Porsche llegará a bolsa en un momento delicado para los mercados con fuertes caídas acumuladas, inflación galopante en Europa y Estados Unidos, desaceleración económica, subida de tipos y una guerra en Ucrania que va camino ya de séptimo mes de duración. La volatilidad se ha normalizado desde niveles récord, el índice Vdax está ahora en 26 puntos, pero no es un escenario nada fácil en el que el propio director financiero de la compañía alemana ha asegurado que seguirán adelante con la operación a menos que haya “graves problemas geopolíticos”.
“Nunca se sabe lo que va a pasar con respecto a las cuestiones geopolíticas, pero si una salida potencial a bolsa se detuviera ahora, estamos hablando de problemas graves”, apuntó Lutz Meschke en una convocatoria de medios. “Para entonces, una salida potencial a bolsa no sería una cuestión real”, añadió.
Porsche cuenta ya con el interés de multimillonarios como el fundador de Red Bull, Dietrich Mateschitz, o el presidente de LVMH, Bernard Arnault, además de gestoras como la estadounidense T. Rowe Price o el fondo soberano de Catar que suscribirán parte de la salida a bolsa.
En una salida a bolsa es clave elegir el momento económico y bursátil justo y muchas conocidas compañías esperan que pase el vendaval para llegar al parqué como Ibercaja, Cirsa, Mecalux, Tendam, Repsol Renovables o las también renovables Windar o Capital Energy. Otras empresas que testaron al mercado para poder empezar a cotizar el pasado año fueron la logística Primafrío y las cadena de establecimientos de comida rápida Restaurant Brands Iberia o Food Service Project prefirieron la llegada del capital privado a su accionariado.
En los últimos diez años, el 41% de las salidas a bolsa en España han terminado frustrandose por la falta de demanda de los inversores unido a la liquidez que ha manejado durante esta última década el capital privado gracias a los bajos tipos de interés. El importante colocado por las compañías españolas con las nuevas ofertas públicas de venta (OPV) ha sido de 23.000 millones de euros a través de 30 operaciones.
Por el camino se han frustrado salidas a bolsa como Loterías, Wizink, Glovo, Quirón Hospitales, Haya Real Estate, Europastry, Balboa, Aernnova, Esersa, Igenomix…
Los debuts en bolsa con pérdidas
En España, el peor estreno en bolsa de la historia fue el que sufrió Telepizza con una caída del 19,35% respecto al precio de salida en su regreso al parqué el 27 de abril de 2016. La cadena de pizzerías empezó el día con un descenso del 11% y una primera cotización de 6,9 euros por acción respecto a su precio de salida, fijado en 7,75 euros. Al final de la sesión, el precio por título fue de 6,25 euros; las acciones registraron un máximo de 7,10 euros.
Más allá de la cifra de caída de Telepizza, los bancos de inversión preparan a las compañías para que esto no suceda, al menos, el día del debut en bolsa. Lo más habitual en el proceso es tener dificultades a la hora de encontrar inversores cualificados que suscriban la OPV, debutar al precio más bajo de la horquilla que contempla el folleto o incluso rebajar el importe solicitado al mercado como sucedió con la socimi Árima en 2018 o la renovable Ecoener el pasado año.
Fuera de la bolsa española, al comienzo de año el fabricante de camiones, autobuses y furgonetas Iveco sufrió un descenso del 11% en su primer día de cotización tras la separación del grupo CNH Industrial en la Bolsa de Milán. El pasado año, Wall Street recibió a la plataforma de servicios de inversión Robinhood con caídas del 12,15%, mientras que famosos unicornios también llegaron al parqué con números rojos: Uber se dejó un 7,56% y la empresa de bicicletas estáticas Peloton un 11,19% en 2019.
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