Se van a cumplir casi dos meses desde que Trump llegó a la Casa Blanca y ya tenemos sobre la mesa aranceles a sus principales socios comerciales, China, México y Canadá. ¿Qué consecuencias podrían tener los aranceles impuestos por el presidente estadounidense en el crecimiento económico de EE.UU y el resto del mundo a corto y largo plazo?
Es una estupenda pregunta, porque en realidad lo que nos enfrentamos es, en nuestro análisis y nuestro marco un poco teórico, a varias décadas de desestabilización. Nosotros en nuestra empresa lo que aplicamos es un marco de geopolítica y, en particular, es algo así como indicar que, lo más importante siempre ha sido la geopolítica, la economía viene después. Durante los últimos 30 a 40 años, bajo la hegemonía de poder político, militar, económico y financiero de Estados Unidos, no nos hemos dado cuenta, nos hemos sentido muy cómodos dentro de esas reglas y pensábamos, por lo tanto, que el mundo era plano, que podíamos expandir directamente todo nuestro comercio. Y, de repente, hemos olvidado que todo esto dependía de que se mantuviera dicho sistema, el principal garante era Estados Unidos, que lo había construido a su beneficio y, desde hace unos años observamos cómo se retrae, cómo empieza un cierto desacoplamiento. En su política, esto significa que pasamos de un orden en el que sólo había una gran potencia a un orden en el que hay, nosotros estimamos, sólo dos potencias, Estados Unidos y China.
Así que lo que observamos es una reconfiguración de todos los sectores económicos, comerciales, financieros, culturales, deportivos, cualquier expresión de la civilización humana, tiene que desacoplarse. Así que, Estados Unidos ha iniciado ese proceso hace varios años y no ocurre, no es flor de un día, son dinámicas que venían larvándose desde hace mucho tiempo. El punto final es esta especie de creación de dos bloques económicos y comerciales, uno alrededor de Estados Unidos, otro alrededor de China.
¿Qué impacto tiene esto a propósito en el corto y en el largo plazo a nivel económico y financiero? En el corto plazo se produce sufrimiento, se produce dolor, porque hay que realterar, hay que modificar todas esas cadenas de suministro y ubicarlas. Estados Unidos quiere tener mayor control en esta competición que tiene con su nuevo rival y significa que quiere acercar todas esas cadenas de suministro, ubicar todos esos espacios de influencia económica y. al mismo tiempo. esto tiene como una consecuencia muy tangible tanto en mercados financieros como en el mercado económico.
¿Qué ocurre en el mercado financiero? Gran parte de las empresas estadounidenses, sobre todo aquellas multinacionales, se han beneficiado durante cuatro décadas de la hegemonía y la expansión global de Estados Unidos. Ergo, eso significa que estaban expuestas a mercados internacionales, con lo cual su cotización y su valoración estaba expuesta a la idea de que podían llegar a cualquier parte del mundo. En este escenario de desacoplamiento, ese espacio geográfico se cierra y son expulsadas de diferentes mercados. Sea, por ejemplo, toda la parte digital en la que China ya no forma parte, sea como respuesta a sus aranceles, de nuevo sus empresas estadounidenses expulsadas de esos espacios, o sea únicamente con el hecho de que se quieren concentrar en cuál es su espacio geográfico. ¿Qué implica eso para mercados financieros? Que nuestro análisis y nuestro opinión es que el S&P 500, el Nasdaq o cualquier otro índice financiero que representa a multinacionales estadounidenses, tiene que sufrir una corrección que puede ser moderada o grande.
Si quieres por hacer como el grosso modo ir al caso más extremo, en tanto que antes su expansión era global, podríamos decir que ahora va a ser la mitad, no va a poder vender en ciertos mercados que son los de China, expulsa al mercado de la Unión Europea, con lo cual podría llegar al extremo, pero esto es muy maximalista, no creemos que vayamos a llegar ahí, de que tienen que sufrir una corrección de casi el 25-30-40%. Esto relacionado con multinacionales y mercados financieros.
