Como ocurre siempre en la historia, en este tipo de caldo de cultivo se han gestado algunos cambios políticos importantes; en este caso, la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y la amenaza de que algo así podría ocurrir también en otros países europeos, solo hay que mirar al Reino Unido.
Sus promesas
Como explica David Kohl, el estratega de Julius Baer en Alemania, “el liderazgo de los republicanos aumenta las posibilidades de un incremento de la inflación el próximo año, incluso el crecimiento podría aumentar gracias al gasto público y el recorte de impuestos”.
Subida de tipos
Cuando ocupe la presidencia el próximo día 20 de enero probablemente las firmas de análisis habrán variado sus previsiones sobre todo lo que podría ocurrir en los mercados a partir de ahora. Una de las cosas que probablemente el mercado está variando cada minuto que pasa es la evolución de los tipos de interés.
Si hasta hace 48 horas los mercados descontaban una subida de tipos de interés por parte de la FED en su próxima reunión del día 14 de diciembre, la situación parece haber cambiado radicalmente con la victoria del próximo presidente. Los futuros, por ejemplo, descartan ahora que la institución que dirige Janet Yellen suba los tipos.
Las críticas de Trump sobre la institución y la labor de los distintos gobernadores del banco central durante la crisis han sido muy duras. Ahora se prevé que Janet Yellen no renueve en el cargo cuando se acabe su mandato en 2018.
Bajo el presidente demócrata más televisivo de EE.UU. desde Ronald Reagan se espera una mayor inflación y, por lo tanto, un aumento más rápido de los tipos de interés. Lluvia de mayo para los bancos americanos. De hecho, la esperanza de subida de tipos en diciembre ya había provocado subidas en bolsa para estas entidades en los últimos meses.
Es más, algunas de ellas como JP Morgan o Bank of America están muy cerca de sus máximos de 12 meses. El que más sube en el año, no obstante es Morgan Stanley, que se revaloriza casi un 15%.
No es de extrañar que la esperanza de una subida de tipos haya animado las cotizaciones de unas entidades que boquean por unos tipos de interés que les ayuden a mejorar márgenes y rentabilidad. Lo cierto es que la reestructuración del sector durante la crisis les ha ayudado mejorar significativamente sus niveles de capital. Morgan Stanley, por ejemplo, tiene un Tier 1 del 19%, según los datos de Facset.
Los ROEs (Rentabilidad sobre Activos Propios), el dinero que rentabilizan del capital de los accionistas, sigue deprimidísimo, la mayor parte de las entidades cotizan a un múltiplo del 6%. La evolución de los márgenes también sigue bajo mínimos, tal y como se puede ver en el gráfico.
En este entorno favorable para la inflación y los bancos, los grandes bancos americanos tienen una recomendación media de sobreponderar, aunque el que presentaría un mayor potencial de todos es Citigroup, con apenas un 8%. ¿Ha pasado ya la oportunidad?. Tal y como se puede ver en el siguiente gráfico, la mayor parte de las entidades tienen un potencial negativo.
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