El 2021 termina y empieza un nuevo ejercicio que en principio parece ser más estable. ¿Qué balance hacen del año? ¿Qué nuevos retos le esperan a URBAS en 2022?
Desde marzo de 2020 empezamos en Urbas una política de crecimiento inorgánico que nos ha llevado a adquirir hasta ocho compañías hasta ahora, diversificando los sectores, no solo el inmobiliario que era el tradicional de Urbas sino también la construcción y las energías renovables y minerías.
El balance ha sido muy positivo y estamos en plena fase de consolidación y crecimiento orgánico a partir de ahora.
Sin duda el Plan de Negocio a 2024 que ha presentado la compañía es bastante ambicioso. La previsión es multiplicar por casi 4 veces la facturación hasta alcanzar los 826 millones de euros. ¿Qué medidas contempla este plan para poder lograr esos objetivos?
En 2020 facturamos 20 millones de euros aproximadamente, fue un año de muy poca actividad en Urbas y este año vamos a facturar 220 millones, es decir, que el crecimiento más importante, desde el punto de vista porcentual, posiblemente se haya producido durante este ejercicio.
El EBITDA del año pasado rondó los 4 millones y este año esperamos cerrar con 17 millones de EBITDA y un resultado financiero muy alto debido a toda la reestructuración financiera que hemos hecho y estará por encima de los 60 millones.
A partir de este momento, cuando ya hemos consolidado las compras del crecimiento inorgánico, lo que tenemos que hacer ya es crecimiento orgánico.
Tenemos ya previsto para el año que viene facturar en el entorno de 400 millones y así hasta los 820-826 aproximadamente para el año 2024. Es más, el objetivo que tenemos marcado es hasta el 2025 poder llegar a facturar mil millones.
Lo que ocurre es que ahora mismo el área que está generando mayor facturación está siendo la parte de construcción, aunque promoción inmobiliaria está iniciando el proceso de preventas y va a empezar a construir ya promociones propias a partir del año que viene. Estas no generan facturación hasta que no se entregan las viviendas y ocurre que muchas de ellas vamos a entregarlas en el 2024, prácticamente de las 3.000 previstas en el periodo 2021-2024, 2.000 se entregarán en el 2024, esto hace que crezca mucho la facturación y este es uno de los motivos, a parte del crecimiento de las áreas de construcción y de energía renovables y minería, que nos lleva a la previsión de facturar 826 millones para el 2024.
Parece ser que estos objetivos no están siendo motivo suficiente para los inversores y la acción de URBAS no termina de despegar en la bolsa. ¿Qué creen que es lo que hace falta? ¿Tal vez el reparto de dividendo podría impulsar la acción?
Seguro que el reparto de dividendo animará y mi previsión es poder llevar para la junta del año que viene, en donde aprobaremos las cuentas del 2021, una propuesta de reparto de dividendo. Esto es lo que pretendemos.
En cualquier caso, Urbas siempre ha sido una compañía que ha generado mucha expectativa en los inversores, esperando a ver qué íbamos a hacer y ahora cuando hemos hecho lo que teníamos que hacer parece que los inversores están en un periodo dubitativo.
Hemos anunciado toda la refinanciación, el crecimiento inorgánico con la adquisición de las compañías, los pactos de sindicación entre los accionistas principales y, todavía queda cierto trabajo que hacer al respecto para que los inversores cada vez vayan teniendo mayor apetito por entrar en Urbas. Entrada de inversores institucionales, sobre lo que estamos trabajando, y apoyos de bancos de inversión que nos den respaldo a la acción y nos marque un precio objetivo que esté acorde con el valor real de la compañía que, bajo mi punto de vista, está en este momento muy por encima de su valor de cotización.
Cuando todo esto confluya, que nosotros esperamos que no sea más allá del primer semestre del año que viene, esperamos que el valor de la cotización suba.