Creo que sería sensato, sí creo que hay un cierto consenso de que la corrección va a ser moderada, 10-20%. Y, en este marco debemos entender siempre que ocurren estas reducciones o estas pequeñas pérdidas de valor o estas pérdidas de valor en la bolsa. A veces, se explican por indicaciones como muy coyunturales, pero en realidad lo que marca es la reconfiguración del orden mundial. Estados Unidos antes tiene una exposición a todo el globo terráqueo, dicha exposición ahora se reduce. Entonces, mercados financieros, corrección leve o moderada en los próximos años, sin lugar a dudas, vamos en esa dirección.
Curiosamente, esto va a convivir con una gran actividad económica en el Main Street. Si Wall Street va a sufrir una corrección pequeña o moderada, el Main Street va a sufrir un mayor vigor y mayor crecimiento, porque al mismo tiempo que se retira de dichos mercados también deslocaliza cadena de producción o de industrialización que va a traer a su territorio. Con lo cual, nos imaginamos perfectamente, tanto en el corto como en el medio plazo, que haya una corrección en los mercados financieros media o leve, y sin embargo, un cierto vigor a nivel de empleo, aumento de salarios, si bien es cierto que con una inflación moderada.
¿Puede EE.UU. realmente sostener un modelo económico aislacionista/proteccionista en un mundo cada vez más interconectado y hasta qué punto EE.UU. puede desvincularse de los mercados internacionales de energía sin afectar a su economía?
Si quieres separamos un poco de mercados globales de economía global y luego mercados energéticos que son un punto más particulares. Siempre que se hace esta definición en geopolítica de qué significa ser una gran potencia, la definición es: aquel país que es capaz de puntuar una muy buena nota en todas las dimensiones del poder civilizatorio, es decir, economía, finanzas, tecnología, militar, inteligencia artificial, población.
Según ese baremo, en realidad solo hay dos grandes potencias, son los únicos que son capaces de puntuar en todos estos valores, Estados Unidos y China. ¿Cuál es el particular? Que, obviamente Estados Unidos es uno de los pocos países que tiene la capacidad de conseguir ser o ser casi independiente. Obviamente, tú quieres mantener siempre dependencias hacia afuera, es decir, que el resto de países te compre y tú al mismo tiempo minimizar cuáles son tus dependencias de terceros. La mayor dependencia de terceros que Estados Unidos ha detectado y que es crítica para su supervivencia económica, y por tanto para su seguridad nacional, es el sector de semiconductores.
Yo creo que aquí habéis hablado largo y tendido de la exposición que tiene a la fábrica de TSMC, al ecosistema de semiconductores en Taiwán, y esa es, principalmente, la mayor dependencia que le duele a Estados Unidos. De ahí todos los planes de la administración Biden y de la administración Trump, muy continuistas, muy continuistas en esta dinámica de desacoplamiento de Estados Unidos del resto del mundo, que se trata de la mayor vulnerabilidad, la mayor dependencia que tienen de terceros que le hace daño, en tanto que podría afectar, pongamos una cifra, 7, 10, 15% de la economía de Estados Unidos, que está basada con que exista un suministro rápido, ágil, y seguro de este tipo de productos, puesto que está basada sobre gran parte de su PIB sobre estos insumos digitales.
Así que, nos podemos imaginar que Estados Unidos está en este proceso, por el cual no quiere depender de nadie, la mayor o la dependencia que más le duele, la más dolorosa es la de semiconductores. ¿Puede conseguirlo? Diría que en todas estas áreas de civilización del poder humano da la sensación de que ellos sí que tienen la capacidad interna, pagando el coste, tanto como hemos hablado de las represalias a nivel de expulsión de ciertos mercados que sufrirán sus empresas multinacionales en corrección de valor en bolsa, y pagando el coste a nivel local, que será sobre todo un aumento de la inflación. Ventaja que Estados Unidos, sin embargo, va a recibir o va a generar una gran cantidad de puestos de trabajo, va a implementar sus salarios, y habrá ese desacoplamiento que mencionábamos de Wall Street y Main Street.
En el particular de mercados energéticos, lo más relevante aquí es entender que Estados Unidos desde hace varios años se ha convertido en un exportador neto de energía, un exportador neto de energía. Eso, a propósito de la Unión Europea, nos pone en la contraposición de que nosotros somos consumidores neto de energía, con lo cual vuelve a marcar dos cosas. Primero, la relación de cierta enemistad porque vamos a tener nosotros, desde la Unión Europea, una dependencia excesiva de ese producto. Pensamos lo que se dijo después de febrero y marzo de 2022, que habíamos estado dependiendo en la Unión Europea del suministro de gas y de petróleo ruso. Era una dependencia no querida o en cualquier caso que nos generaba mucha incomodidad. Sería un poco contradictorio para la Unión Europea cambiar uno, un suministrador por el otro, cuando el otro ha demostrado que también es bastante poco fiable.
