Según ha publicado el diario británico Financial Times
, Tesco, una de las mayores cadenas de distribución de Reino Unido, se habría sobrexcedido en el cálculo de sus resultados futuros y no es la primera vez que sucede. En los últimos tres años, la compañía ha protagonizado hasta cuatro profit warning. De hecho, a finales de agosto pasado, Tesco ya anunció una revisión a la baja de sus resultados por segunda vez en dos meses, al tiempo que anunció un recorte del 75% en su dividendo.



Bolsa
La repercusión sobre las acciones de la compañía se ha mitigado a lo largo de la sesión puesto que la caída ascendía hasta el 11% a primera hora de la mañana. Actualmente, Tesco retrocede un 8% en el nivel de 2,11 libras por acción.

Y no es una novedad, sin duda, para su accionariado.
En lo que acumula de este 2014, Tesco ha retrocedido más de un 36% en bolsa.

Las casas de análisis poco a poco han ido perdiendo su confianza en el valor. Según fuentes del mercado, el precio objetivo de la compañía debería situarse en las 2,38 libras, nivel en el que cotizaba antes de la debacle de hoy.

En la actualidad, tan sólo 1 de cada 10 brókeres apostaría por comprar los títulos de la británica frente al 34% que se decanta por vender sus acciones. Y eso que es el menor porcentaje de sellers de todo el año considerando que no había bajado del 45% hasta este mismo mes de septiembre.




Malos presagios
El primer ejecutivo de Tesco, Dave Lewis, que asumió el cargo a principios de septiembre, ha señalado que "hemos descubierto un problema grave y hemos respondido en consecuencia".

La cadena de distribución, que atribuye la sobrestimación de beneficios a la contabilización anticipada de los ingresos comerciales y el retraso en el reconocimiento de los costes, ha asegurado que está trabajando para delimitar la magnitud del problema y el impacto que tendrá en las cuentas del conjunto del ejercicio.

De momento, Tesco ha retrasado varias semanas, hasta el 23 de octubre, la publicación de sus resultados provisionales, cuando actualizará los datos sobre la sobrestimación de ganancias.

La mala evolución de las cuentas, erosionadas por la fuerte competencia de otras compañías de distribución, condujo en julio al relevo del presidente ejecutivo de la cadena Phil Clarke, que ha sido reemplazado por Dave Lewis en septiembre, un mes antes de lo previsto.

Los analistas consideran que el reconocimiento de Tesco de una sobrestimación de resultados añadirá más presión a la compañía, que sigue perdiendo cuota de mercado frente a sus rivales.

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