Los test de estrés (LST) se presentan como una prueba de resistencia a la que se han ido sometiendo las entidades financieras europeas para demostrar su capacidad de respuesta frente a escenarios económicos adversos. Para ello, se utilizan cifras económicas exageradas relacionadas con el PIB o el desempleo, entre otros indicadores, viendo qué entidades financieras precisarían de inyecciones de capital en casos de emergencia.
Claves del Informe de Estabilidad Financiera del BCE
El Informe de Estabilidad Financiera del BCE señala la necesidad de que las entidades financieras no bancarias deberán someterse a pruebas de estrés para evaluar su riesgo de liquidez ante escenarios adversos. Al medir las necesidades de liquidez en la entidad y en todo el sistema, las autoridades y las entidades estarían en condiciones óptimas para evaluar su capacidad de cumplimiento con los requerimientos de márgenes y garantías en periodos de excesiva tensión.
Con la realización de los test de estrés para fondos, se mejorarían notablemente los datos disponibles a nivel de entidad, fortaleciendo las funciones de gestión de riesgos, así como la planificación de contingencias de las entidades. Con ello, también podría establecerse una correcta diversificación de las fuentes de liquidez.
Con los test de estrés para fondos es posible medir sus recursos propios frente a la cantidad de dinero que se tiene comprometido en algunos tipos diferentes de inversiones.
No obstante, el BCE señala que la realización de test de estrés para fondos e intermediarios financieros podría reportar el consumo excesivo de recursos. De ahí que fuese fundamental considerar la proporcionalidad al establecer cualquier enfoque de evaluación. Solo así se contribuirá a la mejora de la resiliencia de todo el sistema antes shocks de liquidez generalizados.
Al margen de los test de estrés para fondos, el BCE propone exigir a las entidades no bancarias que cuenten con planes de contingencia y prácticas de gobernanza efectivas que permitan gestionar los riesgos de liquidez. Aquí se incluirían mejoras en las prácticas de gestión de garantías y el acceso a líneas de crédito.
El BCE argumenta que los fondos y entidades financieras no bancarias deberán diversificar sus fuentes de liquidez y evitar la concentración de un tipo particular de garantía. En materia de financiación, la clave reside en evitar una concentración excesiva de contrapartes en las líneas de crédito y repo.
El valor de las restricciones de apalancamiento
Desde el BCE se aboga por las restricciones de apalancamiento para entidades financieras no bancarias, así como el uso de restricciones discrecionales para entidades con exposiciones de riesgo similares. De este modo, se conocerían plenamente los beneficios económicos del apalancamiento y el nivel de externalidades inducidas por el apalancamiento que el sistema financiero es capaz de soportar.
El fundamento de los test de estrés
Las normativas UCITS y AIFMD requieren que los gestores apliquen test de estrés de liquidez de forma periódica, tanto en condiciones normales como excepcionales de liquidez. A raíz de un reciente estudio de EFAMA y la International Capital Markets Association’s Asset Management and Investment Council (AMIC), se concluye que el riesgo de liquidez es fluido y dinámico, por lo que será necesario implantar una política flexible para que el sector de fondos heterogéneo se adaptase a medida a los LSTs.
Los test de estrés entraron en vigor en Europa en el año 2010. Estas pruebas son realizadas por los reguladores de cada país. En el caso de España, es el Banco de España junto al BCE y la Comisión Europea, publicándose los datos de manera sistemática en la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
Limitaciones a los test de estrés
Los LSTs para fondos no son la piedra filosofal que permite medir y predecir futuras crisis de liquidez, especialmente porque suceden de manera rápida e inesperada. De ahí que sea tan importante educar a los inversores sobre la percepción errónea que los fondos pueden dar beneficios de los retornos y mantener una liquidez similar a un depósito.
De igual modo, es importante tener en cuenta el impacto de mercado en los costes de transacción, ya que no se deberá esperar a que todos los inversores puedan reembolsar a la vez y de la misma forma su capital.
Otra limitación a los LSTs es que no se puede configurar un modelo macro que analizase las vulnerabilidades del sistema financiero en su conjunto. El gestor no posee acceso a los activos de un fondo para que haga las funciones de seguro de otro, por lo que solo se podrá medir la liquidez en términos individuales para cada fondo.
En Reino Unido, tras el anuncio del Brexit, se apreció cómo los problemas de liquidez podían afectar a un sector de fondos específico más que a compañías específicas.