Así que, puedes imaginar que esta nueva posición de Estados Unidos como exportador neto de energía va a causar nuestro contrapunto de generar un mayor impulso a nuestra agenda de descarbonización. Ya no es una agenda verde, ya no es una agenda contra el cambio climático, que también es una agenda de no queremos depender de combustibles fósiles que entran en nuestras fronteras porque, como hemos visto, nos hace vulnerables a ciertas extorsiones o coerciones. A propósito global, las mismas dinámicas un poco aplican porque, ¿cuáles son los dos principales tractores de la economía a nivel mundial? Tanto China como Estados Unidos.
Durante mucho tiempo, siendo Estados Unidos principal consumidor o un principal agente de este mercado, dejaba al resto de socio cierta capacidad de balancearse entre ellos, pero siempre muy supeditados a cuál era la demanda de Estados Unidos. El particular que ocurre ahora es que tiene la aparición de un nuevo polo que es China, que también en este caso tiene esta similitud con la Unión Europea, que es su condición de consumidor neto de energía. Así que, los países productores que, digamos, están entre medias como Arabia Saudí, Rusia, Irán o Venezuela, que durante mucho tiempo se veían supeditados a qué decidía Estados Unidos, si les compraba, si no les compraba, si les sancionaba, qué tipo de negociaciones realizaban... Ahora de repente toda esta panoplia de actores, Venezuela, Irak, Irán, Arabia Saudí y Rusia, tienen mayor margen porque pueden diversificar mercados.
Entonces, más allá de hacer alguna reflexión clave sobre este asunto en el que nos sentimos un poco más incómodos porque es un tema que no controlamos, las dinámicas geopolíticas aplican. Y es la idea de ya no es únicamente Estados Unidos, es el Estados Unidos que conocimos en los 90, que podían poner a su voluntad sanciones y determinar el futuro de los mercados de petróleo, sino que ahora convive con otro gigante al otro lado del mundo, que genera que los países que están entre medias y que antes exportaban a diferentes sitios, puedan tener mayores opciones.
¿Qué impacto va a tener para la gran potencia asiática, para China, esta guerra comercial entre más potencias?
Creo que los dos, o sea, en geopolítica siempre se dice que lo que realmente marca la actitud de una gran potencia es cuál es a distribución de poder en los alrededores. Lo que ahora observamos es un sistema internacional en el que hay únicamente dos grandes potencias, en este caso Estados Unidos y China, como ya sabemos, y se genera una especie de carrera a la hora de conseguir el mayor desacoplamiento entre dichas economías y la mayor capacidad de independencia y de producción nacional.
La ventaja que tiene China con respecto a Estados Unidos es que ya había iniciado este proceso hace muchos años, en el que quería recuperar tecnología, recordemos el plan 'Made in China 2020-30' o 'China primero', en fin, tenía como todo este aparataje ideológico que marcaba políticas públicas, en la idea de queremos recuperar tecnología del exterior y hacer que todo el mundo dependa de nosotros, nosotros no dependen de nadie.
En el momento en el que Estados Unidos también se lanza a esta competición, surgen puntos de fricción y de conflicto entre ambos. Por ejemplo, la necesidad económica que tiene Estados Unidos de mantener su control, los ciertas influencias sobre Taiwán conflictúa también la necesidad que tiene de semiconductores China en esa región, más además aspiraciones nacionalistas. También conflictúa, por ejemplo, que la presencia de Estados Unidos militar en toda la barrera de islas entre Asia y el Pacífico, es también una zona en la que China quiere manejar o tener cierta oportunidad de control.
