Un reciente estudio de la consultora Willis Towers Watson ponía fecha de defunción al fondo de reserva de España, lo que coloquialmente se llama “hucha de las pensiones”. Este colchón de dinero es lo que ha permitido al estado hacer frente a los pagos mensuales a los jubilados de nuestro país. Según la entidad, si no hay cambios –y cambios en el corto plazo-, la hucha podría vaciarse en 2018, es decir, le quedaría solo algo más de un año de vida.

 
Aunque los expertos consideran que las pensiones no están en peligro porque ante esta tesitura el gobierno articularía alguna fórmula, como la financiación a través de impuestos.  Pero lo que parece evidente es que la reforma de las pensiones que se lleve a cabo tendrá varias consecuencias. Una de ellas probablemente irá en línea con la última modificación que se llevó a cabo y que elevó la edad de jubilación y estableció una fórmula por la que probablemente los nuevos jubilados que se incorporen irán perdiendo porcentaje de cobro con respecto a su último salario. De esta forma, los analistas de Willis Towers Watson prevén que en cuarenta años la pensión podría ser alrededor de un 25% inferior a lo que cobran los jubilados en estos momentos.



La solución, dicen, pasa por diversificar las fuentes de ingresos durante esa época de nuestra vida que será cada vez más larga. Se estudia la posibilidad de que el ahorro de los ciudadanos se articule a través de las empresas, lo que se denomina técnicamente, el segundo pilar.  Pero los expertos apuntan que tampoco debemos obligar el tercer pilar, el ahorro que podemos llevar a cabo nosotros mismos.
 
Los expertos de GVC Gaesco Pensiones han publicado una nota en la que explican cuáles son los frenos que nosotros nos ponemos a nosotros mismos para no ahorrar.

 
Xavier Bergé, Responsable de la Correduría y Desarrollo del Negocio de Pensiones de GVC Gaesco Pensiones, asegura que “la correcta planificación del ahorro para la jubilación es crucial para que el nivel de vida no descienda significativamente al llegar ese momento.
 
En la firma han elaborado una lista con estos ocho mitos que no nos permiten ahorrar:
 
1-   Si soy joven no es necesario contratar un plan de pensiones porque quedan muchos años para mi jubilación.
En la entidad explican que lo importante es comenzar cuanto antes.   En opinión de la firma “deberíamos ajustar nuestras aportaciones a los flujos de ingresos que tendremos durante nuestra vida laboral”.

2.      Es mejor tener los planes de pensiones y los ahorros en una misma entidad porque me transmite confianza.  Señalan estos expertos que “diversificar es recomendable para reducir el riesgo asumido y lograr la máxima rentabilidad de los ahorros. Además es aconsejable combinar planes con diferentes niveles de riesgo, rentabilidad y liquidez, con diferentes categorías de activos y diversificando estilos de gestión”.

3.       Como cotizo al máximo, tendré una buena pensión y no es necesario contratar un plan de pensiones.

4.       A nivel fiscal, cuando lo rescate habrá que pagar impuestos muy elevados.  El hecho de rescatar el plan de pensiones de forma única y en forma de capital puede incrementar el tipo impositivo de forma sustancial aunque hay diferentes formas de rescatarlo y se puede planificar fiscalmente para optimizarlo. Las prestaciones de un Plan de Pensiones tributan como Rendimientos del Trabajo. Es importante analizar que la gran ventaja fiscal es que cuando percibamos nuestro Plan, el tipo impositivo será inferior al que teníamos en nuestra etapa laboral. Por otro lado, si el ahorro generado con la aportación del plan lo reinvierto en un fondo de inversión, también me ayudará a paliar el coste fiscal en el momento de rescatar.

5.       Tengo muchos gastos y no me puedo permitir ahorrar.  Aseguran que “eso no es un impedimento para tener un plan de pensiones, se pueden realizar aportaciones periódicas sin ningún problema. De este modo, se podrá ir acumulando ese capital tan necesario para la jubilación con aportaciones de 60€ mensuales. De ahí deriva la necesidad de empezar cuanto antes, para que con poco esfuerzo podamos acumular un gran capital”.

6.       Es mejor contratar el mismo plan de pensiones para toda la vida. En su informe aseguran que deberíamos contratar un plan específico en función de nuestro ciclo vital. A lo largo de tu vida es probable que te interese cambiar el Plan.

7.        Si mi pareja no trabaja y no tributa a la Seguridad Social no puede tener un Plan de Pensiones. Explican que el cónyuge que trabaja puede aportar al Plan del otro cónyuge hasta 2.500 euros anuales, además del importe máximo anual de 8.000 euros. Siempre y cuando el cónyuge no tenga rendimientos superiores a 8.000 euros.

8.       Soy consciente de que debo empezar a ahorrar, pero no sé cómo hacerlo. Ellos recomiendan invertir asesorándose a través de un agente financiero.
 
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