Desde entonces, este plan de acción, combinado con una misión consistente en ‘hacer un mundo más humano conectando la vida de las personas’, ha guiado la actuación del Grupo Telefónica. Ha resultado clave para afrontar el desafío mayúsculo planteado por la pandemia. La claridad y la solidez de ese plan han quedado reforzadas en los últimos meses para constatar la validez de esos objetivos, sustanciados en varias de las mayores operaciones corporativas en la historia de la compañía.
Sobresalen la sociedad conjunta creada en Reino Unido entre O2 y Virgin Media para crear un operador líder en el mercado británico y la venta de las torres de Telxius en Europa y Latinoamérica a American Tower Corporation, una transacción saldada a unos múltiplos récord y por un valor de 7.700 millones de euros. Las dos transacciones se han cerrado en junio, y con ellas Telefónica alcanza un hito que constata el grado de ejecución de su plan. Sirven, además, para reducir de manera considerable la deuda financiera neta de la compañía, que con estas operaciones y otras pendientes de aprobación quedará rebajada hasta aproximadamente los 26.000 millones de euros. Es decir, la mitad que a mediados de 2016. La capacidad de generar caja por parte de la empresa, con un volumen acumulado de 25.000 millones en los últimos cinco años, ha contribuido de manera determinante en el recorte de la deuda.
Pero ha habido más. Telefónica Infra está cumpliendo su misión de maximizar el valor de las infraestructuras del grupo con otras operaciones como la creación de vehículos para el despliegue de fibra junto a otros socios en Alemania, Chile y Brasil. Telefónica Tech está totalmente operativa y mostrando crecimientos de doble dígito que confirman el valor añadido de sus soluciones y servicios. Y en Hispam los progresos realizados han permitido reducir la exposición a la región y optimizar la cartera de activos no estratégicos.
Esta ejecución, combinada con la calidad de los activos de Telefónica y el liderazgo en los mercados en los que opera y de sus redes de fibra y 5G, permite avanzar en la senda marcada en noviembre de 2019. Una senda de crecimiento y de futuro, el que espera a la nueva Telefónica, la Telefónica de los próximos 100 años.