Así que, lo que sabemos es que, por lo tanto, vamos hacia el mismo tipo de comportamiento macro, que es desacoplarse del resto del mundo, invertir en capacidades propias, conseguir el máximo de tecnología, conseguir ser absolutamente independiente. Uno podría entrar en particularidades sobre cuál es el desarrollo de la economía china en este momento. Sabemos que se enfrentan a diferentes problemas, como ciertos sectores que están altamente endeudados. En muchas ocasiones, creo que realizamos algún tipo de prejuicio en nuestro análisis cuando decimos que no van a ser capaces de conseguir ciertos hitos científicos e tecnológicos. Creo que ya en las últimas semanas y en los últimos meses, primero por varios logros científicos, tecnológicos y económicos, como pudo ser en inteligencia artificial con la aparición súbita de DeepSeek, como por ejemplo también últimamente, la semana pasada se publicó la noticia de que ya eran capaces de fabricar máquinas litográficas de alta tecnología que competían contra el único proveedor internacional, que era ASML. Lo que observamos es que creo que cuando decimos este particular de China 'no será capaz de' llegar a ese primer nivel de estatus y, sin ser un gran conocedor, lo que vemos es que hay un cierto prejuicio. Y observamos, por tanto, que China tiene las mismas capacidades también, obviamente, enfrentará los mismos problemas que Estados Unidos a la hora de desacoplarse, pero que sin lugar a dudas tiene la voluntad y la capacidad.
Y como nosotros, como europeo, esto nos afecta en tanto que China, en los últimos dos meses, si me permites la procacidad, se está frotando las manos con todo este escenario, porque aquellos actores que son represaliados por parte de Estados Unidos deben buscar alternativas y, en el caso, por ejemplo, a la Unión Europea, una alternativa clara es China. Así que, el comportamiento de la economía o sus líneas de política por parte de Pekín van a ser muy sencillas, es realizar un comportamiento similar al de Estados Unidos, conseguir independencia, pagar el coste en términos de inflación, desacoplarme del comercio de Estados Unidos en tanto que son dependencias que no nos gustan, avanzar en su carrera científica tecnológica, que ya hemos visto que eran nuestros prejuicios, los que nos impedían observar que sí que eran capaces. Y tercero, balancear externamente y buscar nuevos socios, en este caso los afrentados por la administración Trump, entre los que la Unión Europea nos encontramos y nos vamos a seguir encontrando.
Europa podría ser el próximo objetivo de Trump. ¿Cuáles cree que pueden ser las mejores estrategias para que el viejo continente se defienda de las políticas económicas de Trump sin aumentar excesivamente su deuda?
Me parece que esas son las reflexiones más interesantes, porque desde nuestra empresa lo que siempre tratamos de hacer es observar cuál es la distribución de poder y cuáles son las dinámicas globales en este sistema internacional, pero, al final del día, es como cada una de esas decisiones afectan a individuos, personas físicas, personas jurídicas, empresas europeas y luego, nuestros Estados, los Estados miembros de la Unión Europea y la Unión Europea como bloque. Eso es lo más relevante, pensar como toda esta circunstancia te afecta.
De nuevo, Estados Unidos se está desacoplando, así que eso significa que nos impone aranceles. Si reflexionamos un poco a nivel macro, geopolítico y luego bajamos a donde nos sitúa esto, veíamos antes que tenemos esta condición de bipolaridad a nivel internacional, solo dos grandes potencias. Y la Unión Europea tiene este particular que tenemos la suerte de que somos los únicos de las otras potencias un poco menores, que tenemos cierta capacidad de acción. Y aquí me tengo que detener un poco. Las únicas dos grandes potencias son China y Estados Unidos, son aquellas que son capaces de puntuar muy alto en todas las dimensiones del poder humano, sea tecnológico, cultural, deportivo, científico y demás.
El resto de potencias medias puntúa bien en algunas características y muy mal en otra. Rusia puntúa muy bien en militar o puntúa muy bien en energía, puntúa horrible en finanzas, economía, población y demás. India, tres cuartas partes de los mismos haciendo el análisis análogo, puntúa bien en ciertas capacidades como digitales en algunas áreas y demás, pero en otras no tiene ese elenco. Dentro de esa potencia media, la que destaca como un primus interpares es la Unión Europea, porque nosotros tenemos algo de tecnología, una gran base económica y comercial, un alto producto interior bruto y un alto producto interior bruto por persona, con lo cual, somos el mercado más atractivo para el resto y esto es un activo, un activo geopolítico con el que negociar. Bien es cierto que en la área de defensa somos bastante más débiles, en cualquier caso está fragmentada, pero somos los únicos que tenemos cierta capacidad, cierta capacidad de actuar entre estos dos gigantes.
