Es importante clasificar correctamente. Marco Polo, cuando estaba en Sumatra, pensó que había visto unicornios. “Casi tan grandes” como los “elefantes salvajes”, escribió en su libro “Los viajes”. Sin embargo, lo que realmente Polo vio fueron rinocerontes.
Durante todo el mes se han escrito obituarios por las Finanzas Descentralizadas (DeFi). En el espacio relativamente nuevo de los “préstamos criptográficos”, ha sido evidente la exposición de muchas firmas (como por ejemplo BlockFi, Celsius, Voyager Digital, etc.) a la liquidación del fondo de cobertura Three Arrows Capital. Sin embargo, no todos los animales con cuernos son unicornios, y no todas las empresas que operan en los rieles criptográficos son “DeFi”.
Presentando la taxonomía de activos digitales de WisdomTree
Para comprender lo que está sucediendo, es conveniente consultar lo que se plantea en el siguiente esquema. WisdomTree ha desarrollado su taxonomía de activos digitales de WisdomTree precisamente para este propósito. Esto se describe detalladamente en el informe Insights de WisdomTree publicado recientemente y titulado “Una nueva clase de activo: invertir en el ecosistema de activos digitales”. Esta taxonomía:
- Clasifica los activos digitales en categorías distintas y fáciles de entender.
- Ayuda a comprender la oportunidad de inversión de cada activo digital a través del prisma de la categoría a la que pertenece (es decir, el “caso de uso”)
- Permite elaborar un modelo de inversión para cada activo concreto, con sus oportunidades, riesgos y métricas relevantes a supervisar
Las “DeFi” son uno de los ocho segmentos de la taxonomía. A ellas se unen otros segmentos como: las plataformas de contratos inteligentes, los tokens no fungibles (NFT) y una algo difusa categoría de “miscelánea”.
Volviendo a las DeFi, se puede utilizar la siguiente definición: “las finanzas descentralizadas ofrecen instrumentos financieros sin depender de intermediarios financieros como brokers, bolsas o bancos mediante el uso de contratos inteligentes en una cadena de bloques”.
La parte más importante de esta definición es la referencia a la “utilización de contratos inteligentes en una cadena de bloques”. Esto conlleva una serie de implicaciones. En primer lugar, se pueden auditar las participaciones en cualquier momento debido a la naturaleza transparente de los libros contables distribuidos (cadenas de bloques) y el código de contrato inteligente de fuente abierta. En segundo lugar, las reglas del contrato son muy claras. Quienes usan estas aplicaciones DeFi lo hacen en posesión de su par de claves pública/privada, lo que significa que ellos mismos custodian sus activos y deciden cuándo y cómo pueden utilizarse.
Esto es muy diferente a las entidades, como Three Arrows Capital (3AC), que han causado tanta conmoción durante el último mes.
Las DeFi son muy diferentes a las finanzas centralizadas (CeFi), que a veces se denominan finanzas tradicionales (TradFi). En la actualidad, la dificultades que estos dos conceptos se están esfumando a medida que las empresas financieras tradicionales integran la tecnología de contabilidad distribuida en sus operaciones.
Entonces: ¿qué es 'DeFi' y qué no lo es?
A pesar de que el colapso de UST/LUNA de Terraform Lab estuvo totalmente vinculado al espacio de activos digitales, es discutible si se lo enmarca dentro de las “DeFi” o no. Clasificada formalmente como una “plataforma de contrato inteligente de capa 1”, según la taxonomía de activos digitales de WisdomTree, la red LUNA se utilizó para emitir la “stablecoin” de UST antes de su colapso. De esta forma se entrecruzaron segmentos de la taxonomía: LUNA, que constituye una criptodivisa de red de capa 1 y UST, una stablecoin. LUNA pasó de tener una capitalización de mercado de alrededor de 41 mil millones de dólares a principios de abril de 2022, a una de solamente 300 millones de dólares a mediados de mayo. En su punto más alto, la cantidad de UST en circulación superó los 18 mil millones de dólares. El 1 de julio de 2022, 1 UST se cotizó a 4 centavos por dólar.
El colapso de UST/LUNA dejó expuestas a varias entidades en la relativamente nuevo sector de los préstamos criptográficos. Se pensaba que 3AC tenía más de 200 millones de dólares en exposición a LUNA, aunque es difícil saberlo con certeza. Entidades como Three Arrows Capital no aparecen en la taxonomía. Esto se debe a que no emiten su propio token ni gestionan una infraestructura de “cadena de bloques”. Three Arrows Capital es (era) un fondo de cobertura que tomó posiciones largas apalancadas en una clase de activos altamente volátil, y perdió. El resultado no resulta sorprendente.
Un caso de estudio más interesante es el del criptoprestamista Celsius, que suspendió los retiros a raíz del desastre de 3AC citando “condiciones de mercado extremas”. Lo interesante de Celsius es que tenía emitido su propio token CEL. Los acreedores podían optar por que se les reembolsara su interés en el token CEL, el cual ha perdido el 88.5% de su valor desde su máximo histórico. Como resultado, el token CEL se clasificó en la taxonomía de activos digitales de WisdomTree como un token “DeFi” utilizado para “préstamos”. Celsius es (era) una entidad incorporada en el Reino Unido. Está en la línea entre una compañía de préstamos centralizada, y a su vez, poseedora de su propio token criptográfico.
Esto contrasta con el criptoprestamista BlockFi, que comenzó a recortar laplantilla antes de revelar que era una de las compañías involucradas en la liquidación de posiciones pertenecientes a 3AC. BlockFi no tiene su propio token, ni tiene mucho que ver con las redes de activos digitales, salvo que prestaba los activos digitales de los clientes a otros intermediarios.
Otro ejemplo similar es el del broker de criptomonedas Voyager Digital, que reveló que 3AC no podía hacer frente a los pagos de un préstamo de 15.250 BTC, por un valor aproximado de 305 millones de dólares, y 350 millones de dólares en USD Coin (USDC). Voyager se declaró en bancarrota escundándose en el capítulo 11 el 6 de julio. El market-maker y prestamista, Genesis, puede tener cientos de millones de dólares de exposición a 3AC. Ninguna entidad tiene su propio token, pero hay que tener en cuenta que Voyager estaba operando con las llamadas “stablecoins” (es decir, el USDC de Circle regulado en EE. UU.). Incluso en el segmento de “stablecoin” de la taxonomía de activos digitales de WisdomTree, hay muchos matices.
Las DeFi están muertas: ¡larga vida a las DeFi!
Los turbulentos acontecimientos de junio y julio han tenido un lado positivo. Los acontecimientos han demostrado las fortalezas de muchas aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi) (por ejemplo, Compound, Aave, Maker), que siguen funcionando sin problemas. Las posiciones se liquidaron, cuando fue necesario, utilizando scripts informáticos automatizados (“contratos inteligentes”) para llevar a cabo lo que puede ser un negocio desordenado.
Estas aplicaciones han tenido un tiempo de actividad las 24 horas del día, los 7 días de la semana, han funcionado según lo diseñado y son globalmente accesibles para cualquier persona con un teléfono móvil y conexión a Internet. Estas aplicaciones proporcionan una transparencia y auditabilidad que a menudo no están presentes en el sistema financiero tradicional.
Solo al clasificar correctamente las criptodivisas, las redes y los tokens, se puede ver dónde se encuentran los verdaderos problemas y oportunidades. Esto es lo que hace la Taxonomía de Activos Digitales de WisdomTree.
Clasificar todas las insolvencias de la industria de préstamos criptográficos como “DeFi´s” sería como confundir a todos los animales con cuernos con rinocerontes.