¿Cuáles son los momentos dulces y momentos más agridulces que ha vivido en estos 20 años que lleva en Schroders?

A lo largo de este tiempo he tenido más momentos dulces que agridulces y todo tiene que ver con la propia esencia del sector, las personas, el dinamismo, la innovación que hay detrás y su capacidad de reinvención. Esta es precisamente una de las máximas de Schroders. Si bien es cierto que, desde un punto de vista financiero, ha habido momentos duros como las crisis de 2008, 2011 o la pandemia, durante esos períodos he trabajo con personas de las que he aprendido mucho y que me han hecho crecer como profesional. Así que creo que hay más positivo que negativo en estos 20 años. 

Y ¿de ahora en adelante? ¿Cuáles son los retos? 

El año pasado Schroders decidió reorganizar la compañía en cuatro segmentos diferenciados que permitieran añadir más valor a los clientes. Nos dimos cuenta de que un cliente de banca privada o de una gestora no demanda lo mismo que uno de pensiones, una aseguradora o family office. Esto nos permite enfocar en las necesidades de cada cliente para darle una solución adecuada. Dicho esto, en Iberia, el segmento más predominante sigue siendo Wealth. Pero esta segmentación nos permite encontrar oportunidades en otras áreas en las que a día de hoy quizás no estamos tan presentes. 

“El mundo está cambiando, cada cliente tiene una necesidad distinta y conseguir adaptarnos es fundamental” 

¿Cuáles son, a tu juicio, los grandes retos que tiene la industria? 

La industria siempre tiene retos y hay algunos que no cambian. Si bien es cierto que desde 2008 se está dando una consolidación en el sector financiero que hace que haya menos distribuidores, a su vez han aparecido otro tipo de negocios, neobancos, fintech que, aunque no tienen el músculo de los grandes distribuidores bancarios, te diversifican tu negocio

Otro reto tiene que ver con la rentabilidad de las gestoras, de ahí las fusiones y adquisiciones que estamos viendo en el sector. Schroders es suficientemente grande, por el momento, como para seguir solos, gracias también al respaldo de la familia (Schroder) que sigue contando con casi el 50% del capital. Por otro lado, está el auge de los ETF y ahí es importante entender por qué la gente compra esa solución y qué valor añadido podemos dar al cliente. Y, por último, están los activos privados; antes estaban concebidos solo para cliente institucional, pero en el último lustro hemos desarrollado nuevos vehículos que dan acceso a distintos segmentos de mercado. 

¿Qué soluciones están gustando más al mercado? 

A tres y cinco años, más del 70% del dinero que gestionamos bate a sus índices. Esto es importante porque el primer filtro que quiere el inversor es que ofrezcas valor por encima del mercado. En cuanto a estrategias, donde más interés estamos viendo es en renta fija en general y tanto en crédito de alta calidad o investment grade, como monetarios en particular. Por otro lado, llevamos algo más de un año diciendo que el mundo va a cambiar, venimos de unos años donde la beta de bolsa americana ha sido la estrategia ganadora, pero de ahora en adelante hay que mirar el mundo de una forma más amplia, hacia la renta variable global. Creo que el dinero irá hacia allá y, de hecho, esta es la tercera categoría con más patrimonio en gestoras internacionales activas.  

Es una gestora muy fuerte en emergentes, especialmente en Asia. ¿Qué soluciones estáis aportando a vuestros clientes y dónde veis más recorrido? 

La visión global en renta variable que comentaba también incluye mirar a emergentes, creo que esta categoría ha sido la gran olvidada por su rentabilidad en la última década. Si dividimos los emergentes en tres bloques (Latinoamérica, Europa del Este y Oriente Medio), vemos como cada uno de ellos proporciona cosas distintas a los inversores. Latinoamérica ofrece principalmente materias primas, Europa del Este tiene que ver con el crecimiento europeo y Asia es una región por sí sola que tiene consumo, clase media…etc. Donde estamos viendo más oportunidades es en todo lo que tiene que ver con Asia y China en particular. Si bien es cierto que hay problemas estructurales que tardarán tiempo en desaparecer, vemos que los datos empiezan a ser algo mejores. A la hora de invertir en la región recomendamos invertir en Asia en general porque si solo te expones a China te perderías el auge de la tecnología a la que Taiwán o Corea tienen gran exposición. 

¿En qué lugar queda Europa? 

