En Europa, ya han publicado resultados el 60% de las empresas. Los datos del beneficio por acción (BPA) publicados hasta el momento superan en un 10% las previsiones de consenso. Ahora se espera que el BPA aumente un 60% (sí, ha leído usted bien) interanual en 2021 (un 15% más con respecto a los niveles de 2019). Y esto es aún más impresionante en Estados Unidos.
En todos los sectores el aumento de los costes de las materias primas tuvo un impacto limitado . De hecho, la mayoría de ellos pudieron elevar los precios para hacer frente a los mayores costes. Pero el efecto negativo podría ser más importante en los próximos meses en sectores clave como el automóvil, los bienes de equipo, la alimentación y los productos básicos de consumo. Únicamente dos sectores parecen beneficiarse plenamente de los atascos en la cadena de suministro: los semiconductores y el transporte, con una alta demanda y una capacidad limitada que hace subir los precios.
La covid-19 ha provocado muchos problemas, sobre todo en sectores como el del automóvil, cuya demanda se desplomó en 2020, pero luego repuntó con fuerza en 2021. Este shock conjunto de oferta y demanda ha generado problemas de ajuste de la capacidad, además de una tendencia más estructural de adaptación y seguridad de las cadenas de suministro. Así, la desglobalización es una tendencia importante y algunos países, como EE.UU., están tratando de relocalizar su producción.
Los motivos principales son dos:
- El deseo de depender menos de China como socio comercial, iniciado por el señor Trump y perseguido también por la nueva Administración estadounidense, así como por otros países.
- La descarbonización. Los consumidores (sobre todo los más jóvenes) son mucho más sensibles a las cuestiones ESG, especialmente las medioambientales, y presionan para que los fabricantes reduzcan sus costes de transporte y se pueda reducir su huella de carbono.
Al encarecimiento de las materias primas le ha seguido hace poco subidas de precios uniformes repercutidas a los consumidores. Sin embargo, los fabricantes también están estudiando maneras de reorientar la producción hacia productos cuya demanda final sea menos sensible al precio, compensando así los menores volúmenes con mayores márgenes (y de paso reduciendo su huella de carbono). Por ejemplo, algunos fabricantes de automóviles parecen estar limitando la producción de coches de bajo margen, para poder utilizar los chips en coches de gama alta con mayores márgenes, mejorando así su mix de productos.
Además, los fabricantes europeos están abasteciéndose de más materiales y producción en el norte de África y otros mercados emergentes, en detrimento de China, para reducir los costes de transporte.
En general, en Oddo BHF mantienen su perspectiva favorable sobre los activos de riesgo. La reciente caída de los tipos a largo plazo está dando un respiro a las primas de riesgo. Tenemos un posicionamiento largo en renta variable, corto en duración. Sin embargo, desconfiamos de ciertas valoraciones excesivamente tensas, dado el ciclo macroeconómico todavía boyante.
En Oddo BHF prefieren los valores cíclicos, tras su ligera caída relacionada con el descenso de los tipos. Por lo que respecta a los mercados emergentes, las valoraciones empiezan a ser atractivas, pero aún no se ha producido la esperada señal de recuperación de China. Por lo que somos pacientes en ese ámbito. En Oddo BHF están incrementando la convexidad de las carteras adquiriendo volatilidad en los tipos, la renta variable y las divisas. Las rentabilidades actuales nos permiten gastar algo de prima para mantener lo conseguido, ya que creemos que la reciente evolución es demasiado lineal y probablemente requerirá una ligera consolidación en los próximos meses... Tiempo para recuperar el aliento.
Con un menor apoyo de los bancos centrales, entramos en una nueva era, probablemente más volátil, en la que el alfa recuperará sus credenciales. Por tanto, se recomienda un posicionamiento más táctico y con mayor capacidad de reacción.