Apertura en positivo en Wall Street, después de que el parqué neoyorkino ya lograse cerrar la jornada de ayer en positivo, ante la respuesta de las autoridades chinas a la incertidumbre sobre el futuro económico del gigante asiático.
“La sesión de ayer en Wall Street vino marcada por la publicación de una batería de resultados trimestrales que, a pesar de no ser excesivamente brillantes, fueron bien acogidos por unos inversores que en el inicio de la temporada de presentación de resultados trimestrales parecen estar aplicando la máxima de que éstos “son menos malos de lo esperado”, algo positivo para el comportamiento de la bolsa de continuar esta tónica”, explican los analistas de Link Securities.
De momento de las casi 30 compañías del S&P 500 que han presentado sus cifras, el 85% han batido las expectativas de resultados y el 60% las de ventas. Hoy es el turno de los bancos Goldman Sachs, Bank of America, Bank of New York Mellon, así como las industriales Alcoa y CSX Corp. Habrá que seguir muy atentos sobre todo a lo que digan sobre el devenir de sus negocios.
De hecho, las cuentas de Goldman Sachs y de Bank of American animan la apertura de la sesión de la bolsa americana. De esta forma, el Dow Jones sube un 0,24%; el S&P 500, un 0,15% y el Nasdaq, un 0,15%.
Con el Dow Jones en los 24.146,24 puntos, la mayor subida del índice es la de Goldman Sachs, que repunta un 4,11%, tras informar de que obtuvo un beneficio por acción en el cuarto trimestre de 6,04 dólares, cifra que supera los 4,3 dólares esperados por el consenso de analistas, por lo que sus títulos suben un 3% en preapertura.
En ingresos, Goldman Sachs ha reportado 8.808 millones, también por encima de los 7.550 millones que esperaba el mercado.
Tras el de la entidad, los mayores incrementos del Dow Jones son los de Merck y UnitedHealth, que se revalorizan un 1,54% y un 1,22%, respectivamente.
Por el contrario, Chevron lidera los descensos del selectivo americano, al cerder un 0,55%, por delante de Verizon, que baja un 0,53%, y de IBM, que pierde un 0,44%.
Por su parte, Bank of America sube un 5,27% tras comunicar que su beneficio neto aumentó un 54% en 2018, hasta 28,147 millones de dólares, impulsado por un último trimestre de récord y por el efecto de la reforma fiscal del año anterior.
Las ganancias por acción del segundo banco de EEUU por capitalización fue de 2,61 dólares en 2018, por encima de los 1,56 dólares que obtuvo en 2017, cuando ganó 18.232 millones.
En el aparto empresarial Netflix también es protagonista, después de que ayer subiese un 6,52% una vez que la compañía anunció fuertes subidas en los precios de algunos de sus servicios, lo que provocó un fuerte repunte de sus acciones, que arrastró al alza al resto del sector tecnológico y a la bolsa estadounidense en su conjunto.
Mientras que en el Viejo Continente la atención se centra en la situación política, al otro lado del Atlántico el foco está puesto sobre la publicación del Libro Beige de la Fed que servirá para preparar la reunión del próximo 30 de enero.
“Dado el actual contexto de incertidumbre sobre el crecimiento global, están cobrando especial relevancia los mensajes transmitidos por los principales bancos centrales, especialmente por parte de la Reserva Federal” subrayan los analistas de Renta 4.
Frente al dot plot, o diagrama de puntos de la Fed, que apunta a dos subidas en 2019, el mercado descuenta con una posibilidad del 70% que no se produzca ningún incremento durante este ejercicio, por las posibilidades del 15% de que haya una subida y del 14% de que los tipos se recorten en 25 puntos básicos.
El banco central estadounidense viene mostrando una mayor sensibilidad a la evolución de los datos macroeconómicos que hasta ahora han apuntado a cierta pérdida de dinamismo e insiste en que será paciente en su política monetaria a la hora de subir tipos y flexible en cuanto a la reducción de balance; “lo que es posible gracias a la ausencia de presiones inflacionistas que permitirá que las próximas decisiones se tomen reunión a reunión”, explican desde Renta 4.
En el apartado macroeconómico, en EEUU se han conocido los precios de importación de diciembre, cuando cayeron por egundo mes consecutivo, ante el retroceso de los precios de productos petroleros y la fortaleza del dólar.
Según los datos publicados hoy por el Departamento de Trabajo, los precios de las importaciones retrocedieron un 1% en diciembre en comparación mensual, tras el descenso del 1,9% registrado en noviembre.
De esta forma, el descenso es inferior al esperado por el mercado, ya que los analistas esperaban una reducción del 1,3% del precio de las importaciones de EEUU.
En comparación interanual, el retroceso de los precios de importación en diciembre fue de 0,6%, lo que supone la primera caída desde octubre de 2016.
En el total del año 2018, la caída media de los precios de las importaciones fue del 0,6%, siendo el primer descenso en un ejercicio desde 2015, cuando la bajada fue del 3,2%.
Por su parte, los precios de las exportaciones de EEUU subieron un 1,1% en diciembre, tras amentar un 1,8% durante el mes anterior. Durante el pasado ejercicio el incremento fue del 1,1%.
La economía de EEUU sufre el cierre parcial del gobierno
Mientras tanto, la economía estadounidense está sufriendo un impacto mayor a lo previsto por culpa de la paralización parcial del Gobierno, según estimaciones de la Casa Blanca publicadas ayer.
Y es que el gobierno del presidente de EEUU, Donald Trump, había calculado en un principio que la paralización costaría un 0,1% del crecimiento económico cada dos semanas que pasen sin que los empleados reciban su paga.
Sin embargo, ayer la administración estadounidense elevó el coste hasta el 0,13% del PIB por cada 15 días de cierre parcial del gobierno, incluyendo el impacto del trabajo que queda sin hacer.
La suspensión de actividades de parte del Gobierno federal entra hoy en su día 26, sin que Trump, ni los líderes demócratas en el Congreso hayan mostrado indicios de ceder en la iniciativa que lo motivó: la financiación del muro que el mandatario prometió construir en la frontera con México.
"Es hora de que los demócratas se sienten a la mesa y logren un acuerdo", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.