Los comentarios del consejero delegado de thyssenkrupp , Miguel López, se produjeron después de que el presidente de la división siderúrgica dijera que el negocio necesita cubrir un déficit de financiación de 1.300 millones de euros (1.400 millones de dólares).
La empresa matriz está reduciendo su participación en la unidad, que está sufriendo una caída de la demanda y de los precios de los productos siderúrgicos.
El consejero delegado del grupo, Miguel López declaró que el objetivo de los esfuerzos de reconversión en curso era permitir a la TKSE ganar suficiente dinero por sí misma para financiar sus necesidades de inversión y hacer frente a cualquier ciclo bajista temporal en el futuro. También advirtió contra cualquier especulación sobre una posible insolvencia. "Las necesidades financieras de Steel Europe para los próximos 24 meses estarán garantizadas por Thyssenkrupp AG. Esto debería poner fin de una vez por todas a cualquier especulación. Nunca hubo peligro de insolvencia y no lo habrá ahora", afirmó López en un comunicado.
La disputa se produce después de que el nuevo inversor, el multimillonario checo Daniel Kretinsky, cerrara la semana pasada la compra de una participación del 20% en TKSE y esté en conversaciones para adquirir otro 30%. Kretinsky asistió a la reunión del consejo de administración del viernes.
La venta de TKSE, estrechamente ligada a la historia de Alemania como peso pesado industrial, ha estado plagada de dificultades durante años, sobre todo porque la empresa necesita miles de millones de euros para seguir invirtiendo y recuperar competitividad.