Tesla se mete, metafóricamente hablando, en todos los jardines a imagen y semejanza de su fundador. Elon Musk vuelve a ser noticia- y cuando no- a cuenta de twitter su modo de comunicación con el mundo, tal y como le pasaba en su día, a Donald Trump.
La última es la polémica emprendida con el presidente de Estados Unidos Joe Biden a cuenta de un tuit de la Casa Blanca tras su reunión con los fabricantes de automóviles Ford y General Motors, indicando que ambas compañías iban a fabricar más coches eléctricos en Estados Unidos que nunca. Elon Musk contestaba entonces a POTUS indicando que un “empieza por T y termina por A y en medio lleva ESL” indicando la ausencia de Tesla en esa mención pública.
Pero la cosa ha ido a más con un Elon Musk señalando que Biden tomaba por tontos a los americanos, que era un títere…, todo ello con lo que puede conllevar, ya que, hay varias cosas en liza, en su empresa espacial SpaceX con la NASA e incluso Tesla, bajo el ojo del huracán federal, de Tráfico en concreto como ya hemos contado por el software de conducción autónoma.
Solo por los problemas que acarrea, ha tenido que retirar del mercado 54.000 coches por su “Full Self Driving” que permite seguir su camino al coche en intersecciones sin detenerse primero, lo que puede elevar el riesgo de accidente. Se trata de sus modelos de las líneas Model S y Model X 2016-2022, la línea Model 3 2017-2022 y la línea Model Y 2020-2022.
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Y ayer mismo retiraba del mercado 817.000 vehículos más, instigados también por Tráfico de EEUU, por la no activación de una alerta audible cuando el vehículo arranca y el conductor no se ha puesto el cinturón de seguridad.
Pero hay más a cuenta de los tuits. De uno en concreto de 2018 por lo que ahora se encuentra Tesla en los tribunales. En una demanda colectiva presentada en San Francisco los accionistas consideran que sus escritos en la red de microblogging han causado cuantiosas pérdidas a la empresa. Él señala que el referido a la planificación de la privatización de Tesla era completamente cierto y que, los inversores que creen que el mensaje fue fraudulento, están equivocados.
De hecho, sus abogados han defendido que el fondo soberano de Arabia Saudí había acordado apoyar el intento de que la compañía fuera privada, es decir, que saliera del mercado como tuiteó Elon Musk, lo que incluso le llevó a un rifirrafe y multa añadida de la SEC y su abandono de la presidencia de la compañía.
Todos y cada uno de estos factores, cotizan en el mercado, de hecho, en su gráfica comprobamos como 2022 sigue haciendo mella en el valor tanto como en el resto de los valores tecnológicos, por lo que sus caídas anuales superan el 14,3%, aunque en las últimas cinco sesiones cotizadas ha recuperado más de un 9%, en negativo también en el último mes, con recortes del 15% y supera el 26% su bagaje en el trimestre precedente.
Pero de momento los analistas siguen confiando en el valor. Como muestra el último espaldarazo a sus acciones que viene directamente de la mano de Credit Suisse. Sus analistas destacan que sobreponderan el valor y elevaran su precio objetivo hasta los 1.025 dólares por acción. Consideran que, a pesar de que Elon Musk ha confirmado que Tesla no va a sacar al mercado ningún modelo nuevo en el presente ejercicio, ni tan siquiera, con nuevos retrasos incluidos su tan famosa Cybertruck.
Aun así, desde el banco suizo consideran que la compañía ha sorprendido al alza con sus márgenes en gran parte por la reducción de sus costes. Estiman que sus sólidos márgenes actuales, son sostenibles. Afirman que hasta ahora sus márgenes llegan en gran medida de las ventas de hardware pero que a medida que pone marcha más funciones de Full Self-Drive y desbloquea más ingresos diferidos, podría incrementar sus beneficios.