La compañía ha anunciado que tiene previsto reducir su plantilla en 30.000 trabajadores hasta 2021. Pasa ya más de un año desde el escándalo de emisiones en sus modelos diésel y si lo miramos desde el plan bursátil la acción se ha recuperado más de un 27%. La peor tormenta parece haber pasado para la automovilística.
Transcurre ya un año y dos meses desde que a Volkswagen le empezaron a aparecer complicaciones en su negocio debido a un escándalo que supuso un nuevo punto de inflexión de la compañía. Y es que gran parte de sus modelos diésel realizaban más emisiones contaminantes de lo permitido, tal y como se constató desde Estados Unidos, lo cual provocó una ola de dimisiones y una tormenta bursátil para sus acciones.
Los títulos de la firma alemana llegaron a despeñarse al abismo hasta más de un 60% desde los niveles máximos que habían marcado ese año llegándose incluso a hablar de una posible quiebra de la empresa. Algo que dista mucho de lo que ha sucedido en la realidad, y con escaso grado de probabilidad debido a la importancia que tenía para toda la industria de la automoción alemana.
Después de estos 14 meses parece que la situación ha cambiado, con el nuevo equipo directivo al mando, y ahora siguen adelante con su nuevo plan de ajuste.
Tal y como ha afirmado la agencia Reuters, Volkswagen tiene previsto realizar un plan de recorte de su plantilla de 30.000 trabajadores que realizará durante los próximos cinco años. Eso le supondrá un ahorro importante en los costes para ajustar las ventas a los gastos y continuar con la línea de crecimiento que tanto había caracterizado hasta ahora a la automovilística germana.
Pero si hablamos en términos bursátiles, lo que hemos observado de forma paralela
es que Volkswagen ha realizado una importante recuperación en los mercados. Hasta el punto de que se revaloriza más del 27% desde los mínimos que marcó después de la fatídica revelación de actividad negligente.
Por otra parte, si medimos directamente desde enero la situación tampoco ha variado en exceso.
Se mantiene consolidada sobre los 117 euros, que es el nivel aproximado en el que inició el presente ejercicio y habiendo aguantado soportes clave. Parece que lo peor para la compañía se ha esfumado cuando ahora llegan tiempos en los que la incertidumbre global agranda su paso dentro de la escena.