto, creemos que es importante obtener un acceso a China a través de una exposición más diversificada a todas las acciones de Clase.

Al 31 de diciembre de 2021, el índice MSCI China cotiza con un 38% de descuento con respecto al MSCI World en función de la relación precio/beneficio (P/E) futura. Evidentemente, la renta variable china cuenta con valoraciones atractivas frente al resto del mundo y, a medida que las condiciones monetarias se vuelven más propicias y los obstáculos normativos desaparecen, esperamos que la renta variable china se equipare con el resto del mundo.

Los sectores que se vieron afectados el año pasado, tales como el de consumo discrecional (dado que contiene las mayores plataformas de comercio electrónico y empresas de tutoriales), el de servicios de comunicación (ya que contiene algunas de las mayores empresas de medios de Internet) y el de tecnología de la información (debido a la decepcionante producción de teléfonos inteligentes a causa de la escasez mundial de chips) son los que ofrecen la mayor oportunidad alcista para 2022. El índice S&P 500 China ofrece una exposición más equilibrada a sectores críticos para la transformación a largo plazo de China frente a selectivos similares, tales como el de la tecnología de la información (14.9%), el industrial (13.4%), el de consumo discrecional (14.3%), consumo básico (9.3%), salud (8.4%) y Servicios de Comunicación (8.5%).

Conclusión

En WisdomTree, esperan que 2022, el año del Tigre, sea otro cambio de suerte para China, al igual que 2021 fue un cambio con respecto a 2020. Lo que les hace confiar en el cambio es: los esfuerzos renovados de China en su flexibilización de políticas, la menor presión inflacionista en Asia y un alivio gradual de los obstáculos regulatorios a lo largo del año. No obstante, el mayor riesgo en sus perspectivas radica en la aparición de variantes de COVID-19, las cuales son difíciles de predecir.