A pesar de que la medida solo es efectiva desde hace poco más de dos semanas y que el mercado descuenta que habrá países que no cumplan con sus nuevas cuotas, lo cierto es que el inicio de este ejercicio es totalmente opuesto al anterior. En estos momentos, el precio del barril ronda los 55 dólares y en los próximos meses podría subir algo más.
Aunque el sector de las compañías de energía es uno de los pocos que cae en lo que va de año en Wall Street, la razón podría ser simplemente por un ajuste de carteras. Han sido precisamente las industrias que más subieron el año pasado en bolsa las que este ejercicio comienzan con un peor pie, además de la energía, el sector financiero, tal y como se puede observar en el siguiente gráfico.
En un reciente informe de Jefferies, los analistas de la firma apuntan de nuevo hacia las petroleras como opción de compra. Explican que en estos momentos estas empresas se encuentran en mejor forma de la que habían estado en mucho tiempo y hablan por ejemplo de los flujos de caja que este año podrían aumentar un 57%.
Explican que “las condiciones para el sector de petroleras integradas es el mejor que han vivido desde 2012. Las medidas que han adoptado han llevado el breakeven del petróleo hasta 50 dólares por barril en los últimos años. En otras palabras, el sector está capacitado para cubrir los pagos de sus dividendos con los flujos de caja, es más, esperamos un aumento de la rentabilidad por dividendo hasta el 5,1% este año”, explican en su nota.
Para estos analistas en esta situación dentro del sector en Estados Unidos hay tres ganadoras:
Chevron: la compañía es una de las preferidas dentro de todo el universo de inversión de Wall Street para ellos. De hecho, en la firma no están solos ya que hay quien espera que la firma crezca a ritmos anuales del 5% en los próximos cinco ejercicios.
La compañía tiene una rentabilidad por dividendo del 3,71% y estos analistas le dan un precio objetivo de 141 dólares por acción, lo que implica un potencial de un 14% desde los niveles actuales.
Marathon Oil: la compañía paga una rentabilidad por dividendo del 1,15%. Los expertos de la firma le dan un precio objetivo de 22 dólares por acción, lo que implicaría un potencial de revalorización de un 26% desde los niveles actuales.
Royal Dutch Shell: es una de las empresas del sector que tiene una mayor rentabilidad por dividendo, ya que asciende al 5,76%. El precio objetivo que le asignan a la empresa es de 67,60 dólares, lo que implicaría un potencial de revalorización de más del 20% desde los niveles actuales de cotización.
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