¿Cuál es la estrategia de la Unión Europea entre estos dos gigantes? La de no ser alineada. En realidad, nuestro comportamiento es, en tanto que tratamos de balancearnos entre unos y otros, es muy parecida a lo que ocurrió durante la guerra fría con los países no alineados, lo que se llamó el Tercer Mundo, que no querían depender ni de la Unión Soviética ni de Washington. Nosotros tratamos de no romper relaciones con ninguno de los dos y balancearnos según nos interese.
Entonces, en este proceso en el que Estados Unidos está de imposición de aranceles, desacoplamiento y una especie de rabia, en el sentido de su estrategia un poco más chovinista o protonacionalista o le lleva a tomar ciertas decisiones, nosotros como Unión Europea tenemos que tratar de mantener, de pensar cuál es nuestra posición. Y aquí lo que vemos es, en geopolítica se suele decir este particular de, actuar en el balance interno y en el balance externo.
El balance externo es muy fácil, que es esta idea de reconfiguró mi sistema de alianzas, si antes dependía únicamente de Washington o principalmente, ahora voy a abrir ese abanico y me voy a acercar sobre todo al otro socio comercial como puede ser China o abrir nuevos espacios naturales como puede ser Mercosur, con lo cual en ese particular la respuesta de la Unión Europea es la sensata, la más pragmática, el camino, el camino más sencillo de recorrer.
En el particular de balance interno, lo que tenemos que tratar de hacer es tratar de ser tan independientes hasta donde podamos como están tratando de hacer Estados Unidos. Esa es la lógica, que tenemos que entender los fondos Next Generation o las siguientes inversiones. Este fue un análisis o una previsión de futuro que nosotros hicimos en nuestra empresa en el año 2020 que es, los fondos Next Generation en realidad siempre fueron fondos geopolíticos, que es transicionar hacia una menor dependencia del resto de países.
Y además lo hacemos con un discurso moderado, puesto que nosotros no queremos ni enfadar a uno ni enfadar a otro, por eso la Comisión Europea, que siempre se la ha acusado de ser aburrida o de ser muy lenta, justo ese tono es perfecto. Porque por una parte no queremos ser nosotros los que iniciamos un conflicto, tiene que quedar claro que es Washington que lo inicia y, tercero, nosotros somos de los pocos estados que todavía valoramos el sistema internacional de reglas, el orden liberal basado en ciertos principios para que mostrara al resto de nuestros socios comerciales que Estados Unidos es una fuente de inseguridad y de inestabilidad pero, nosotros en realidad, somos una fuente de aburrimiento y predecibilidad, que si antes bien antes esto era una liability, era un pesar, ahora sin embargo es un grandísimo activo .
Porque si tú eres un país del Mercosur, si tú eres China, no quieres depender de cuál es el estado de humor de una persona al frente de una nación de 350 millones de habitantes, sino que quieres tratar de buscar un socio, en el que sabes que el proceso va a ser proceloso, lento, las dos partes por supuesto van a seguir teniendo intereses legítimos y habrá disputas, pero que las cabezas frías al final, sopesan, y significa que llegarás a ciertos acuerdos.
Si vamos con este marco, al particular de aranceles, nosotros vemos que estamos realizando precisamente lo mismo. Cronología de aranceles. Cuando llega, primero, Trump impone aranceles al 25 por ciento del acero y al 10 por ciento de aluminio, lo hace aduciendo en año 2018 aduciendo razones de seguridad nacional una sección 232 de la acta de seguridad de comercio muy particular. Nosotros, desde nuestro enfoque de respeto al derecho internacional y al mecanismo de Organización Mundial de Comercio acudimos a la OMC, decimos que no hay razón de seguridad nacional para que Estados Unidos imponga, entonces nos sale cierto derecho de represalia, y hacemos un tit for tat, un ojo por ojo, por el mismo tipo de cantidades, si bien es cierto que a sectores distintos.
