Si la pandemia de Covid-19 se convirtió en una carrera contra el reloj de las grandes farmacéuticas mundiales para encontrar vacunas y tratamientos efectivos contra el coronavirus, ahora que la alarma ha quedado atrás con Pfizer y Moderna como grandes ganadoras, parece que el foco se traslada a lo que muchos consideran la gran pandemia del siglo XXI: la obesidad.
En cuestión de apenas unas semanas se han conocido datos de ensayos clínicos de varias empresas que dan una idea bastante buena de la durísima competencia por hacerse con un mercado que los expertos estiman que alcanzará los 100.000 millones de dólares para 2030.
El líder a día de hoy en este campo es la danesa Novo Nordisk, pero no tiene la intención de dormirse en los laureles. Actualmente tiene dos medicamentos en el mercado aprobados para la diabetes tipo 2 (Ozempic) y la obesidad (Wegovy), ambos inyectables. También tiene Rybelsus, su pastilla para la diabetes tipo 2, que la empresa también está estudiando para tratar la obesidad.
Los resultados de un ensayo de fase 3 muestran que la píldora, en una dosis más alta, fue efectiva para reducir el peso de media en un 15% entre los participantes. Novo tiene previsto solicitar la aprobación de la píldora de dosis alta en EEUU y Europa a finales de este año, pero el momento de su lanzamiento al mercado está “por determinar”. Hay que tener en cuenta que el lanzamiento comercial debe determinarse debido a la necesidad de fabricar y acumular existencias.
Las acciones de Novo Nordisk acumulan una subida de un 14% en la Bolsa de Copenhague, si bien han perdido algo de fuelle desde los máximos que alcanzó a principios de mayo.
La mayor competencia de Novo Nordisk sigue siendo la estadounidense Eli Lilly & Co. Las dos compañías ya son feroces competidoras en el espacio de la insulina y el cuidado de la diabetes, y Eli Lilly tiene una serie de productos competidores para la pérdida de peso.
La semana pasada, Eli Lilly anunció los datos de la Fase 2 para su candidato oral, orforglipron, que muestra una pérdida de peso de hasta un 14,7%. Este mismo lunes reveló además los datos de la Fase 2 para su inyección experimental de pérdida de peso, retatrutide, que muestra una pérdida de peso de hasta un 24%.
La tirzepatida, un medicamento de la compañía aprobado para tratar la diabetes tipo 2 bajo la marca Mounjaro, ayudó a las personas con la enfermedad que tenían sobrepeso u obesidad a perder hasta el 16% de su peso corporal, según anunció en abril. De hecho, Eli Lilly también está buscando la aprobación de la FDA estadounidense para Mounjaro como una opción de pérdida de peso para personas sin diabetes.
Las acciones de Eli Lilly se han disparado un 27% en lo que va de año, impulsando la capitalización bursátil de la compañía por encima de los 440.000 millones de dólares.
La que parece un poco más retrasada por el momento es Pfizer, que también quiere sumarse a este mercado. El gigante farmacéutico tiene varios proyectos sobre la mesa pero ha anunciado que apostará por su píldora de dos veces al día, danuglipron, sobre su candidato de una vez al día, lotiglipron, debido a las preocupaciones sobre el riesgo elevado de daño hepático en las primeras etapas de los ensayos. La compañía está moviendo el medicamento a la Fase 2 para determinar la dosis más efectiva, pero también trabajará para tratar de convertirlo en una píldora que se toma una vez al día para competir de igual a igual con los fármacos de Novo y Eli Lilly.
Las acciones de Pfizer acumulan una caída de un 28% en lo que va de año y están un 40% por debajo de los máximos superando los 60 dólares que alcanzaron en 2021, impulsadas en ese entonces por el éxito de la vacuna contra el Covid-19.
El coste de los fármacos, el principal escollo
Mientras tanto, la cobertura de seguro sigue siendo un obstáculo para el acceso a estos medicamentos. La preocupación de que los pacientes deban seguir tomando los fármacos durante toda su vida para no recuperar el peso lleva a las aseguradoras estadounidenses a desconfiar sobre cubrirlos.
Un reciente estudio mostraba que la mitad de los adultos estadounidenses estarían dispuestos a pagar 100 dólares al mes por un medicamento para bajar de peso, pero el costo de Wegovy y Ozempic oscila entre 800 y más de 1.300 dólares.
En Europa, donde la mayoría de ciudadanos cuentan con sanidad pública, también hay obstáculos. Recientemente Eli Lilly ha recibido un pequeño varapalo después de que Reino Unido no haya recomendado Mounjaro para incluirlo en los medicamentos financiados por la seguridad social. El comité asesor del NHS (el equivalente a la seguridad social británica) solicita a la compañía más datos que demuestren que Mounjaro es superior a otros fármacos antes de recomendar su inclusión en la lista de medicamente financiados por el NHS y, solicita además que su coste sea inferior.
Sin embargo, este comité sí recomendó recientemente al NHS aprobar el Wegoby de Novo Nordisk para tratar a pacientes obesos