El DOW JONES sube un 0,40% hasta los 32.533 puntos en la apertura, por el 0,47% que se anota el S&P 500, en 3.788 puntos. El NASDAQ 100, por su parte, avanza un 0,57% hasta los 10.535 puntos.
Wall Street viene de una fuerte sesión el pasado viernes, con el Dow subiendo 400 puntos, o un 1,3%. El S&P 500 y el Nasdaq Composite también subieron más de un 1% cada uno. Sin embargo, este empujón no evitó que los principales índices neoyorquinos cerrarsen la semana con pérdidas. El Dow puso fin a una racha de cuatro semanas de ganancias por los temores a la subida de tipos.
El mercado pone sus ojos ya en las elecciones de mitad de mandato (midterms) del martes, que determinarán qué partido controlará el Congreso y la dirección del gasto público futuro. Los demócratas controlan actualmente la Cámara de Representantes y tienen mayoría en el Senado. Una barrida republicana podría significar un mayor apoyo a las empresas de petróleo y gas.
“Si nos remontamos a 1929 y excluyendo la Gran Depresión, algunos de los mejores rendimientos anuales del S&P 500 se han visto cuando el presidente en funciones no tiene pleno control sobre ambos lados del Congreso”, explican Megan Horneman, CIO de Verdence Capital Advisors, y Leo Kelly, CEO. “Esto puede deberse a que los mercados no esperan grandes cambios en la legislación con un Congreso dividido”.
En el frente económico, los inversores esperan que el informe del IPC del jueves ofrezca más información sobre los esfuerzos de la Reserva Federal para controlar la inflación. En ese sentido, una cifra más elevada de lo esperado podría señalar a los inversores que el giro en la política monetaria podría estar más lejos de lo que se cree.
“[Para] que los mercados de renta variable y de renta fija igualen el comportamiento de la inflación tras el pico señalado en la tabla, la inflación tiene que seguir bajando, y a un ritmo más rápido del que hemos visto hasta ahora. Hasta que la Reserva Federal no indique que el ‘pivote’ está cerca, las cosas podrían seguir siendo difíciles”, avisa Ross Mayfield, analista de Baird, en una nota.
En el ámbito empresarial, los inversores deberán seguir de cerca la cotización de Apple, después de que la compañía haya anunciado que la producción del iPhone se ha reducido temporalmente debido a las restricciones de Covid-19 en China.
En concreto, Apple ha explicado en un comunicado que las restricciones por la Covid-19 han afectado temporalmente a la principal planta de ensamblaje de iPhone 14 Pro y iPhone 14 Pro Max, ubicada en la localidad china de Zhengzhou, que actualmente está operando con una capacidad “significativamente reducida”, por lo que los clientes “experimentarán tiempos de espera más largos para recibir sus nuevos productos”.
Otro gigante tecnológico, Meta (Facebook), que ha perdido un 73% en lo que va de año hasta el cierre del viernes y es la que peor se comporta en el índice S&P 500 este año, podría anunciar despidos a gran escala esta semana, según una información de The Wall Street Journal. Las acciones suben casi un 4,22% en la apertura.
Los movimientos corporativos también animan el mercado, con el anuncio de que Ouster se fusionará con su rival Velodyne Lidar en una operación de iguales, en la que los accionistas de Ouster y Velodyne poseerán cada uno el 50% de la empresa combinada. Ouster sube un 5,1%, mientras que Velodyne se revaloriza un 5,6%.
Por otra parte, la temporada de resultados trimestrales está llegando a su fin ya en Wall Street, con la mayoría de empresas del S&P 500 habiendo presentado ya sus cuentas. No obstante, todavía quedan algunos nombres relevantes, como Palantir Technologies, Activision Blizzard, Lyft y Take-Two Interactive.
Berkshire Hathaway sube un 1,5% después de que el hólding de Warren Buffett haya presentado unos beneficios mejores de lo esperado, con unos ingresos que también superaron las previsiones del mercado. Sin embargo, Berkshire registró una pérdida general, ya que la caída del mercado bursátil mermó el valor de su cartera de inversiones.
En los mercados de renta fija, las rentabilidades de los bonos vuelven a subir este lunes a la espera del dato del IPC del miércoles, con el bono de deuda a diez años ofreciendo un rendimiento de un 4,1713%. El bono a dos años, por su parte, paga un 4,6965%, después de que el pasado viernes llegase a tocar un máximo de 15 años en 4,883%.
Los precios del petróleo se mantienen más o menos estables este lunes, cerca de los 100 dólares por barril, ya que el apoyo de un dólar más débil y la recuperación de las importaciones chinas de crudo se enfrentan a las renovadas preocupaciones de la demanda relacionadas con el estricto enfoque de contención Covid-19 de China.
El barril de West Texas baja un 0,02% hasta los 92,58 dólares, mientras que los Futuros del petróleo Brent de referencia en Europa ceden un 0,27% hasta 98,48 dólares por barril. El Brent y el WTI subieron la semana pasada, un 2,9% y un 5,4%, respectivamente, por las especulaciones sobre el posible fin de las medidas de contención Covid-19. No obstante, las autoridades sanitarias chinas reiteraron el fin de semana su compromiso con un estricto enfoque de contención del virus, lo que desvanece las esperanzas de un repunte de la demanda de petróleo del principal importador de crudo del mundo.
Hoy el dólar pierde algo de fuelle, bajando un 0,64% frente al euro hasta un tipo de cambio de 0,9990 dólares por cada moneda comunitaria.