Si ahora mismo hacemos una foto fija del mercado americano nos encontramos con que, las primeras del mercado, nada tienen que ver con aquellas que lideraban los indicadores hacer 30 años. En el caso del DOW JONES Ind Average y mirando atrás, vemos como en 1993 se movía, en un ejercicio en el que subió un 13,7% y se colocaba al cierre en los 3.524, 92 puntos al cierre del ejercicio.
En su composición nos encontramos con viejos conocidos como Coca-cola, Chevron, Boeing Co, JPMorgan Chase o General Motors, sin olvidar a una incipiente McDonald's o a Walt Disney Algunos de ellos, todavía prevalecen, pero apenas tienen que ver, con el panorama que presenta ahora, dominado por la tecnología, como ha ocurrido en el presente ejercicio.
Incluso con el indicador de indicadores, el S&P 500 en el que los denominados “siete magníficos” mandan por doquier, especialmente en el presente ejercicio. Apenas 7 de 493 valores, que, eso sí, lideran el mercado, tanto por sus subidas como por su capitalización.
Empresas que, en su envergadura y presencia actual, ni de lejos representaban lo que ahora, con esa evolución bursátil que ha llevado a Apple a valor tres billones de dólares o a la más que incipiente NVIDIA a convertirse en una de las más grandes, con un valor que supera el billón de dólares y a valores como Meta o Berkshire Hatthaway, el vehículo inversor de Warren Buffet.
Ni que decir tiene que los niveles del S&P 500 dominado por las empresas industriales, desde químicas a petroleras pasando por las de aluminio, apenas cerraba, en diciembre de 1993, en niveles de 984 puntos, sin un desarrollo ni parecido al actual. De hecho, el Dow Jones, dominaba con sus 30 valores el panorama, y recordemos que mantiene su nombre inicial, de industriales en su denominación.
El aumento exponencial se evidencia en valores como Apple, cuyo valor de mercado solo alcanzaba 2.800 millones a cierre de diciembre de 1993. De ahí hasta valor más de un billón en 2018, y, a pesar de las caídas, las últimas en el pasado ejercicio, el valor de tres billones de dólares en capitalización vuelve a estar vigente para sus acciones.
Y si hacemos mercado-ficción, lo cierto es que seguro que, dentro de 30 años, las compañías pujantes en los mercados poco se parezcan a las de ahora. De momento, el activo más relevante es el desarrollo, en toda su plenitud de la IA, la Inteligencia Artificial.
Tal y como ha ocurrido con valores que ya han pasado a primer plano como Nvidia, el desarrollo de esta tecnología, en todos y cada uno de los sectores convertirá, en función de su éxito, a otros valores en cualquier campo de actuación, desde la tecnología a la alimentación pasando por la industria, en nuevos líderes en Wall Street.
También, dependiendo de las condiciones geopolíticas, de las climáticas y de ‘cisnes negros’ tal y como pasó en 2020 con la llegada de la pandemia, las compañías relacionadas con la salud, en su mayor extensión, pero relacionadas con nuevas formas de diagnóstico, telemedicina e incluso farmacéuticas con novedosos tratamientos, incluso preventivos, se colocarán en lugares preeminentes de los mercados financieros.
Baste indicar que el mejor comportamiento de este año en el Nasdaq se basa en compañías tecnológicas de baja capitalización. Como ejemplo, en el composite, encontramos a valores como Applied Optoelec, que gana un 882% en lo que va de año o American Coastal Insurance que sube, en este 2023, un 717%.