La compañía más que duplicó las ventas en el primer semestre del año hasta 4.048 millones de dólares. Y aunque sus pérdidas trimestrales aumentaron en este periodo hasta niveles no conocidos por la firma (666,6 millones de dólares), las acciones han reaccionado con fuertes subidas.
Los analistas y los inversores están valorando positivamente que la compañía ha recibido más de 1.800 reservas diarias para su Model 3 –que hace unos días entró en fábrica para su producción-. Por otro lado, parece que se despejan los temores a que este coche barato pueda canibalizar las ventas de modelos más caros. De hecho, Tesla ha elevado las previsiones de entregas del Model S y X en la segunda parte del año y ha afirmado que las peticiones de estos dos últimos se han acelerado.
Los mercados han preferido ignorar las alertas del presidente de la compañía, Elon Musk, cuando hace unos días decía que los primeros seis meses de producción del Model 3 iban a ser un infierno. Ante eso han preferido celebrar que la compañía aún tenga 3.000 millones de dólares en caja, debido a que sus gastos han sido menores de los previstos.
Nadie descarta que Tesla tenga que volver a los mercados a pedir dinero. Podría ser a través del mercado de deuda, ya que Elon Musk ha rechazado volver a ampliar capital.
La compañía sigue necesitando efectivo para seguir con la construcción de la gigafactoría de baterías de litio en Nevada y para la producción de coches. Porque si hay algo que es imprescindible es que la empresa comience a entregar vehículos y a recibir dinero. El director financiero de la empresa ha apuntado que los gastos de la compañía estaban en máximos históricos, más de 100 millones de dólares a la semana.
Elos Musk dijo ayer que los inversores deberían tener “preocupación cero” de que Tesla no consiga aumentar la producción de sus fábricas hasta 10.000 vehículos a la semana que viene a finales de 2018.
Explica la empresa que conforme la producción aumente, lo hará en la misma media los márgenes, que será positivo a finales de este año y llegarán al 25% a finales del año que viene.
En el segundo trimestre los ingresos aumentaron hasta 2.790 millones de dólares, frente a 1.270 hace un año, por encima de las previsiones del consenso.
En este entorno, una compañía que no gana dinero –solo lo invierte- ha subido ya más de un 50% en lo que va de año. En los últimos ejercicios, de hecho, solo ha caído en bolsa en 2016. Esto ha provocado que su enseña valga más en bolsa que Ford o General Motors. Y eso gracias al entusiasmo que ha creado la posibilidad de que el Model 3 sea un coche accesible que logre impulsar los ingresos de la empresa.
Opinión de los analistas
A vista de la reacción de Tesla en bolsa, parece que a los inversores le gusta la senda que ha tomado Tesla. En una nota de hoy mismo, James Albertine, analista de Consumer Edge Research, ha afirmado que el pasado ha sido un buen trimestre para la compañía.
Los expertos de Citi apuntan que las cifras del segundo trimestre ha sido más positivas que negativa, lo que significa que podríamos ver un rebote en las acciones tras el reciente pullback. En la firma explican que “nosotros creemos que Tesla es una compañía de gran riesgo por su nivel de gastar efectivo, su posición de deuda y su histórica dependencia de los mercados de capitales para financiera el crecimiento y, además, por su elevada valoración”.
Tras los resultados se han producido al menos once cambios de recomendaciones. Entre las firmas que han elevado su precio objetivo se encuentran Goldman Sachs y Piper Jaffray. La primera firma ha situado este umbral en 200 dólares por acción, muy lejos de los 325 en los que cotizaba a cierre del miércoles y por eso apuestan por vender sus títulos.
En concreto, tras la subida de los últimos meses, un 32% de las firmas que siguen el valor apuestan por comprar, según Factset, el 40% opta por mantener y el resto por las ventas. El precio objetivo medio es de 252 dólares por acción, un 23% por debajo de la cotización de la compañía.