La agencia de calificación S&P Global Ratings ha tomado la decisión de rebajar el 'rating' a largo plazo de Israel de 'A+' a 'A', asignándole una perspectiva 'negativa'. Esta acción se debe a la creciente probabilidad de escalada en el conflicto que el Ejército israelí está enfrentando con la milicia chií libanesa de Hezbolá.

Mayor probabilidad de escalada en el conflicto

Los analistas de S&P han expresado su preocupación ante la posibilidad de que el conflicto entre Israel y Hezbolá se prolongue e intensifique, lo que podría generar riesgos de seguridad significativos para Israel. Esta rebaja en la calificación crediticia es la segunda que realiza S&P en lo que va del año, siguiendo la decisión de Moody's de recortar la calificación del país el viernes anterior.

Impacto en la economía israelí

Además de la rebaja en la calificación, S&P ha ajustado a la baja las previsiones de crecimiento de Israel para los próximos años. Se espera que el crecimiento sea del 0% en 2024 y del 2,2% en 2025. Esta revisión a la baja se acompaña de proyecciones de un aumento en el déficit fiscal tanto a corto como a medio plazo, principalmente debido al incremento en el gasto militar.

Reacciones y perspectivas

El contralor general del Ministerio de Finanzas, Yali Rothenberg, ha comentado que la rebaja en la calificación por parte de S&P es una consecuencia directa de la continuación del conflicto armado. No obstante, Rothenberg ha destacado la diversificación de la economía israelí y su capacidad demostrada para superar crisis, lo que podría jugar a favor del país en medio de este escenario desafiante.

En resumen, la rebaja en la calificación crediticia de Israel por parte de S&P refleja la preocupación de la agencia ante la escalada del conflicto con Hezbolá y los posibles impactos negativos en la economía del país. La situación actual plantea desafíos tanto en términos de seguridad como de estabilidad económica, y será crucial seguir de cerca la evolución de estos acontecimientos en los próximos meses.