En otras palabras, la renta financiera es el conjunto de cargas impositivas que gravan las utilidades producidas a raíz de la venta de acciones y títulos que no cotizan en la Bolsa y que poseen una periodicidad determinada, fijando un reparto de dividendos netos entre socios y accionistas de una empresa. En cualquier caso, cada renta posee unos intereses de plazos fijos diferentes.
Dicho esto, el valor financiero de la renta hará alusión a la suma financiera de todos sus términos. Para ello, será necesario desplazar todos los capitales al mismo instante de tiempo y sumarlos a posteriori.
En el día a día entran en juego diferentes rentas financieras como el salario del trabajador o los pagos por alquiler de una vivienda. Si se extrae, en concreto, el caso del alquiler de una vivienda, en este caso se paga el importe al inicio de cada periodo. Sin embargo, en el caso de los sueldos, se cobran las rentas al finalizar los periodos.
Clasificación de las rentas
A la hora de acometer la valoración de las rentas financieras será muy importante tener en cuenta que existen diferentes tipologías en función del momento de vencimiento de capitales.
Así pues, podrá diferenciarse entre prepagables y postpagables. También van a diferenciarse en función del punto de valoración. Podrán ser inmediatas (se valora dentro de la duración de la renta), diferidas (se valoran en el momento anterior al origen) y anticipadas (se valoran en un momento posterior al final de la renta).
En función de la cuantía de los capitales, las rentas financieras pueden dividirse en constantes y variables. En variables entran en juego una progresión geométrica, una progresión aritmética o fraccionadas. En el caso de tener en cuenta la duración, habrá que diferenciar entre temporales y perpetuas.
El tipo de interés también incide sobre la valoración de las rentas financieras y su proceder. Las de interés constante son aquellas en las que el tipo de interés permanece sin variación durante la vida de renta (como en un préstamo personal a tipo fijo). En las de interés variable el tipo de interés cambia a lo largo de la vida de la renta (por ejemplo, un préstamo hipotecario a tipo de interés variable).
El periodo de maduración también determina cómo proceder en las rentas financieras. Las rentas discretas poseen una amplitud finita. Por su parte, es posible distinguir entre rentas uniformes y rentas no uniformes. Estas últimas proceden de un capital invertido no en títulos de crédito, sino en otro bien que tenga la capacidad de producir retorno ocasionalmente.
Al no ser uniforme, no se trata sobre mensualidades o anualidades, sino en periodos diversos de principio, duración y vencimiento. Se considerará productiva o improductiva, en función del capital empleado. Y es que la falta de uniformidad (en renta positiva o negativa) por virtud de la pérdida en relación al capital invertido. Es una clara suma de periodos mensuales o anuales.
Método de cálculo de una renta financiera
Para calcular el valor financiero de una renta podría tenerse en consideración el caso de los préstamos, en los que hay que pagar una serie de capitales con unos vencimientos periódicos, normalmente mensuales. Los pagos se inician pasado un mes (son pospagables), son constantes y es una renta inmediata a la par que temporal.
En cualquier caso, la fórmula óptima para aplicar sería:
Dada una financiera cierta (C1, t1), (C2, t2), etc, el valor actual de la renta será la suma de los valores actuales de cada uno de los capitales financieros. En cualquier caso, se tiene en cuenta el cálculo en el origen de la renta. Por su parte, el valor final de la renta será la suma de los valores finales de cada uno de los capitales financieros, calculada en el tramo final de la renta.
Siempre y cuando se proceda a la valoración de las rentas financieras, hay que tener en cuenta que permite conocer el dinero que se podría percibir en el momento, sin valorar los efectos de inflación o de incertidumbre económica.
Periodos de valoración de rentas financieras
El valor financiero de una renta en un momento de tiempo (t) se considera la suma financiera acuerdo con una ley de equivalencia financiera, en el momento (t) de todos los términos de renta. Por tanto, el hecho de valorar una renta financiera se considera calcular, en un periodo de tiempo determinado, siguiendo unos condicionantes concretos, y a un tipo de interés compuesto, el capital financieramente equivalente al conjunto de capitales que forman la renta.
Se puede contar con la ayuda de un gestor o asesor económico. No obstante, las rentas financieras se pueden valorar en cualquier momento. Pese a todo, habrá un momento inicial (to), en el que al valor en el momento (to) se le denomina Valor actual y se representa como A (n,i). Es el valor de la renta en el extremo inferior del primer subintervalo.
De igual modo, la valoración de las rentas financieras podrá ejecutarse en el momento final (tn). Será el periodo en el que al valor en el momento tn se le denomina Valor final y se representará como S (n,i). Es el valor de la renta en el extremo superior del último subintervalo.