Europa tiene un gran hándicap. Aun siendo una región suficientemente grande, sigue estando fragmentada en términos de países. Y esa es una gran diferencia con China o Estados Unidos. A mí me sorprende que cuando se habla de tecnología se hable de Estados Unidos, Taiwán o Corea del Sur, pero no se habla de Europa cuando tenemos compañías realmente punteras. Creo que, ya que tenemos un mercado único europeo, deberíamos presionar para que las compañías sean más relevantes y puedan luchar de tú a tú con el resto de regiones. Draghi decía recientemente que se necesitaría una cantidad ingente de dinero, dos veces el Plan Marshall, para llevar a la economía europea donde debería estar. Es algo fácil de poner en un papel, pero es difícil poner de acuerdo a tanta gente para poder ejecutarlo. Por otro lado, es cierto que hemos perdido algo de protagonismo en términos macroeconómicos a nivel mundial.

¿Qué crees que viene a solucionar Mifid3?

Ha cambiado el rumbo por dónde parecía que iba a ir la regulación y por dónde está yendo. En general, pensamos que el concepto es positivo, pues se trata de proteger al inversor minorista e intentar que un mayor número de inversores entren en el negocio, algo que es bueno para todos. Pero ¿cómo consigues eso? Teniendo en cuenta que parece que la prohibición de comisiones no va a llegar, al menos como estaba estipulada, el tema que quizás más nos preocupa tiene que ver con los índices de referencia. Si eres una industria dinámica e innovadora tienes que ir adelantándote a lo que hay, y si vas a crear un producto nuevo del que no hay índice ¿cómo lo van a medir? Y si realmente lo van a medir ¿cuántas comisiones cobrará cada gestora? Es un tema complicado que podría poner presión sobre las comisiones y favorecer la gestión pasiva lo que, a nuestro juicio no es la solución más óptima por sí sola.

¿Cómo estáis trabajando todo lo que tiene que ver con sostenibilidad? 

La sostenibilidad para Schroders no es nada nuevo: desde hace 25 años forma parte de nuestros procesos de inversión, aunque es verdad que en los últimos seis ha habido un auge exponencial de la misma. Para nosotros consiste en entender, en cada una de las empresas, qué riesgos conlleva desde el punto de vista medioambiental, social y de gobernanza. De esta forma valoramos si pueden verse beneficiadas respecto a la competencia o tienen algún riesgo. En ese auge que comentaba, los clientes nos pedían que la gestión fuera más allá, que tuvieran exclusiones o que fueran compañías ejemplares desde el punto de vista de la sostenibilidad o, en caso más extremo, que fueran inversiones de impacto. Nosotros hemos ido lanzando estrategias de agua, alimentación, transición energética o de impacto para dar solución a los clientes pero, quizás en los dos últimos años, los resultados a nivel global no han sido lo que los clientes esperaban. Aquí creo que ha fallado la educación, porque igual que un factor como el crecimiento o el valor no siempre funcionan, la sostenibilidad no tiene por qué funcionar año tras año. Tiene que aportar valor a medio / largo plazo. 

“Seguimos apostando por el crédito de alta calidad y en Europa porque paga más”
 

Venimos de años donde los fondos de rentabilidad objetivo han captado gran parte del apetito inversor. En un escenario de tipos a la baja ¿qué productos deberían buscar los inversores? 

Todo producto que bata la inflación está protegiendo el capital en términos reales. Si eres capaz de estructurar soluciones sin asumir mucho riesgo y por encima de ese nivel de inflación, este tipo de estrategias pueden tener sentido. Quizá sea momento de empezar a extender duraciones, de asumir un poquito más de riesgo para poder conseguir rentabilidades más atractivas. Nosotros seguimos apostando por el crédito de alta calidad y en Europa porque paga más: Las compañías en general tienen menos apalancamiento, están gestionadas de manera más sostenible a largo plazo y es donde creemos que tampoco va a haber grandes sustos. Si esperamos que el crecimiento siga siendo positivo, estas compañías podrán seguir consolidándose y hacer frente al pago de los cupones y el principal. 

¿Cuáles son los números de la gestora actualmente y dónde pensáis estar?

En los últimos resultados semestrales tuvimos récord histórico de activos bajo gestión, superando los 912.000 millones de euros, que es bastante positivo. Es cierto que parte de este crecimiento ha venido acompañado del buen comportamiento de los mercados, pero sí que hay tres motores que están haciendo que siga aumentando: el primero es la gestión patrimonial, principalmente en Reino Unido, que es donde tenemos banca privada y donde seguimos creciendo. El segundo tiene que ver con los activos privados, que ya suponen más de 100.000 millones de esos 900.000 millones y donde el consejero delegado declaró que aspiraba a que alcanzaran el 25% de los beneficios de la compañía. Y el tercer punto tiene que ver con soluciones: el mundo está cambiando, cada cliente tiene una necesidad distinta y conseguir adaptarnos es fundamental. En cuanto a la oficina de España, desde donde cubrimos España, Portugal y Andorra, está siendo un buen año, con 7.166 millones a cierre de junio, pues nos está beneficiando la reputación que tiene Schroders en la Península Ibérica.