S&P ha justificado su decisión en "las previsiones son estables, reflejando nuestra interpretación actual de que los riesgos para los ratings de España permanecerán equilibrados durante los próximos dos años". Además, la agencia de calificación ha mejorado hasta el 1,6% su perspectiva de crecimiento del PIB entre 2014 y 2016, cuatro décimas por encima de su anterior previsión. Respecto al objetivo de déficit para este año (5,5% del PIB), S&P cree que se podrá cumplir, pero duda de las metas marcadas para 2015 y 2016 (4,2% y 2,8%), ya que no espera que se puedan lograr sin medidas adicionales. De hecho, señala que, si España logra reducir el déficit más de lo esperado, podría volver a revisar al alza el rating del país.
Standard & Poor’s ha seguido la estela de las otras dos grandes calificadoras. Así pues, Moody's también elevó en febrero en un escalón la nota de la deuda soberana española, desde 'Baa3 a 'Baa2' con perspectiva positiva. Por su parte, Fitch subió también en un escalón el rating de España, desde 'BBB' a 'BBB+' con perspectiva estable.