El hecho de que la bolsa neoyorquina abra al tiempo en que España el Gobierno comunica a los medios de comunicación un recorte histórico para nuestra economía dice mucho de cómo se mueven las fuerzas en estos últimos años.
La cifra de negocio alcanzó los 22.892 millones de dólares, un 16,5% por debajo del dato del año anterior. En línea con lo esperado por los analistas, mejora ligeramente su previsión puesto que estimaban 0,70 dólares/acción e ingresos por valor de 21.790 millones de dólares.
Los ingresos alcanzaron los 21.290 millones de dólares, frente a los 20.390 millones de dólares del mismo periodo del año anterior. Los analistas esperaban que la entidad con sede en San Fransciso ganara 89 centavos de dólar por acción e ingresara 21.350 millones.
Y mientras en terreno macroeconómico, los precios de producción en Estados Unidos superan las estimaciones. Aumentaron un 0,1% en junio en tasa intermensual, mientras que respecto al año anterior subieron un 0,7%. El consenso de analistas consultados por Bloomberg esperaban de media una caída mensual del 0,4% y una tasa interanual del 0,2%.
Pero este dato es insignificante comparado con lo que realmente hace estornudar a Estados Unidos: el resfriado de China. Se está empezando a confirmar un 'hardlanding'. La economía del gigante asiático creció un 7,6% a cierre del segundo trimestre, menos que el primero del año cuando lo hacía a un ritmo del 8,1%. Aún así y de ahí la 'no' decepción de los inversores puesto que se mantienen el línea con lo pronosticado.
En terreno de divisas, el euro/dólar que mantiene su tendencia a la baja permanece en el 1,21 al cambio.
El oil Texas para entrega en agosto subió 57 centavos, a 86,65 dólares el barril. Mientras que la onza de oro intenta remontar y lo hace con una subida de 13,30 dólares, hasta los 1.578 dólares la onza.