En cualquier caso, lo que me preocupa es que la compañía vaya bien porque si la compañía va bien, la cotización irá bien y si tarda un poco más, tendremos más paciencia. En estos momentos podemos decir que la compañía va muy bien y, a partir de ahí, construiremos el resto de cosas que quedan para darle más confianza a los inversores y esperemos que eso ayude a que la acción tenga el valor que debe tener.
Hemos hablado de la retribución al accionista, pero ¿qué política de dividendo tenéis en mente?
Nosotros generamos en el periodo 2021-2024, 286 millones free cash flow, es decir, después de deuda y una parte de ahí irá para el accionista, tenemos que decidir todavía cuál.
También tenemos previsto, aunque todavía no está publicado, que alguna de nuestras filiales cotice. Por tanto, es posible que hagamos algún reparto de las acciones cotizadas de estas filiales.
Posiblemente haremos un mix en el que pueda haber pago por acciones cotizadas de filiales, una parte de acciones cotizadas de Urbas y otra parte en cash. Dentro de esa ecuación decidiremos lo que sea mejor para la compañía que, por ende, es lo mejor para sus accionistas.
Hace apenas unos meses URBAS ha hecho efectiva su entrada en el mundo de las energías renovables y el autoconsumo. ¿Qué esperan de esta nueva línea de actividad?
Espero mucho más de lo que se ha reflejado en el Plan de Negocio en el que todavía no hemos querido poner de manifiesto aquello que tenemos dentro del pipeline seguro. En este momento tenemos en desarrollo prácticamente un gigavatio, que yo espero poder llevar a ready to build y, a partir de ahí, ver qué parte de esta podemos construir y quedarnos en operación para obtener buenas rentabilidades y, a partir de ahí, ir construyendo.
Espero que sea el área que de mayor sorpresa dentro del bussines plan por mucha mejora con respecto a lo previsto. Ahí hemos puesto un ejecutivo de primer nivel a cargo de las energías, que ya estaba en el grupo llevando parte de la construcción, pero su carrera profesional la ha desarrollado fundamentalmente en Abengoa y espero que crezcamos muchísimo en esta área.
Hay muchas cosas en temas de renovables que están por hacer, como el tema de la hibridación de los parques en el que se van a conjugar tanto la fotovoltaica, la eólica como el almacenamiento.
La gran estrella que está de moda es el tema del hidrógeno y nosotros queremos estar muy activos para poder desarrollar hidrógeno verde, es decir, que la energía que se consuma para obtener el hidrógeno sea por fuentes de renovables y en eso estamos trabajando.
Hay un gran camino y yo creo que al final será la gran estrella de la compañía en el periodo 2021-2024.
El crecimiento inorgánico es un pilar importante dentro de la estrategia de crecimiento de URBAS. En este sentido, ¿en qué nuevos proyectos fija su vista la compañía? ¿Será determinante esta línea de crecimiento en el nuevo ejercicio?
Nosotros siempre estamos atentos a cualquier tipo de operación que pase por nuestras mesas para poder analizarlo.
En el Plan de Negocio no tenemos previsto crecimiento inorgánico, pero no significa que no vayamos a crecer, sino que lo que ahora mismo hay es realmente lo que ya tenemos y que por crecimiento orgánico nos lleva a estas cifras. Si creciéramos inorgánico podríamos mejorarlas, que es lo que pretendemos.
Nosotros lo que queremos es estar dentro de las áreas de negocio de las que ya estamos, construcción, promoción y renovables o minería, que no tienen que ver, pero tienen ciertas similitudes y de hecho el área es la misma dentro de Urbas y en esa línea podemos crecer. De hecho, siempre estamos viendo operaciones.
También hay otra parte importante como es la internacionalización de la compañía. Queremos depender menos del mercado español y tener una mayor diversificación internacional. Por tanto, no es necesario explicar mucho para entender que cualquier posibilidad de negocio que se genere en España o fuera dentro de las líneas por crecimiento inorgánico y que podamos hacer, no la vamos a dejar escapar. Lo tenemos como objetivo y creceremos ahí.