Es probable que el Banco Central Europeo ponga fin a su programa de estímulo de compra de bonos a principios del tercer trimestre de este año, seguido de una subida de tipos que podría producirse sólo "unas semanas" más tarde, dijo el miércoles la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Lagarde confirmó las expectativas del mercado de que el BCE subirá su tipo de interés por primera vez en más de una década en julio, en un intento de controlar la inflación récord de la zona del euro, resultado de un aumento de los precios de la energía que se ha extendido a otros bienes.
La mayoría de los demás bancos centrales ya han subido los costes de los préstamos, pero el BCE, que ha luchado contra una inflación demasiado baja durante una década, sigue inyectando dinero en el sistema financiero mediante la compra de bonos.
"Mi expectativa es que deberían concluir a principios del tercer trimestre", dijo Lagarde en una conferencia en la capital eslovena.
El BCE va muy rezagado con respecto a otros bancos centrales a la hora de subir tipos. Y, de hecho, el Banco de Inglaterra advirtió la semana pasada de los riesgos de recesión al subir los tipos por cuarta vez consecutiva. "La oportunidad para que el BCE suba los tipos se está cerrando muy rápidamente ante sus ojos", dijo Bethany Payne, gestora de la cartera de bonos globales de Janus Henderson Investors.
"Creo que es más probable que el BCE suba los tipos antes, pero en menor medida, de lo que el mercado preveía".
Varios responsables de la política monetaria del BCE han abogado por una subida de tipos en julio para contener la inflación, que se disparó hasta un récord del 7,5% en el bloque monetario el mes pasado.
Pero, ¿podría ser una estrategia ganadora?
Según apunta José Lizán, gestor de Magnum Sicav en Quadriga, Lagarde está siendo muy beligerante, tratando de frenar las voces de los halcones del BCE, que, si fuera por ellos, ya estarían los tipos en niveles más altos por el temor a la inflación. Pero la directora del BCE prefiere esperar, con una estrategia intencionada.
Los datos de inflación, aunque siguen elevados, podrían estar alcanzando ya su pico. Según el experto, Lagarde preferiría esperar y no subir tipos justo a las puertas de una ralentización o posible recesión, como sí hizo Jean Claude Trichet justo antes de la crisis financiera de 2008. "El BCE ha ganado mucho tiempo", no es descartable algún pequeño movimiento en julio, pero si los datos de IPC empiezan a moderarse, "a Christine Lagarde le habrá salido bien la jugada", sin dañar la economía.