Esta mañana, la agencia Bloomberg ya adelantaba que la compañía había recibido escasa demanda institucional para seguir adelante con la colocación de algo menos de la mitad de las acciones de su filial.
De acuerdo con esta información, la operadora estaba barajando varias alternativas para salvarla, como reducir el porcentaje de colocación en el mercado, bajar el precio de los títulos o retrasar el debut.
Hay que recordar que Telefónica había planeado colocar un 36,36%, ampliable al 40%, de Telxius y seguir siendo su accionista mayoritario. Este paquete tendría un valor de mercado de 1.090 millones de euros, representado por 90,9 millones de acciones en un rango de precio entre los 12 y los 15 euros.
No es la primera vez que Telefónica se echa atrás en una salida a bolsa. En junio de 2011 hizo lo mismo con la OPV de su filial de atención telefónica, Atento. En aquella ocasión, la compañía explicaba esta decisión ante “la desfavorable situación de los mercados". En diciembre de 2012 vendió esta unidad por 1.050 millones de euros.
Las dudas sobre la salida a bolsa se dispararon en la jornada de ayer, después de que Telefónica se viera obligada a rebajar el precio mínimo en el que podía quedar situada la acción de Atento hasta 17,25 euros, frente a los 19,25 euros previstos inicialmente en la banda de precios, que tenía un máximo de 25 euros.
La OPV de Telxius es parte de la iniciativa de Telefónica para recaudar efectivo para reducir la deuda y mantener su dividendo. A esta operación se le unirá la salida a bolsa de O2, la filial británica, que podría tener lugar antes de que acabe el año si las condiciones de mercado son apropiadas. %%%Indíquenos si quiere recibir alertas sobre Telefónica|TEF%%%
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