Con el paso del tiempo, y fruto de la degeneración, es posible que nuestra columna vertebral cambie y, en las personas de edad avanzada, se haya estrechado el canal medular, que va desde las cervicales hasta la zona lumbar, de forma que se presionan los nervios, y esto ocasiona en numerosos pacientes dolor en las piernas o en las nalgas. La primera opción de tratamiento en estos casos suele ser la vía conservadora, si bien no todos los casos se resuelven de esta manera y debe optarse por la cirugía.

“Hasta un 30 por ciento de los pacientes con estenosis clínicamente diagnosticada acaban necesitando una cirugía debido a la persistencia de los síntomas, y a la limitación funcional que les genera”, asegura el presidente de la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER), nombrado por la revista Forbes entre los 100 mejores médicos de España, el doctor Luis Álvarez Galovich, responsable de la Unidad de Columna del Hospital Quirónsalud Ciudad Real y de la Unidad de Patología de Columna del  Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

Concretamente, este experto destaca que alrededor de un 95% de los varones, y de un 80% de las mujeres de más de 65 años presentan un estrechamiento de los diámetros del canal lumbar, que puede causar presión sobre los elementos neurológicos en su interior, en particular sobre los nervios que afectan a las extremidades inferiores.

“Entre sus síntomas se podrían encontrar molestias o dolor al caminar en las piernas o en las nalgas, así como dificultad para moverse, hormigueos en las piernas, o incluso debilidad; aparte de dolor, tanto en los brazos como en las piernas, menos dolor al inclinarse hacia adelante o sentarse”, sostiene este especialista. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen, habitualmente escáneres o resonancias magnéticas.

PRIMERO, EL TRATAMIENTO CONSERVADOR

Según prosigue este experto, en primera instancia, la estenosis de la columna se debe tratar con la toma de fármacos, como analgésicos, inyecciones de corticoesteroides, reposo, ejercicios, o fisioterapia.

No obstante, si el paciente no logra mejorar sus síntomas mediante el tratamiento conservador, o bien éste directamente fracasa, se debe valorar la opción quirúrgica, en muchos casos desechada por ser personas de edad avanzada. “La Unidad de Columna del Hospital Quirónsalud Ciudad Real cuenta con un equipo de profesionales expertos en el tratamiento quirúrgico de pacientes de edad avanzada, ya que la edad no puede ser considerada una contraindicación de un tratamiento quirúrgico", insiste.

El doctor Álvarez Galovich remarca que es habitual que los pacientes acudan a su consulta buscando una segunda opinión, y después de haber agotado el resto de los tratamientos, como hemos mencionado, sesiones de fisioterapia, medicación e infiltraciones, “pese a lo que siguen presentando limitaciones funcionales", detalla.

EL OBJETIVO DE LA CIRUGÍA: DESCOMPROMIR LA COLUMNA

Con ello, subraya que el tratamiento de la estenosis de canal lumbar es la cirugía de columna, que se practica sin problemas enlas personas de edad avanzada. Ésta dice que suele reservarse generalmente para los pacientes que tienen una peor calidad debida, consecuencia del dolor y de las limitaciones que éste les genera en su vida diaria: “Con la utilización de técnicas y de materiales adecuados podemos resolver estos problemas y obtener unos resultados similares a los que pueden presentar pacientes más jóvenes". 

“Actualmente estos procedimientos se pueden realizar mediante una endoscopia, lo que permite que el paciente pueda ser tratado incluso de forma ambulatoria y la recuperación sea más rápida”, detalla.

A nivel quirúrgico, el presidente de la Sociedad Española de Columna Vertebral distingue dos opciones quirúrgicas para tratar estos casos (fusión espinal y laminectomía), cuyo objetivo es descomprimir el canal lumbar, y siendo ambas un “gran aliado a la hora de aliviar el dolor” de los pacientes.

LA EDAD NO ES UN INCONVENIENTE

Este experto, que ha intervenido quirúrgicamente a centenares de pacientes de más de 70 años en los últimos años, justifica así que la edad avanzada no puede suponer una contraindicación para la cirugía en estas situaciones. 

“Estos pacientes requieren un tratamiento personalizado que tenga en cuenta la variedad de factores clínicos de cada caso. Es decir, si el paciente presenta otras patologías, lo que puede acrecentar el riesgo de complicaciones quirúrgicas; pero también las limitaciones de su actividad física derivadas de la patología y el detrimento en su calidad de vida que le esté ocasionando", remarca el traumatólogo.