Este plan se cerró con la firma del convenio colectivo que abarcaba 2016 y 2017 y que se ha ampliado a 2018. El diario Expansión ha informado de que cuando se aprobó este plan “se incluyó en las provisiones de ese año, aunque el plan entraba en vigor en 2016”.

Este plan es un ajuste bastante novedoso por un método no traumático, debido a que los trabajadores de la empresa que estuviesen vinculados a este PSI no se desvincularían de forma legal del grupo, sino que “suspenderían temporalmente su trabajo, aunque podían cada año volver a incorporarse y mientras percibir alrededor del 70% de su sueldo anterior”, afirma Expansión.

Este plan fue colocado sobre aquellos empleados de Telefónica de España, Telefónica Móviles, Telefónica Soluciones que tuviesen más de 53 años y una antigüedad en la compañía que superase los 15 años, antes del 31 de diciembre del 2017. Actualmente se ha aumentado el plazo de extensión a aquellos que cumplan las mismas condiciones hasta diciembre de 2018, un año más tarde. Así, un grupo de empleados nuevo entrarán en las filas de la empresa.

Esta ampliación tiene unas consecuencias, como que “el colectivo susceptible de acogerse al plan de bajas se eleve en otros 1.800 trabajadores”, según Expansión, que no significa que “todos esos trabajadores vayan a salir de la compañía debido a que por el momento el plan solo está siendo elegido por un colectivo que representa entre el 70% y 80% del total de los potencialmente beneficiados, que inicialmente se calcularon en el bienio 2016-2017 en unos 9.000 trabajadores”.


Es decir, durante los dos primeros años de actuación del PSI, entre 6.300 y 7.200 trabajadores dejarían la compañía e incluso otros 1.500 empleados más. Aunque el plan no tendrá ningún efecto en el margen bruto de explotación que la empresa usa para cuantificar sus previsiones, debido a que “se usa el margen ebitda descontadas provisiones, plusvalías y minusvalías”.