3) Tests de estrés para examinar la resistencia de los balances bancarios a unos escenarios de estrés. Esos escenarios se comunicarán más adelante porque deben pactarse con la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inlgés).
El BCE exigirá a los bancos que, en todos los casos, su core capital mínimo sea del 8%. El ratio de capital Basilea III (fully loaded) que se exige a la banca española es del 9%, y muchas entidades ya han llevado a cabo ampliaciones de capital y ventas de activos para cumplir con esta obligación.
Los analistas de Credit Suisse comentaban sobre estos exámenes y, en concreto, sobre la banca española, que el sector está sano después de tres “importantes” reformas, un rescate europeo, la transferencia de activos tóxicos al “banco malo” y cuatro trimestres de revisiones del BCE y la Comisión Europea (CE): “La reestructuración del sistema bancario continúa a buen ritmo”, resumen. No obstante, estos analistas reconocen que los retos se mantienen. La morosidad ha continuado incrementándose, y de cara a esta AQR, el regulador nacional ha endurecido algunas de sus reglas. “Son probables necesidades adicionales pero podrían abordarse internamente. En el lado positivo, el entorno macro está mejorando, lo que limita los riesgos de futuras y abultadas provisiones. Adicionalmente, los bancos han pedido solo 40.000 millones de euros de los fondos europeos (de los 100.000 millones posibles)”.
Las malas noticias que arroja la banca española son, sobre todo, dos: no presta a la economía real (caída del crédito del 10% en términos anuales) y, aunque el ritmo de contracción parece estabilizarse, es improbable que mejore de manera fuerte; e incurren en elevados niveles de financiación del banco central, a pesar de que sus posiciones de liquidez han mejorado y de que los costes de financiación han caído.
El presidente del BCE, Mario Draghi, considera que éste es un paso “importante” para Europa y para el futuro de la economía de la Zona Euro.
María Gómez