Estamos en un mercado con mucha incertidumbre, no sólo debido a las contiendas geopolíticas sino también a las elecciones americanas que son inminentes. En este sentido, la Reserva Federal bajó los tipos de interés y aún así el Treasury Surí a 10 años no ha dejado de repuntar llegando a tasas del 4%; no sabemos si esto se debe a que la Fed ha perdido el control a los datos económicos contradictorios que se han ido anunciando los semanas previas.
¿Qué podemos esperar de las elecciones americanas? Hay decenas de escenarios posibles: algunos analistas dan la victoria a Trump, otros a Harris, otros apuntan a Congreso y Senado divididos..., pero nadie sabe lo que va a pasar con certeza. ¿Cómo operar en este entorno? A corto plazo, en este río revuelto en el que puede haber ganancia de pescadores en operaciones tácticas, nosotros queremos alejarnos del ruido de mercado y mantener una estrategia a largo plazo. Además, en decisiones estratégicas las elecciones tampoco suelen cambiar mucho el panorama del inversor a largo plazo. Si bien es cierto que, con esta volatilidad, a corto plazo se pueden hacer ciertos movimientos tácticos, no consideramos que sea importante hacer movimientos estratégicos. Gane Trump o Harris, los escenarios van a ser bastante similares. Además, gane uno u otro, la incertidumbre a largo plazo no va a alterar demasiado a los mercados porque ya hemos visto un mandato de Trump y, en el otro lado, Kamala Harris ha estado en el gobierno actual de Joe Biden. Es decir, ya conocemos las políticas de Trump y las de Harris.
En resumen, si bien las elecciones pueden suponer que a corto plazo podamos hacer movimientos tácticos, a largo plazo hay que mantener la posición estratégica y seguir viendo los resultados empresariales que, de momento, están siendo buenos y es uno de los factores que ha hecho que la TIR del bono americano haya subido tanto.