De momento, la operadora italiana ya ha señalado que no espera un impacto material de esta desinversión en su deuda. Recordemos que el pasivo del grupo a cierre de septiembre era de 28.200 millones y que su objetivo es reducirlo por debajo de 27.000 millones. “La venta del negocio argentino es sólo una pequeña parte de la gran recuperación que TI necesita completar”, explicaba Carlo Alberto Carnevale Maffe, profesor de la Universidad Bocconi de Milán.
Asimismo, Telecom Italia ha lanzado una emisión de bonos convertibles que alcanzará un importe de 1.300 millones de euros, tendrá vencimiento a noviembre de 2016, y un cupón de entre el 5,75% y el 6,5%. Y venderá también sus torres y TI Media Broadcasting, con lo que prevé obtener más de 2.000 millones de euros.
Explican los analistas de Ahorro Corporación Financiera (ACF) que, los resultados del grupo en dicho país “se han deteriorado en este ejercicio, con un descenso en ventas del 2,6% en el tercer trimestre en moneda local, y una caída del EBITDA del 38,6%. De esta manera, la potencial adquisición de Iusacell contaría con todo el sentido estratégico (cuenta con 7,2 millones de abonados móviles, cuota del 7%) y desde el punto de vista económico podría alcanzar los 1.000 millones de euros, importe asumible tras la desinversión del negocio de República Checa y la reducida posición financiera a cierre del tercer trimestre”.
De la misma opinión es Alberto Espelosin, analista de Abante Asesores, quien ayer señalaba a la agencia: “Tiene perfecto sentido que Telefónica aumente su presencia en México, un mercado con gran potencial de crecimiento”.
A estas horas, Telefónica cotiza plana en los 12,28 euros.
S.C./M.G.