Estados Unidos ha echado el freno en la previa a las vacaciones de Semana Santa, en parte quizás motivado por una considerable caída del volumen de negociación. La mala racha que atraviesa Europa podría haber hecho herida en la renta variable neoyorquina, ¿o no llegamos a tanto?
Si la agencia de calificación Standard and Poor´s considera que Europa está subestimando su capacidad de frenar el contagio de Chipre, tampoco deberían venirse tan arriba los inversores comunitarios como para pensar que la corrección en Europa ha llegado al otro lado del Atlántico. Y es que allí las cosas marchan bien.
A nivel puramente técnico, el S&P 500 mantuvo pendientes a los inversores de medio mundo en la jornada de ayer en sus amagos de superar su máximo histórico en precios de cierre fijado en 1.565. Finalmente se quedó a tan sólo dos. La apertura ha confirmado lo que ya nos decían los futuros. El S&P 500 pierde un 0,63% hasta los 1.553 puntos; el Dow Jones de Industriales cede otro 0,65% y se coloca en los 14.465 enteros, mientras que el tecnológico Nasdaq es el selectivo que más recorta en los primeros compases con una caída del 0,7% hasta los 3.229 puntos.
No obstante, todos los analistas coinciden en que la tendencia alcista en NYC permanece intacta. "El S&P 500 batirá un nuevo récord pronto"
A corto plazo, eso sí, Joshua Scheinker, bróker en Baltimore, reconoce que "sus clientes están previendo una corrección. Todos ellos consideran que retrocederán los índices para después volver a la tendencia primaria". Esto es, "el S&P 500 maracará nuevos máximos antes de una corrección a corto plazo".
Se rumorea en el mercado, por cierto, que los bancos centrales podrían anunciar una posible medida común, entendemos que al estilo de las últimas ocasiones, tal y como publica en su cuenta de Twitter Gabriel Montalto, director de Hanseatic Brokerhouse.
Pero la noticia en la preapertura es la caída del euro a sus mínimos del mes de noviembre del año pasado. El cruce con el dólar cotiza en los 1,278. (Ver: Euro/dólar: el retroceso no ha finalizado)
En el mercado de deuda, al igual que el bono alemán a diez años cede a su mínimo del mes de diciembre, el bono estadounidense retrocede otro 2,6% hasta una rentabilidad exigida del 1,85% debido a su carácter de valor refugio.
En terreno de commodities, el oro sube -como no podía ser de otro modo- hasta los 1.598 dólares la onza, mientras que el crudo Texas recorta cerca del medio punto porcentual en los 95,9 dólares el barril.