Bank of America, Citigroup, JP Morgan y Wellls Fargo acordaron el pasado jueves hacer cada uno un depósito de 5000 millones de dólares mientras Goldman Sachs y Morgan Stanley depositaron 2500 millones cada uno y BNY Mellon, PNC Bank, State Street, Truist y U.S Bank hicieron un depósito de 1000 millones cada uno. En total 30.000 millones para intentar evitar un contagio mayor al sistema financiero después de que First Republic Bank revelara la semana pasada que había pedido prestados decenas de miles de millones de dólares a la FED y a la Federal Home Loans Banks para ayudar a gestionar la salida de depósitos, un producto al que estaba altamente expuesto y que provocó la quiebra de Silicon Valley Bank.
A pesar de todo, este domingo la entidad no ha podido evitar la rebaja , por parte de la agencia Standard and Poor´s a bono basura señalando que la “inyección de depósitos de 11 bancos estadounidenses, la revelación de la compañía de que los préstamos de la Fed oscilan entre 20.000 millones y 109.000 millones de dólares y los préstamos del Federal Home Loan Bank, que aumentaron en 10.000 millones de dólares, unido a la suspensión de su dividendo de acciones ordinarias nos llevan colectivamente a la opinión de que el banco probablemente estaba bajo un alto estrés de liquidez con salidas sustanciales de depósitos durante la semana pasada”.
Ahora varios bancos, encabezados por JP Morgan, estarían asesorando a la entidad sobre las distintas alternativas estratégicas que puede llevar a cabo para evitar la bancarrota. Entre estas, se incluye una ampliación de capital o la venta del banco, como ya ocurrió con algunos bancos en dificultades durante la crisis financiera de 2008 o, más recientemente, con el acuerdo de UBS para comprar Credit Suisse.
Lo cierto es que los bancos regionales siguen bajo presión para apuntalar sus bases de depósitos tras la quiebra del Silicon Valley Bank a principios de mes. Wall Street espera que sean necesarias más medidas para restablecer la confianza en el sistema bancario después de que los reguladores estadounidenses respaldaran los depósitos no asegurados del SVB y ofrecieran nueva financiación a los bancos con problemas hace una semana.
Según los informes, las discusiones entre los ejecutivos bancarios se centran en estabilizar a la entidad y aumentar su capital. Estas medidas paliativas incluyen múltiples pasos, incluyendo hacer que los principales bancos inviertan en First Republic. Varios expertos alegan que el plan de inversión podría utilizar directamente parte de los 30.000 millones de dólares depositados como inyección de capital.
El problema es que First Republic se desangra en Bolsa mientras la presión no deja de subir. Sus acciones han perdido ya el más del 80% de su valor en lo que llevamos de mes. En cualquier caso, el First continúa con un importante agujero en su balance que las recientes ayudas no han conseguido rellenar. Un portavoz del banco aseguró ayer que "el First Republic Bank está bien posicionado para gestionar la actividad de los depósitos a corto plazo".
Todavía hay mucho que decir.