Esta operación se enmarca dentro de su plan para reforzar capital. Según Prisa, Telefónica se ha comprometido a suscribir la totalidad del segundo tramo de la emisión, que en total asciende a 444 millones de euros. El primer tramo, de 334 millones, se dirige a los acreedores bancarios.
Prisa explica en el comunicado enviado a la CNMV que los bonos que serán suscritos por Telefónica se emitirán a la par que los destinados a la banca, son nominativos y tiene un valor nominal unitario de 100.000 euros. Estos títulos devengarán un interés mensual desde su emisión por referencia a su importe nominal y pagadero en efectivo al vencimiento de cada año que será de Euribor más 415 puntos básicos, que se corresponde con el tipo de interés aplicable bajo el contrato de préstamo subordinado suscrito entre Prisa y HSBC con fecha 20 de diciembre de 2007.
Los bonos tendrán una duración de dos años. Llegado el vencimiento, los títulos que no se hubieran convertido previamente se convertirán necesariamente en acciones ordinarias Clase A de Prisa, grupo de medios de comunicación, mientras los intereses devengados y no pagados hasta la fecha de conversión se satisfarán en metálico. El precio de las acciones a efectos de la conversión será de 1,03 euros.
Alberto Roldán, jefe de análisis de Inverseguros, comenta que "Prisa tiene que dar una solución dramática a sus problemas de deuda. La compañía tiene que poner en valor muchas actividades que hoy valen cero y también tiene que hacer frente a la dilución de la participación de sus accionistas. Su panorama a medio plazo es problemático, aunque se abren ventanas de esperanza a que en el futuro sí ponga en valor estos negocios".