Llega la administración Biden, en el proceso de reconfigurar disminuye, pero no quita completamente la importancia de esos aranceles y, nosotros, desde la Unión Europea lo que hacemos es suspender temporalmente dichos aranceles. Si ahora ya vamos a las últimas semanas, lo que vemos es que tramos ejecuta los aranceles y los implementa, pasamos a 25 por ciento en acero y 25 por ciento en aluminio, y, nosotros, lo que hemos hecho en esta estrategia que comentábamos antes de nosotros quienes hicimos el conflicto, en realidad no hemos puesto nuevos aranceles, lo que hemos hecho ha sido dejar que expire la suspensión temporal de los aranceles impuestos en el 2018. De nuevo diciendo a nuestros socios en la OMC estamos cumpliendo estrictamente con la legalidad y lo que hacemos es responder ojo por ojo.
No podemos permitirnos que si igual sienta en realiza una acción nosotros tenemos capacidad para responder y dejar esa provocación sin respuesta, pero nuestra posición es siempre negociadora, siempre buscar un tipo de acuerdo dentro del marco. Esta es la situación a fecha de hoy. Comentabas esta noticia de que Trump se ha sentido enfadado y entonces, amenaza con dos particulares, el primero es el aumento de las aranceles 200 por ciento a las bebidas alcohólicas europeas que impactan un sector muy particular, pero de nuevo ahí la Comisión Europea se siente cómoda, porque la reglas de la Organización Mundial de Comercio te permite represaliar, tit for tat, ojo por ojo, y de nuevo lo que hacemos es mostrar que no estamos nada más que respetando el marco.
El problema vendría y, es un poco la siguiente amenaza a la seguridad económica de la Unión Europea, es que Trump amenaza con imponer aranceles recíprocos. El particular de aranceles recíprocos es que es un cajón desastre en el que entran cualquier tipo de categoría, entonces, bastaría en esta argumentación interna que ellos tienen que hacer delante de esos órganos de comercio, decir que el IVA es un arancel, que las sanciones por la gestión del mercado digital, los casos por ejemplo de competencia contra Google o por ejemplo también los casos de competencia en un discurso de odio contra Twitter X y demás, son algún tipo de arancel, y la última sería, por ejemplo decir, que también es un arancel nuestro deseo de imponer lo que se llama el 'carbon border adjustment mechanism' que es el mecanismo de ajuste en frontera a propósito de importaciones cargadas en carbono si se hace un dumping climático.
Ahí, el particular que está diciendo Estados Unidos es ya no voy a aranceles en el que son categorías parecidas tit for tat, ojo por ojo, sino que nos ubica en un escenario en el que Washington dice algo así como, no me gustan las leyes que vosotros como europeos os habéis dado a vosotros mismos, e impongo una sanción que yo mismo determino cuál es su cuantía. Si realiza esto, y todas las indicaciones parecen que van en esta dirección, aranceles recíprocos para la fecha 2 de abril, realmente en la Unidad Europea tenemos un problema, no por falta de creatividad sino porque nos vamos a enfrentar a un bully, a un agresor que ya no utiliza un canal un poco más conocido de aranceles en las aduanas, objeto o artículo por artículo, sino que es , básicamente, una especie de ataque a la soberanía popular europea de nuestros estados porque no les gustan las reglas que nosotros tenemos para regular por ejemplo nuestro proceso de descarbonización o nuestro proceso de digitalización. Y ahí se produciría una verdadera escalada del conflicto comercial.
Hemos hablado de aranceles en el caso europeo, nos hablabas de esa diplomacia de la Unión Europea, de esa predecibilidad, que es muy importante, pero lo cierto es que más allá, en el caso por ejemplo de la defensa, no nos encontramos en medio, estamos mucho más cerca o pegados a Estados Unidos. Ahí, ¿cómo pueden funcionar las cosas?
Vamos a descomponer el concepto de qué significa estar cerca de Estados Unidos en materia de defensa. Porque hasta ahora podríamos decir que estábamos cerca de Estados Unidos por dos razones: primero, porque era nuestro principal proveedor de sistemas de armamento y sistemas de defensa, y, además, porque sus intereses de seguridad todavía permanecían alineados con los nuestros, y ellos tenían un cierto interés en mantener y en proveer, en términos un poco académicos se dice 'la arquitectura de seguridad europea'. Grosso modo, y para que toda la audiencia le entienda es las mismas preocupaciones de defensa que tiene Polonia, o tenía España, o la Unión Europea como conjunto, y que eran compartidas con Estados Unidos y, por lo tanto, se alineaba en nuestra protección.
