Urbas vuelve a mirar a su sector tradicional. Un año y medio después de que adquiriera en el mercado la constructora vasca Murias, el principio de su verdadera expansión acaba de adquirir la promotora vasca Jaureguizar. Se hace así con el 100% de una de las constructoras más activas de Vizcaya y amplía su presencia en el País Vasco, porque también adquirió en su día Urrutia.
Una operación que incluye además el traspaso de una cartera de 2.400 viviendas en diferentes fases de construcción. 755 viviendas en construcción que ya se han vendido, 970 en fase de comercialización por parte de la compañía, 500 proyectadas en suelos en desarrollo y 175 activos en rentabilidad, que según Urbas congregan desde apartamentos tutelados, hasta viviendas de alquiler en Rentería, pasando por garajes, oficinas y un apartahotel en Vitoria. Se trata de una compañía especializada en el sector residencial, y en especial en el de la vivienda protegida.
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A esto se une que Urbas, a raíz de esta compra, está trabajando en varias operaciones para desarrollar otras 1.000 viviendas y está preparando el lanzamiento comercial de dos nuevas promociones residenciales sobre suelos de Murias, la constructora adquirida en marzo del pasado ejercicio. Se trata de una en el área metropolitana de Bilbao y la segunda en San Sebastián.
En su gráfica de cotización vemos como Urbas apenas gana un 1,2% en las últimas 20 sesiones para el valor, mientras que como vemos, las buenas noticias no se reflejan de manera contundente en el mercado. De hecho, se mantiene en negativo desde el pasado 4 de enero con recortes del 6,2% para el valor.
A estas novedades se une el anuncio de la constructora de su primera instalación fotovoltaica en un centro comercial en la localidad madrileña de Meco. De esta forma los clientes y locales y restaurantes podrán utilizar energía verde. De hecho, señala Urbas, los consumidores domésticos del entorno tendrán un descuento de hasta el 20% en su factura de la luz sin cuotas ni inversión, en lo que se conoce como autoconsumo compartido, en el que las comunidades locales tienen acceso a energía renovable sin necesidad de que creen sus propias instalaciones.
Todo ello, como saben tras la entrada en el sector de renovables el pasado mes de abril por parte de Urbas con la compra de la madrileña Sainsol, una compañía especializada en el autoconsumo fotovoltaico y en energías renovables. Según la Unión Española fotovoltaica se trata de un segmento en plena expansión del que se espera que genere en nuestro país hasta 2030 entre 5.000 y 8.000 millones de euros.
Un reflejo de esta expansión de Urbas que se plasma en los resultados conocidos hace un par de semanas en los que ha generado un beneficio de 62 millones, un 3.500% más hasta junio frente al año anterior, dentro de su plan estratégico en el que prevé acabar, en 2025 con un ebitda de 130 millones frente a los actuales 6 millones y alcanzar una capitalización de 2.000 millones, ahora vale en el mercado 67 millones, junto con una facturación de 1.000 más.
Los indicadores técnicos premium que elabora Estrategias de Inversión nos muestran que Urbas apenas alcanza una puntuación total de 2 sobre los 10 puntos posibles. Donde solo se ve en positivo su volumen de negocio a largo plazo y su volatilidad decreciente en ambas vertientes.
En el lado negativo, la tendencia de Urbas que, tanto a medio como a largo plazo, en sus dos vertientes, es bajista para el valor. También el negativo momento total lento y rápido. A esto se une además el volumen de negocio a medio plazo que es decreciente.