Se teme que la política fiscal de Trump pueda llevar a un repunte de la inflación. En este sentido, ¿se plantean modificar su cartera hacia deuda de plazos más cortos?
Se han incrementado las expectativas de inflación tras la victoria de Trump y esto ha impulsado al alza las expectativas de tipos de interés, a los tipos de la curva americana y ha hecho un cierto arrastre en las curvas soberanas europeas.
Teme que la burbuja de renta fija implosione o no aprecian burbuja en el mercado de deuda?
Evidentemente hay una burbuja en la renta fija que han provocado los Bancos Centrales y, lo que nosotros procuramos, es estar en activos de renta fija con valoraciones menos ajustadas que la deuda pública o las cédulas hipotecarias, que tienen mayor sensibilidad a tipos, y, en cambio, estamos en otros activos, como crédito corporativo, donde las valoraciones siguen siendo atractivas desde un punto de vista rentabilidad/riesgo.
Con el reciente repunte de las TIRes, ¿han modificado la cartera del Imantia Renta Fija Flexible?
Hemos aprovechado los repuntes de tipos del último mes para incrementar de forma considerable el nivel de inversión en la cartera. Hemos hecho una pequeña posición en periferia y hemos seguido subiendo peso en el core de la cartera, que es crédito corporativo. Son inversiones de corto-medio plazo, en las que valoramos el binomio rentabilidad-riesgo y nos movemos a lo largo de la curva en los puntos donde se maximiza el binomio.
Ha desinvertido en Treasures americanos, ¿Cuándo y por qué ha tomado esta decisión?
En curva americana hemos tenido dos estrategias pensando en la normalización de tipos y en el repunte de expectativas de inflación. Así, por un lado tenemos una estrategia en jugar el apuntamiento de la pendiente y, por otro lado, jugamos el bono americano ligado a la inflación. Hemos deshecho esas estrategias aprovechando el movimiento de los últimos quince días de repunte de la inflación, donde estas estrategias se han visto beneficiadas, pero que creemos que el mercado se ha pasado un poco de vuelta descontando que se van a aplicar demasiado pronto medidas de ámbito fiscal.
Tienen deuda de entidades financieras en cartera, ¿por qué ven oportunidades aquí?
Creemos que los bonos del sector financiero son una clase de activo donde están bien valorados, pagan el riesgo y creemos que, en términos de solvencia, cada vez hay menos dudas de que la recapitalización de los bancos es correcta; por otra parte, se están flexibilizando los colchones extra exigidos, haciendo que tengan menos presión el próximo año a la hora de emitir nuevos bonos a lo largo de la estructura de capital, como pueden ser AT1 o subordinadas y, por eso, pensamos que especialmente la deuda senior y las subordinadas tienen soporte por estos factores. Por ello, tenemos una apuesta clara en las carteras por deuda bancaria.
Por cierto, esta deuda no entra entre la elegible por el BCE, ¿cree que cambiará su programa de compra de activos al quedarse casi sin deuda elegible?
Ahora en diciembre se tiene que definir qué va a pasar a partir del 31 de marzo cuando termine el QE. Entre las opciones que tiene el BCE está que alargue el programa o amplíe la base de elegibilidad de bonos por el programa de escasez que ha tenido hasta ahora, aunque a raíz de los repuntes que ha habido en el último mes, ese problema es menor.
¿Qué riesgos ve en el mercado de deuda de cara al próximo año?
El próximo año vamos a tener elementos que van a introducir riesgo en el mercado, como las elecciones en Alemania, Francia y Holanda, que con el auge de partidos euroescépticos, pueden introducir ruido en el mercado. Por otra parte, el sector financiero italiano va a tener que seguir avanzando en las reformas de consolidación de banco malo. Con el Brexit también tendremos novedades si se desencadena la salida de la UE. El BCE va a ser de nuevo el actor principal que marque la dirección de los mercados. Habrá que aprovechar los repuntes de volatilidad y las posibles oportunidades que nos dé el mercado para rotar cartera e invertir.