¿Creen que la deuda empresarial ofrece actualmente potencial?, ¿en qué tipo de sectores?
La deuda corporativa es interesante y hay incluso empresas que están emitiendo con mejores condiciones que el propio gobierno, pero a nosotros nos preocupa la liquidez y, por ello, somos quizás más prudentes que el resto. Autorizaríamos en sectores defensivos con recurrente, pues aún no utilizaríamos muchos cíclicos porque no confiamos en la recuperación.
¿Qué prevéis para los próximos meses en los mercados de renta variable?
¿Renta variable o renta fija?, ¿cómo compondrían actualmente sus carteras?
Yo siempre he preferido de entrada la renta variable, ya que tienen precio y es mucho más líquida y ágil. Desde 2007-2008 mantener carteras a largo plazo no está siendo demasiado buen negocio, por lo que hay que manejarse en tiempos revueltos comprando y vendiendo.
En renta fija, situaciones muy puntuales, el año pasado intervenimos algo en renta fija española cuando se estiraron las tires, pero sólo para Trading. No creemos que sea para posicionarse.
El que ha iniciado el conflicto de las divisas para ganar competitividad es Japón porque tiene una vinculación muy directa entre su bolsa y su divisa y, además, le interesa, no sólo dar no la sensación de que está viviendo constantemente en deflación, si no que, además, puede hacer otras cosas. Las correcciones en este tipo de movimientos pueden ser muy violentas y desordenadas. En este tipo de batallas no hay un ganador. Creo que todo el mundo pierde.
¿Por dónde pasan ahora sus recomendaciones?
El mercado americano, que es el mercado soberano que ha marcado la pauta y ha mantenido a los mercados financieros los últimos 12 meses, está en tesitura de riesgo, no sólo por razones técnicas, si no también por unos fundamentales que son confusos. Hay algunas variables sin control, como actuaciones políticas. Por lo tanto, el mercado estadounidense puede tener una corrección entre un 20-25%, con el efecto que tendría con el resto de mercados. Por lo que no queremos estar invertidos en renta variable, ni en renta fija por el efecto secundario que tiene cualquier situación de caos sobre el resto de mercados y participantes.