La próxima semana la atención se centrará en la decisión de tipos del BCE
. “Una bajada de tipos podría tener un efecto deseado en la economía europea a corto plazo, pero vamos a ver si Draghi realmente se atreve a dar este paso, pues cuenta con la oposición de Alemania”. Además, “el problema de Europa necesita estímulos, pero los monetarios no son suficiente. Los pasos que se deberían tomar deberían ir encaminados hacia una unión bancaria y fiscal. La bajada de tipos sería buena, pero daría efectos limitados y a corto plazo. A medio-largo se necesita medidas más contundentes”.

En Japón el BoJ ha declarado que actuará para cumplir el objetivo de crear una inflación del 2% a finales de 2015. “El primer ministro Shinzo Abe ha dado un golpe sobre la mesa y sabe hacia dónde va. Se ha puesto en un extremo con la inundación del mercado de liquidez, algo que nos está viniendo muy bien, sobre todo en España, porque, como se piensa que este dinero hace que las inversiones se deriven más hacia activos de riesgo, nuestra prima se ha relajado y nos podamos financiar más barato. Otra cosa es el peligro que puede tener esto a futuro ante una posible reflación”.

“Nos enfrentamos a una guerra de divisas clara, aunque los políticos huyan de este término. Ahora los países se disputan la prevalencia mediante la devaluación de su divisa para conseguir ser los número uno en el comercio internacional”. En este tablero de juego, “China va a perder competitividad, por lo que el país empieza a estar nervioso. Nos enfrentamos a une escenario nuevo”.

En el mercado de divisas, pese a las últimas recuperaciones del oro, “creo que debería estar bajista mientras no supere los 1.530 dólares. Las manos fuertes parece que han dejado de estar comprados en oro, aunque los bancos centrales siempre tienen reservas. Las materias primas, y más en particular los metales preciosos, creo que vivirán meses de debilidad”.


Declaraciones a Radio Intereconomía