- Hoy tenemos reunión del Banco Central Europeo (BCE) con la previsión de que suba 0,75% los tipos de interés. ¿Cuál sería el escenario más negativo para los mercados tras esta reunión?
Creo que no se trata de la reunión del BCE en si sino de la tendencia. El BCE llega con retraso a estas subidas de tipos por la elevada inflación que hay en la eurozona de más de un 9%, es cierto que hay un elevado componente que se debe a la energía, y por tanto las subidas de tipos no son tan eficientes aunque nos estamos dando cuenta que la subida de precios se está trasladando más allá de energía y alimentos. El BCE se ha dado cuenta de que tiene que elevar tipos y creo que lo hará en 75 puntos básicos para recuperar parte del tiempo perdido. En Jackson Hole ya se hicieron comentarios bastante agresivos y el mercado está muy preparado para ese movimiento grande que no veíamos desde 1999. Creo que la clave no sólo es que suba tipos este jueves sino lo que hará en sucesivas reuniones, creo que va a estar subiendo tipos de forma rápida. El gobernador del Banco de Francia y consejero del BCE Françoise Villeroy ya ha dicho que los tipos deberían terminar al año en el 1,5% y el 2%, lo que supone dos nuevas subidas de tipos antes de que termine el año.
- Si sube los tipos de interés, ¿puede ser un revulsivo para el euro? ¿Qué necesita?
Creo que tenemos dos problemas con el euro. Por un lado, es la diferencia de velocidad en términos de normalización monetaria, es decir, la Reserva Federal está siendo más drástica a la hora de subir los tipos de interés y además está planteando una reducción del balance de la deuda que ha comprado durante los programas de expansión cuantitativa (QE, en inglés). Pero, además, lo que sucede es que ahora el mercado tiene más miedo de una recesión en Europa que en EEUU por la escalada de las amenazas por parte de Rusia de cortar el suministro energético a Europa y el impacto que puede suponer para las economías europeas. El euro se está debilitando por una peor perspectiva económica durante los próximos trimestres respecto a EEUU y además su banco central, la Reserva Federal, está normalización su política monetaria de manera más rápida. No creo que esto vaya a cambiar en el corto plazo.
- Junto al BCE tenemos este próximo viernes otra reunión clave de los ministros de energía de la UE para afrontar los desafíos que está dejando la Guerra de Ucrania en materia energética. ¿Qué medidas deberían ser claves en este entorno?
Tenemos dos grandes vías por las que están yendo las propuestas. Por un lado, es subvencionar este sobrecoste extremo que están pagando ciudadanos y empresas, según que países algunos optan por subvencionar parte del coste como hemos visto con los 20 céntimos por litro que subvenciona el Gobierno de gasolina y diésel, otros han optado por reducir los impuestos a determinados componentes energéticos como el gas, otros están habilitando ayudas para las familias más vulnerables para compensar esa pérdida de capacidad adquisitiva... Al final no deja de ser intentar limitar el impacto directo que tienen precios tan altos, y ahí entraría la propuesta de limitar el precio del gas natural con la idea última de que peor no va a ir y que ya hemos visto lo peor en las subidas de precios. Luego hay una segunda vía que es cambiar la forma de funcionamiento del mercado marginalista de fijación de precios de la energía en Europa. En este caso hablaríamos de desligar el gas del cálculo del precio de la electricidad, que es una medida más estructural con implicaciones de medio y largo plazo, no es una solución rápida. Son las dos vías principales a través de las cuales se pretende aminorar ese golpe tan duro que se está viendo a la capacidad adquisitiva por la continua subida de los precios energéticos.
- Esta semana hemos visto una fuerte subida del sector de las renovables en España al calor de esta reunión precisamente. ¿Cree que es uno de los sectores que puede liderar las bolsas? Si no, ¿cuáles?
Hay un deseo muy evidente a nivel de la Unión Europea de que hay que gravar con impuestos especiales los ingresos extraordinarios que están logrando precisamente en este entorno de subidas de las materias primas energéticas. Por lo que hasta que no sepamos cómo de grande va a ser el impacto de estas subidas impuestos en resultados es difícil saber quienes van a ser los ganadores y perdedores. No estamos hablando de renovables sí, renovables no. No me fijaría tanto en el sector eléctrico o renovable concreto, sino en ciertas compañías que tienen una estructura técnica alcista sólida que se ve en Solaria, Naturgy (Gas Natural) o Iberdrola, algo que no se ve en Audax o Endesa que no presentan estructuras tan positivas.
- ¿Cree que momentos como los que estamos viviendo son buenos para hacer una cartera a largo plazo? ¿Qué activos o valores debería tener una cartera a largo plazo?
Cuando tu tienes correcciones del 25% en bolsa lógicamente surgen oportunidades. Ha habido un ajuste parcial en valoraciones, en los precios de cotización actuales respecto a cómo comenzaron el año y en algunos casos algunas compañías han sufrido correcciones de entre el 50% y el 70% de su valoración. ¿Es interesante? Sí, habría que empezar a mirar, aunque para construir cartera a largo plazo no hay un momento único sino que vas buscando entre aquellos valores que tienen potencial. En el caso de aquellos inversores que prefieren comprar índices, es decir ETF mi recomendación es que lo hicieran de forma paulatina porque es probable que no hayamos visto el suelo de mercado, no tengo la sensación de que haya habido capitulación. Es decir, cuando hablo de capitulación es ver movimientos de salidas de flujos de la renta variable, no hemos visto volatilidades disparadas, no hemos visto diferenciales de crédito muy abiertos entre los bonos de alta calidad y los bonos basura. No tengo la sensación de que haya ese conjunto de síntomas que se suelen ver cuando el mercado está cerca de alcanzar un suelo. Todavía nos queda por ver una caída bastante relevante, es cuestión de ir preparando a qué niveles quieres entrar en distintas bolsas o índices bursátiles y lo mismo con las acciones. Si no lo tienes claro la mejor defensa probablemente para un entorno complicado donde la inflación está erosionando la capacidad adquisitiva del ciudadano es incorporar acciones que pagan un alto dividendo y que tienen poca deuda porque eso hace que aunque la recesión se convierta en una realidad global durante 2023 probablemente no reduzcan el dividendo.