Contar con un diagnóstico precoz y certero es clave para el abordaje y manejo del dolor cervical y lumbar, que afecta al 85% de la población española en algún momento de su vida, según ha indicado el doctor Javier Moreno, especialista del servicio de Neurofisiología Clínica del Centro Médico Quirónsalud Jaén, que cuenta con el Hospital Quirónsalud Córdoba como espacio hospitalario de referencia para garantizar la continuidad asistencial en caso de ser necesario.
El doctor Moreno ha explicado que el dolor lumbar y cervical tiene una prevalencia muy alta, cercana al 18,5% de la población, siendo el segundo problema crónico de salud de salud más frecuente en España, sólo superado por factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial o el hipercolesterolemia, así que es muy importante un diagnóstico y un tratamiento adecuados, lo que permite “abordar esta patología de manera acertada”.
El tratamiento de la mayoría de los episodios de cervicalgia y lumbalgia, cuya incidencia aumenta con la edad, siendo más común a partir de los 45 años, es conservador, abordándose con analgesia, manteniendo una adecuada higiene postural y realizando ejercicio de bajo impacto y estiramiento, para ayudar tanto a reducir el dolor como a prevenirlo, ha señalado el doctor.
Sin embargo, si el dolor se prolonga en el tiempo, por más de 6 u 8 semanas, no responde al tratamiento conservador y presenta irradiación a un miembro (brazo o pierna), hormigueo o pérdida de fuerza, “es necesario descartar una posible radiculopatía por una hernia discal”. En la región cervical las hernias discales se localizan más frecuentemente entre las vértebras cuarta, quinta y sexta, y en la columna lumbosacra en las últimas vértebras.
Con el paso de los años, es frecuente que se produzca un envejecimiento del disco intervertebral, por disminución de su contenido en agua y colágeno principalmente. Esto hace que el disco pierda altura, los cuerpos vertebrales se aproximen entre sí y la dimensión del canal medular y los forámenes disminuya, facilitando la compresión de una raíz nerviosa y produciendo una radiculopatía, o en casos más serios de la médula espinal, provocando una mielopatía.
Así, para confirmar si existe una radiculopatía o incluso una mielopatía, deben realizarse pruebas complementarias de imagen y un electromiograma. El doctor Moreno ha afirmado que el electromiograma “es una prueba sencilla, que no provoca molestias, a la que el paciente no debe tener ningún temor”. Dicha prueba valora la actividad eléctrica de los músculos y los nervios, para identificar qué raíz o raíces nerviosas están afectadas por una hernia discal y en qué grado de intensidad, para así plantificar mejor el tratamiento y decidir si es más adecuado mantener una actitud conservadora o realizar cirugía.
El Centro Médico Quirónsalud Jaén cuenta con una amplia cartera de servicios y un equipo de más de 35 profesionales (médicos y sanitarios) altamente especializados para ofrecer una atención integral a sus pacientes. Además, el Hospital Quirónsalud Córdoba actúa como centro de referencia para garantizar la continuidad asistencial en caso de ser necesario.