Teníamos esas dos dependencias o estas dos relaciones estrechas de colaboración o de dependencia, como queramos. ¿Cuál es el particular? Vamos a ir sobre todo con la alineación de intereses de seguridad. Estados Unidos, desde hace ya mucho tiempo, no considera que Europa sea un territorio que sea crítico para su seguridad. No porque haya descendido, ni que haya cambiado nada en este teatro, sino porque ha cambiado en el teatro Pacífico. Y, de repente, se da cuenta de que tiene recursos limitados y, de que su principal obsesión y su principal interés económico está en mantener líneas de comercio abiertas con Taiwan y con sus socios del Pacífico en frente de las costas chinas.
Así que, lo que observamos es que la alineación de intereses, en temas de seguridad de defensa por parte de la Unión Europea y de Estados Unidos se han roto, y no van a volver en el corto medio plazo. Con lo cual, nosotros nos encontramos en una situación en la que, por primera vez, nuestro hermano mayor, la persona que nos ha proveído de hegemonía y, por tanto, de protección desaparece, y tenemos que lidiar solos con nuestras necesidades, amenazas, y riesgos de seguridad y defensa. Esto relativo a nuestros intereses geopolíticos como comunidad.
El particular de industria de defensa, grosso modo, las fuerzas armadas de los 27 países de la Unión Europea realizan el 80 por ciento de importaciones de su material de defensa de empresas fuera de la Unión Europea, principalmente, Estados Unidos y una parte también de Israel.
¿Cuál es la idea con todos estos fondos europeos que están movilizándose a propósito de recuperar una base industrial? Es tan sencillo como que si tú quieres defender realmente cuáles son tus fronteras en el teatro norte y este, y en el sur, vas a necesitar, por tanto, la provisión de sistemas, esa provisión de sistemas las realiza EE.UU., cuyas prioridades ya son distintas, además no te va a acompañar en el mantenimiento de controlar tus amenazas y tus riesgos, con lo cual tiene como toda la lógica para nosotros, que si nuestro mano mayor durante mucho tiempo, o más, nuestro principal socio proveedor de seguridad mira hacia otro lado, nosotros tratemos de proveernos dichos materiales o dicho sistema de armamento en nuestra base.
Con lo cual, estos últimos fondos lo que van es a generar capacidad e independencia dentro de este área. La pregunta que continúa es, ¿tenemos verdadera capacidad de conseguir ser totalmente independientes en defensa? Si en el área de transición ecológica de transición energética sí que se barrunta que seamos capaces de lograrlo en 5, 10, 15 años, no mucho más, en el área de defensa es más difícil.
Y vamos a poner el caso de ejemplo español. En el año 2023, el ministerio de Defensa hizo una evaluación exhaustiva de los principales capacidades militares que España tenía que contar. Se llamó estrategia de la industria de defensa, y se identificaron 23 capacidades. De esas 23 capacidades se decía: necesito tener estos objetos de defensa para proteger mis amenazas y seguridad y no depender de terceros. De esas 23, hay 5 ó 6 que nosotros ya contamos en nuestro territorio: vía Indra, vía Airbus, vía Navantia, a estas 5 ó 3, las tenemos.
De ellas, entre10 y 15 no las tenemos, pero no son tan difíciles tecnológicamente de conseguir con un plan de inversión y con un cierto trabajo de nuestro sector privado, en 1 a 5 años. Y luego hay otras, las restantes, entre 7 y 8, que son altamente tecnológicas, que vamos a tener que depender de suministradores extranjeros, lo que significa Estados Unidos e Israel.
Con lo cual, el objetivo de la Unidad Europea y, el objetivo de cada estado miembro es ensanchar las capacidades que posees y solo depender de un proveedor externo en el menor número de casos.
En este nuevo panorama que nos hablabas de esa reconfiguración con dos grandes potencias China y Estados Unidos ¿Cómo puede Europa competir, por ejemplo, con esas dos grandes potencias sin que se desestabilice su economía?
