El DOW JONES sube un 0,11% hasta los 33.752 puntos, mientras que el S&P 500 se anota un 0,29%, en 4.341 puntos. El NASDAQ 100 avanza un 0,48% hasta los 13.401 puntos.

Estos movimientos se producen tras una jornada ayer teñida de rojo en Wall Street. El Nasdaq Composite lideró las caídas, con un retroceso de casi el 1,2%, ya que los inversores recogieron beneficios en algunos valores tecnológicos. Tesla cayó un 6%, mientras que NVIDIA, Alphabet-A y Meta (Facebook) cayeron más de un 3%.

El S&P 500 cerró a la baja en torno a un 0,5%, mientras que el Dow terminó casi plano, pero a la baja. Fue la sexta sesión negativa consecutiva para el Dow, su racha en rojo más larga desde septiembre de 2022.

A pesar de la bajada del lunes, el S&P 500 y el Nasdaq siguen en camino de terminar junio con una subida superior al 3%, mientras que el Dow se prepara para un avance mensual de casi el 2,5%. El cierre del viernes marcará el final del segundo trimestre y la primera mitad de 2023. El Nasdaq ha ganado más de un 9% en el trimestre, mientras que el S&P 500 y el Dow van camino de terminar el periodo con una subida superior al 5% y al 1%, respectivamente.

“No es raro que las tendencias que se han mantenido durante todo el trimestre empiecen a invertirse un poco al final”, explica Scott Ladner, director de inversiones de Horizon Investments. Podría haber bastantes compras y ventas en los mercados esta semana, que marca los últimos días del trimestre y la primera mitad de 2023, a medida que los inversores reequilibran sus asignaciones de activos.

En la agenda macroeconómica, los inversores han conocido antes de la apertura que los pedidos de bienes duraderos aumentaron un 1,7% en el pasado mes de mayo frente a las expectativas del mercado de que se produjera una caída en el indicador de un 1%. Descontando los transportes, subieron un 0,6% frente a las previsiones de recorte de un 0,1%.  Mientras, los precios de viviendas S&P/Case Shiller subieron un 0,9% en abril (desestacionalizado), o un 1,7% si se compara con el mismo mes del año pasado.

A lo largo de la mañana se conocerá asimismo el índice de confianza del consumidor elaborado por la Conference Board para junio, así como las ventas de viviendas nuevas de mayo.

Mientras, los bancos centrales siguen reclamando su cuota de atención de la mano del Fórum de Sintra (Portugal), organizado por el Banco Central Europeo (BCE). La primera en abrir fuego ha sido la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que ha insistido en un mensaje hawkish al advertir de que ve poco probable que los tipos toquen techo en un futuro próximo. La otra intervención estelar de esta cita llegará mañana, con la conferencia del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.

En los mercados de renta fija, siempre muy sensibles a los cambios en política monetaria, de momento las rentabilidades de los bonos suben ligeramente. El bono de referencia a diez años ofrece un rendimiento de un 3,7348%, con una subida de un punto básico, mientras que en el papel a dos años la subida es de dos puntos hasta una rentabilidad de un 4,6933%.

En el ámbito empresarial, American Equity Investment Life suma un alza de más de un 5% después de que ayer se disparase un 10,9%. La agencia Bloomberg ha informado de que la empresa canadiense de gestión de inversiones Brookfield está cerca de un acuerdo de adquisición. La noticia llega después de que American Equity rechazara en diciembre una oferta de 45 dólares por acción de Prosperity, que contaba con el apoyo de Elliot Management.

Hoy además ha publicados sus resultados Walgreens Boots, que no solo defrauda con sus cuentas, sino que además recorta sus previsiones para el año debido a un menor gasto de los consumidores y una caída de la demanda de vacunas y pruebas de Covid-19. Sus acciones caen un 7%.

La cadena de farmacias recorta sus previsiones de beneficios a un rango de entre 4,00 y 4,05 dólares por acción para todo el año, frente a su previsión anterior de entre 4,45 y 4,65 dólares por acción. En el último trimestre, la compañía se anotó unas ganancias ajustadas de 1,00 dólares, frente a los 1,07 dólares esperados. Los ingresos sí superaron las expectativas, con una cifra de 35.420 millones de dólares, frente a los 34.240 millones que había augurado el mercado.

Caso opuesto el de la aerolínea Delta Air Lines, que sube tras elevar sus previsiones para el segundo trimestre ante el auge de la demanda de viajes. La compañía espera ahora que los beneficios por acción oscilen entre 2,25 y 2,50 dólares, frente a la anterior previsión de 2 a 2,25 dólares por acción.

Delta también apunta que los ingresos para el período deberían aumentar entre un 17% y un 18% respecto al año anterior, mientras que los beneficios ajustados para todo el año se situarán cerca del extremo superior de su rango.

En el sector farmacéutico, subidas del 1,5% para Eli Lilly & Co. La compañía publicó el lunes unos resultados clínicos que muestran que su fármaco experimental retatrutida ayuda a los pacientes a perder hasta un 24% de su peso al cabo de casi un año.

En cuanto a las recomendaciones de los analistas, buenas noticias para Kellogg después de que Goldman Sachs haya elevado su consejo hasta ‘comprar’. La firma cree que la compañía de los famosos cereales está “mal valorada” en comparación con la potencial oportunidad de crecimiento que ofrece a los inversores.

Otra empresa a la que deben estar atentos los inversores es a Microsoft. La empresa de software aspira a alcanzar los 500.000 millones de dólares de ingresos en el ejercicio fiscal 2030, más del doble de su tamaño actual, según palabras del consejero delegado, Satya Nadella, pronunciadas el año pasado ante los ejecutivos. Las declaraciones, que apuntan a un crecimiento anual de los ingresos de al menos el 10%, aparecen en un memorando que se hizo público el lunes como parte de la audiencia de Microsoft en el tribunal federal sobre su adquisición pendiente de Activision Blizzard.

En los mercados de materias primas, los precios del petróleo siguen sumidos en la inestabilidad, alentados por la política en Rusia y sus posibles interrupciones del suministro, pero lastrados por las expectativas de una menor demanda si los bancos centrales acaban provocando una recesión. 

“El petróleo cotiza dentro del mismo rango que ha tenido durante casi dos meses y lo que seguimos viendo es que fluctúa aproximadamente entre los límites superior e inferior”, señala Craig Erlam, analista de OANDA. “Yo diría que la cotización reciente no es más que un reflejo del entorno inmensamente incierto provocado por las presiones inflacionistas extremadamente obstinadas y las expectativas siempre cambiantes de los tipos de interés”.

El barril de West Texas baja en la mañana neoyorquina un 0,83%, hasta los 69,14 dólares, mientras que el Brent de referencia en Europa se anota un descenso de un 0,40%, en 74,14 dólares por barril.

El euro sube hoy un 0,55% frente al dólar hasta establecer un tipo de cambio de 1,0970 dólares por cada moneda comunitaria.