Nos va a ocurrir algo parecido a Estados Unidos con mejores tintes positivos. Pensemos en industria de defensa, que es un ejemplo muy pragmático. Antes comprábamos el 80 por ciento de nuestras importaciones a países terceros, Estados Unidos e Israel. Todos los fondos destinados a defensas van con la premisa de fortalecer nuestra capacidad industrial, con lo cual, los 6.000 millones de euros que el presidente del gobierno ha dejado caer estos días que va a ser aumento para este año van directamente enfocados a sustituir importaciones por producción nacional. Sustituir importaciones por producción nacional, con la que pagarás un poco de inflación, porque probablemente nunca has hecho ese tipo de productos y serás un poco más caro a la hora de producirlos pero, en realidad, ahora todo ese dinero se va a quedar en nuestro tejido socio-económico e industrial y tecnológico, con lo cual, puedes pensar que en el corto plazo va a haber un pequeño repunte de la inflación, o que vas a notar una inversión en un sector en el medio largo plazo.
Sin embargo, las ventajas de reindustrializarse, recuperar soberanía, y permitir que este sector tan puntero en tecnología y en ciencia sea capaz de vertebrar parte de tu desarrollo económico, va a ser una tónica dominante. Paralelamente, gran parte del mercado único europeo tenía mucha participación de empresas estadounidenses, en las que ,con estas dinámicas de aranceles, y si llegamos a mayores incluso de control de capital, control de flujo de capital, va a hacer que en empresas europeas en la tendencia, y también por parte de toda la Unión Europea y de los estados miembros, sea la de crear campeones nacionales y campeones europeos, con lo cual su cuota de mercado va a ampliar.
Con lo cual, podrías decir que nosotros vamos a experimentar ,a nivel europeo y en niveles de bolsa sobre, todo el Euro Stoxx, una corrección positiva. Porque vamos a ocupar parte del mercado europeo que antes estaba supeditado a empresas de EE.UU que ahora, poco a poco, se desacoplan. Y, a nivel micro, a nivel de main street, lo que vas a observar son dinámicas muy parecidas en las que vamos a reindustrializar, vamos por lo tanto a pagar el precio en términos de inflación, puesto que nos va la vida y la seguridad en ello, mejor no depender de nadie y ser capaz de realizarla autónomamente, y, al mismo tiempo vas a tener unos efectos spillover en la economía bastante considerables, puesto que los empleos que estás tratando de recuperar son puestos industriales para fabricar particulares como paneles fotovoltaicos, palas de aerogeneradores, baterías de litio, electroralizadores, que todo esto proviene sobre todo el mercado de China, donde tú los quieres reindustrializar y, por parte de Estados Unidos y Asia Pacífico vas a hacer lo propio con coche eléctrico, también desde China, pero también semiconductores.
Entonces, lo que observamos es que, probablemente, las empresas multinacionales europeas ocuparán cada vez más espacio dentro de nuestro mercado, eso generará una corrección positiva pequeña o mediana de índices como el Euro Stoxx y las empresas ahí representadas y, paralelamente, la actividad económica a nivel micro se va a disparar. Por eso observamos en España el mayor número de cotizantes a la Seguridad Social y, por eso muy probablemente, vayamos a un escenario de 'single digital employment rate', o sea, desocupados menos del 10%, que no tiene parangón en la historia de España, salvo en la burbuja. El particular es que en la burbuja la inversión no era productiva, luego no se tradujo en nada, sino que era un ejercicio de especulación, el caso a fecha de hoy es que todas las capacidades que están recuperando, por supuesto puede haber ineficiencias, pero todas las capacidades que están recuperando son para sustituir importaciones de productos que vas a seguir necesitando, ya no quieres comprar semiconductores a Intel y TSMC, los quieres fabricar en la Unión Europea, hasta cierto nivel en el que tecnológicamente sea posible.
Ya no quieres comprar suministro en materia de defensa o industria de defensa a Estados Unidos, sino que quieres fabricarlo. No vas a conseguir todos los productos, porque algunos están fuera de nuestro alcance tecnológico a fecha de hoy, pero hay una panoplia de productos que sí. Con lo igual, imaginemos que en el corto plazo puede haber una inflación por esta pérdida de competitividad, pero sin embargo, pensemos también la expansión económica científica y tecnológica de las economías europeas, en tanto que vamos a traer empleos y capacidades productivas que tienen un grandísimo efecto tractor sobre la economía europea.